-¡Maldición!- pensé al ver la hora y darme cuenta que iba llegando media hora tarde. Apresure el paso y entré al local hiperventilando y tomando grandes bocanadas de aire, al estabilizarme me percaté de que las cosas no andaban bien. No habían clientes, el local aún no había abierto. Confundida miré el reloj que estaba al centro y vi que la hora coincidía con la de mi pequeño reloj de pulsera.
Miré en la cocina y no había señales de los chicos ni de la roja cabellera de Kate. Así que decidí ir hacia la oficina de la Sra. Martin. Allí estaban, así que me dispuse a tocar.
-Pasa Madison- oí decir a mi jefa detrás de la puerta.
-Lo siento Sra. Martin, salí tarde del instituto- me disculpé.
-No te preocupes Madison, hoy no abriremos- dijo mientras hojeaba unos papeles que tenía en sus manos.-Ok, ahora que estamos todos podemos comenzar- dijo tomando asiento y señalando las sillas frente a ella para que hiciéramos lo mismo.
-Ustedes no lo saben, pero mi esposo falleció hace un tiempo- su voz se atrofió un poco mostrando el dolor que sentía al recordar- como necesitaba distraerme, mi hijo me convenció de dedicarme a algo nuevo, así que abrí este café.- Yo no era la única que se encontraba confundida, todos lo estábamos, hasta el inexpresivo Zack miraba interrogante a la estilizada mujer.- Desde entonces se me ha hecho más sencillo sobrellevar el dolor. Pero eso no es lo importante y de eso no es que les necesito hablar.
La razón por la que los reuní es para comunicarles que tengo que realizar un viaje en los próximos días para solventar algunos detalles legales que quedaron pendientes tras la muerte de mi esposo, y quiero que durante mi ausencia sigan trabajando como lo han venido haciendo... Sé que pareceré algo severa pero mientras esté fuera espero que no fallen en sus deberes o me veré obligada a tomar cartas en el asunto...
-¿A quién de nosotros dejará a cargo?- la interrumpió Freddie obviamente esperando escuchar su nombre, y sinceramente lo merecía, siempre se esforzaba mucho y siempre realizaba mas cosas de las necesarias.
-A eso iba- dijo en un ademán- Mi hijo quién fue el que me animó a comenzar con ésto, quedará a cargo en mi ausencia. A él tienen que rendirle cuentas y obedecer en todo, tal como si fuese yo. Él será mis ojos y oídos y espero que lo respeten y acaten todas sus órdenes.
-Mamá, perdón por llegar tarde. Sabes como es la gente del banco- dijo el castaño entrando a la habitación.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué el? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Tan mala he sido en la vida que me castigas así Dios? - Pensé.
Se colocó junto a su madre y me percaté de que eran muy parecidos, sus ojos, sus facciones e incluso su sonrisa era muy parecida.
-El es mi hijo, y no se confíen por su apariencia es mucho más ogro que yo- dijo entre risas.
-Mamá con esa presentación harás que me odien sin conocerme- rió algo apenado- Bueno chicos mi nombre es Austin Coldman Martin, hijo de esta hermosa dama. Y como ya ella les dijo seré su jefe un tiempo, no me gustan los formalismos así que pueden llamarme Austin.- Todos estaban en una especie de shock, bueno... estábamos en una especie de shock. No nos esperábamos que nuestro jefe provisional fuese tan joven y yo ni me imaginaba que Austin el chico que volteó su almuerzo encima de mi y al que frienzoneé fuese a serlo.- Las reglas del juego serán las mismas y espero verlos mañana.- Dijo con una sonrisa, que se desvaneció apenas me dirigió la mirada.
-Bueno chicos eso es todo, ya se pueden retirar tienen el día libre.-
***
-¿Me estás jodiendo Maddie?- dijo Parker atragantándose con su hamburguesa
-No sabes cuánto quisiera estar tomandoles el pelo- dije en un puchero.
-Es oficial Mad, eres la persona con más mala suerte en el mundo- dijo Ann señalándome con una papa frita.
-¿Estas segura que cuando naciste un gato negro no se coló a la sala de partos?- Agregó Liz entre risas, provocando que Parker volviera a atragantarse.
-¡Joder Rosewell, harás que muera!- logró pronunciar entre toses y una extraña carcajada.
-Ya, no es gracioso- dije encogiendome en mi asiento- ¿Y si es un completo hijo de puta conmigo en el trabajo? ó ¿Si la señora Martin me despide por haberlo mandado a la friendzone?
-¿O si intenta tener sexo salvaje contigo en el depósito?- intervino Liz, a lo que Parker y yo la fulminamos con la mirada.- Bueno, olvidalo...
-Tranquila Mad, Austin no parece ese tipo de chico que es un patán. Y si su mamá lo cree lo suficientemente responsable como para dejarlo a cargo lo mas seguro es que se tome en serio sus deberes y no mezclará las cosas.- dijo Annabelle intentando calmar los ánimos.
-Y si no es así, le rompo la cara.- Concluyó el pelinegro con una sonrisa irónica que hacía que sus ojos azules se encogieran un poco.
Tal vez tener a Austin de jefe no sea tan malo, y tal vez esto sirva para mejorar las cosas.- Pensé.
***
Hoolaa presiosuraaas!!!!
Adivinen quien volvió ñ.ñ
Espero les guste el capítulo de hoy, tenía mucho tiempo que no actualizaba un sábado, sí lo sé, disculpen es que tengo una vida social muy activa (no si x.x). Sé que he estado algo perdida pero ya comencé clases y una segunda carrera ( si, estoy en dos universidades estudiando dos carreras distintas, siento que moriré) y no tendré mucho tiempo para esto, así que no prometo actualizaciones semanales, pero haré todo lo posible por subir más de un capítulo cada vez que actualice.
Espero les guste, hasta un próximo capítulo.
Besos.
M.Cartter
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El Hilo Rojo
RomansaHola! Mi nombre es Madison. ¿Creen ustedes en el destino? ¿O en que todo pasa porque así debía ser? Yo no... Yo siempre creí que todo ocurría porque nuestras acciones nos llevaban a eso. Pero el amor siempre se ha comportado diferente... Dicen que...