Miro cada de uno de mis vestidos, no sé cuál elegir, antes no me sucedía esto, solamente elegía el único más presentable que tenía pero es que todos son hermosos. No recuerdo si les he dicho que amo los vestidos y que la mayoría de atuendos son de este tipo, es que son tan bonitos.
Y al fin, termine eligiendo uno con la parte superior en forma de corazón, la parte inferior suelta y con varios dedos antes de la rodilla, me maquillo, dejo mi cabello a un lado y lo prenso con una bonita peineta, me calzo con los tacones, tomo mi cartera y me dirijo hacia la habitación de mi madre.
Cuando entro la observo colocándose los pendientes en sus orejas, lleva un vestido de color blanco en la parte inferior y su escote en semi corazón, la parte inferior de un color verde; la parte trasera larga y la parte delantera corto, acompañándolo una fajita dorada en su cintura.
Todavía no se le nota mucho su vientre con cuatro meses de embarazo, no sé qué piensa mi bebé en crecer.
-¡Joder, mamá! -cuando entro le chiflo y ella suelta una carcajada.
-¿Ahora qué? -dice con una sonrisa.
-Estás muy hermosa, voy a tener que ponerte un guardaespaldas por si intentan ligar a esta belleza -tomo su mano y le doy una pequeña vuelta.
-Suenas como tu padre -me apunta con su dedo-. ¡Sal de mi hija, Paul! No la utilices para esto -dice mi madre en forma de broma.
-Somos los dos, tengo que cuidar de ti, que ninguno te ande tirando los perros -elevo mi ceja seria.
-No sabía que todavía tenía marido, además ¿quién se va a fijar en una mujer embarazada y gorda como yo? -dice rodando los ojos terminando de alistar su cartera.
-Hay de todo en este mundo mamá, y por cierto no estás gorda, ni se te nota el embarazo, no sé de donde sacas esa gordura irreal -la regaño.
-Sí mamá -dice saliendo de la habitación y yo la sigo riéndome de su terquedad.
Bajamos hacia el estacionamiento que se localiza en el patio delantero, cuando estamos cerca observamos el auto de Connor ya estaciona a la espera de nuestro abordaje, cuando nos mira, sale de su auto y abre la puerta trasera para que podamos entrar.
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Do It Again ©
RomanceAaliah Miller, una costarricense soñadora de 16 años, desea que su talento sea conocido por el mundo pero tiene que creer en él , tal como un diamante, que está a punto de ser pulido por aquel chico rubio que coloca su confianza en ella, sabe que pu...