El Hilo Rojo

Capítulo 2: Maldito primer día

Chequeé mi reflejo en la ventanilla del auto y alisé mi blusa, hoy a pesar de no querer siquiera estar cerca de instituto mis amigas me obligaron a vestirme "para conquistar", así que decidí usar una blusa suelta que mostrara un poco mi escote, un sexy jean ajustado y llevaba mi cabello semi recogido. Me di una última mirada en la ventanilla y salí junto con Liz y Ann a enfrentarme con este último año en el Instituto.

Al pasar frente al lugar donde se encontraba Matthew, decidí mostrar mi mejor sonrisa y caminar llena de confianza, al verme me dedicó una estúpida sonrisa de comercial a la cual las tres respondimos poniendo los ojos en blanco... Era realmente insoportable.

La primera clase que tuve fue filosofía. La palabra aburrida queda pequeña para definir esa primera hora, el profesor Miller hablaba con una calma tan desesperante que hacía que el reloj avanzara más despacio. El segundo turno cualquiera creería que sería un poco más interesante por ser taller de manualidades, pero adivinen con quien me castigaron los dioses como compañero de trabajo, no, no es Matt, es aún peor Giselle Cooper.

Gruñí al pensar que tenía que pasar cuatro horas trabajando con Eso. Era exasperante, no sólo le bastaba con tener una voz lo suficientemente desagradable, si no que también me hablaba como si fuese mi gran amiga, la odiaba, por su culpa no sólo me quedé sin novio, si no que también se había encargado de divulgar un supuesto acto de suicidio. Maldita.

—Hola, Madison— La muy perra se atrevió a dirigirme la palabra.
—Hola, Giselle—No pude resistir imitar su ridículo tono de voz, al oírme frunció el ceño, debo admitir que me encantó. Tal vez no sea tan malo como creia...

Olvidenlo... Fue horrible, mientras trabajabamos intentó en más de una vez manchar mi ropa, por suerte traía puesto un mandil y por suerte para ella el comité del baile de bienvenida me hizo salir de clase antes, porque de no haber pasado les juro que la obra de arte hubiese sido ella.

***
—¡Señorita Stewart!— me saludó Parker al verme entrar al salón de reuniones.

—¡Señor Kingsley!— Grité y corrí a darle un gran abrazo, realmente lo extrañaba, me hizo mucha falta, durante el proceso de duelo de Matt, aunque se enteró de todo vía Whatsapp, muchas veces necesité tenerlo a mi lado. Parker es mi mejor amigo en todo el mundo a parte de ser mi psicológico de tiempo completo; se que si lo llamara a las 4:00am me respondería y estaría conmigo.

—¿Cómo te sientes?— susurró en mi oído, debo admitir que me estremecí al sentir su aliento rozar mi cuello.

—Ahora que estás conmigo, me siento mejor — Dije aún sin soltarlo, el era mi roca, su optimismo y comprensión siempre lograron mantenerme de pie.

Sonreí al poder verlo a los ojos, si había algo en el que me resultaba fascinante eran sus hermosos ojos azules.

—Te entrañe demasiado Maddie—

—¡Stewart y Kingsley, tienen todo el año para hablar. Por favor tomen asiento!— Gritó el presidente del comité Josh Pockett, un chico muy amable pero también algo intenso con respecto al orden.

No pude evitar sonrojarme al oírlo. Tomé asiento al lado de Parker, mientras Josh terminaba de darles la bienvenida a los nuevos miembros de primer año para luego comenzar a delegar tareas, teníamos cuatro semanas para preparar el baile de bienvenida, parece mucho pero somos muchas personas y Josh jamás permitirá que fallemos en nuestra misión.

A Parker lo asignaron a la preparación de utilería, mientras que a mí, me asignaron al grupo de diseño y montaje de decoración, por ser de último año quede seleccionada como supervisora, lo que me condenaba a ser atormentada por Josh, lo se, es un puesto muy envidiable (nótese el sarcasmo).