Capítulo 3: El día aún no termina

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-Vega... tienes razón, hace mucho tiempo que no nos vemos y también hace mucho que quiero hacer algo- La sonrisa irónica de Parker se  había hecho más notoria, realmente me aterraba.

-Si, si; ambos se extrañan demasiado, pero creo que es hora de irnos Parker- intervino Liz con un hilo de voz

-No te preocupes Rosewell, esto será una conversación rápida- Y como un rayo estampó su puño en la cara Matt. 

-Buena esa Parker, muy buen golpe- Dijo Matthew mientras limpiaba la sangre que brotaba de su labio- Parker apretaba los puños para contenerse de lanzarle otro golpe seco en el rostro a ese imbécil- Pero creo que ahora me toca a mi- Ahora  era Matt quien sonreía, esto no saldría bien.

Matt golpeó a Parker, o al menos eso  intentó, mi amigo detuvo el golpe y le respondió con uno directo al estómago, el cayó al piso mientras Parker estaba dispuesto a continuar. No lo soportaba mas, todo el instituto nos estaba observando, la mayor parte le gritaba a Matthew que se levantara, cuando este por fin lo hizo, volvió a recibir un golpe en el rostro que le rompió un poco el tabique de la nariz, esta vez pude notar la furia de Matt, sabía que se había estado conteniendo, tal vez porque sabía que lo merecía, pero en ese momento esa furia se hizo notar, golpeó a Parker en el estómago y ya en suelo comenzó a patearlo.

-¡MATTHEW VEGA, DETENTE!- grité con lágrimas en los ojos, todo el escándalo que nos rodeaba se convirtió en susurros.

Matt, se detuvo y sin dirigirle la mirada a nadie se fue hasta su auto. La gente comenzó a dispersarse y Liz y yo corrimos a ayudar a Parker. A lo lejos pude oir a Annabelle angustiada que venía hacia nosotros.

-¿Qué carajos pasó aquí?- Preguntó una voz que se me hacia bastante conocida.

-¿Y tu quien eres?- preguntó Liz confundida ante la presencia de aquel extraño-Sabes, eso no importa ahora ayúdanos a llevarlo a mi auto.

- Oh por Dios Parker ¿Qué te pasó?-  Ann estaba demasiado nerviosa, me alegro que no hubiese estado para presenciar esto. De lo contrario no solo sería Parker, si no también ella la que estuviese casi inconsciente.

-Matt lo golpeó- dije casi en un susurro mientras me levantaba del suelo para que el chico de voz familiar que resultó ser Austin lo llevara al auto de Liz.

- ¿Dónde lo llevarán?- 

-Iremos al St. George Hospital, necesitamos saber si ese imbécil no le causó lesiones graves- Liz bajó un poco la voz para evitar que Ann escuchara y empeorara su estado.

-Las alcanzo en unos minutos- y se marchó no sin antes dedicarme una mirada de "todo va a estar bien".

***

Cuando llegamos al hospital Parker ya se encontraba mejor, algo dolorido pero al menos podía caminar por sí solo. Lo ingresaron a una habitación para examinarlo, y comprobar que no tenia heridas internas graves, también  pedimos que le administraran un calmante a Ann.

-El joven Kingsman se encuentra bien, solo son moratones y magulladuras. Le recetaré unos analgesicos pero no es nada de que preocuparse- esta vez la expresión jovial del medico se endureció para dirigirse a Parker- Para la próxima joven, evite ese tipo de problemas, esta vez tuvo suerte. Ya se pueden retirar- Dijo mientras salia de la habitación.

-No se preocupe, la próxima vez no seré yo quien termine aquí- respondió Parker con una voz sombría, pero esta vez ya no podía contenerme y exploté.

-¡Basta! ¡Ni tu volverás a golpear a Matthew ni el te volverá a tocar un solo cabello!- creo que eso se oyó en media sala de emergencias porque una enfermera (nada amable por cierto) fue a decirme que dejara de gritar y que ya debíamos desocupar la habitación.

-Sabes que se lo merecía- 

-Si se lo merecía y gracias, pero ya basta. ¿Acaso te diste cuenta de que se estaba conteniendo?, pues yo sí. Si el hubiese querido no estuvieses de salida hoy y lo sabes-

-Está bien Maddie, lo dejaré hasta aquí.- Miente, se como es, jamás lo haría así tan fácil.

-Mas te vale que así sea Parker, Matt casi te asesina en el estacionamiento- intervino Liz algo divertida a lo que mi amigo respondió poniendo los ojos en blanco.

-¿Y Ann?-

-La dejé en la cafetería tomando un té, como vi que tardaban demasiado quise ver que ocurría-

-Bueno, creo que ya es hora de irnos- Dijo Parker mientras gemía de dolor al levantarse de la camilla.

***

Al salir del hospital, Austin nos estaba esperando junto al auto de Liz, sonreí al verlo, no creí que realmente fuese a venir.

-Quise entrar a ver como estabas, pero recordé que no sabía cuál era tu apellido. Así que decidí esperarlos acá-

-Parker Kingsman, ahora lo sabes-

-Si, Ahora lo sé- 

-Ya es segunda vez que nos vemos, y por lo visto ya conoces a Maddie y a nuestro boxeador estrella- dijo Liz señalandonos a ambos.

-Austin Coldman, un gusto conocerte...- 

-Liz, Liz Rosewell y ella es Annabelle Evans-

-Perdona, Austin, pero ¿De dónde se conocen?- Intervino Ann esta vez.

-Yo...-

-Está en la clase de literatura con Parker y conmigo-

-Si, de literatura- respondió algo aliviado.

-Y también es quien convirtió a Maddie en un tazón de ensalada de papas ambulante- Dijo Parker entre risas

-Con que por eso es que llevas esa fea polera- Dijo Ann atando cabos y uniéndose a las risas de Parker

-Si, si es por mi culpa que lleva esa nada fea polera- Esa respuesta arrancó un mar de carcajadas de mis amigos, esa polera si era fea, pero vamos el chico solo intentó ser amable.- Y por eso Maddie, quiero invitarte un helado, en modo de compensación por el ridiculo que te hice pasar.

Parker se tensó, no le agradaba en nada la idea de que me fuese con Austin. A mis amigas por el contrario, solo les faltó entregarle un condón por si la salida subía un poco, quizás demasiado de tono.

Me despedí de ellos mientras subían al auto, las chicas iban muy contentas y de seguro no pararán de preguntar como fue y Parker bueno, de haber podido me fuese subido al auto a la fuerza para evitar dejarme sola con el. Siempre me protegió y supongo que le duele no haber estado ahí cuando ocurrió lo de Matt y por eso tiene esa actitud con respecto a Austin.

-Y... ¿A dónde iremos?- 

-Es una sorpresa señorita Stewart-

-Yo odio las sorpresas- Dije mientras subía a su camioneta

-Pues, esta te va a encantar- Dijo mientras encendía el motor.



El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora