No me odien por esta especie de falsa alarma, pero me acabo de dar cuenta que el cap no se subió completo... Espero que ésta vez no tenga problemas... A los que ya lo leyeron, los invito a terminarlo
*******No quiero que sepan. Me odiarían- mi voz se quebró y las lágrimas volvieron.- Tengo miedo Matt.-
-No estás sola. Esto es asunto de ambos- dijo mientras me abrazaba.
Nos quedamos por mucho tiempo abrazados, el me reconfortaba, y me molestaba esa idea. Me solté de su agarre y comencé.
-Los controles son siempre la segunda semana del mes. Puedes ir. Sólo... Sólo te pido que por favor, si alguno de los chicos decide acompañarme, no discutan, si es posible ni se dirijan la palabra. No quiero discusiones.-
-Está bien Maddie, de mi parte te prometo no darte problemas.-
-Gracias- logré decir.
****
Pasamos horas hablando sobre lo que ha pasado, como estaba el bebé y buscando la mejor manera de decirle a nuestras familias.
-Maddie, ten.- dijo entregándome una taza de chocolate.
-Gracias Vega.- se puso serio
-No me digas Vega, siento como si lo usaras de forma despectiva.-
-Está bien... Matthew-
-Gracias, por esto-
-¿Por llamarte por tu nombre?- dije confundida.
Rió- No, gracias por permitirme acercarme a ti- tomó mi mano entre las suyas. Al ver en su reloj eran casi las 12:00p.m.
-¡Mierda!- me levanté de un salto al lo cual mi tobillo se quejó.
-¿Qué? ¿Qué sucede? ¿Estás bien?- dijo mi acompañante preocupado.
-Es tarde, deben estar preocupados por mi... Mierda... Quedé de verme con Austin para llegar al trabajo juntos.- dije mientras buscaba mi celular entre las cosas.
-No te preocupes, si quieres nos vamos ya.- dijo poniéndose en pie.
-¡No!.
-No entiendo, ¿no quieres irte?
-No...
-¿No?- Matt, se confundía aún más.
-No... Bueno si, pero no encuentro mi celular.
La confusión había abandonado su rostro y ahora se dedicaba a buscar conmigo.
-Realmente acá no hay mucho donde buscar Mad, seguro está afuera.- dijo mientras colocaba uno de los cojines en el sillón de madera.
-Tienes razón, iré a ver.- me apresuré a salir cuando sentí un fuerte dolor en el tobillo que me hizo caer.
Está vez Matt no fue lo suficientemente rápido para atajarme, tampoco lo quería así.
-Maldición- dije mientras me levantaba con la ayuda de Matt.
-Tienes que tener más cuidado Madison, por ti y por nuestro hijo.- al terminar de decir eso me alzó como una muñeca de trapo.- Te llevaré al auto, es mejor que descanses... Yo buscaré tu teléfono.
-Está bien.- dije como una malcriada, me molestaba el hecho de que se preocupara tanto y no me dejase hacer nada.
*****
Ya en el auto me limité a observar a Matthew buscar mi teléfono en los alrededores de la cabaña.
Buscó por varios minutos, cerca de la entrada, en los bancos de piedra, a pesar del clima se veía como el sudor corría por su frente y como su camiseta se tornaba más oscura debido a la humedad, y se le ceñía al cuerpo... Matt realmente tenía un cuerpo increíble.

ESTÁS LEYENDO
El Hilo Rojo
RomanceHola! Mi nombre es Madison. ¿Creen ustedes en el destino? ¿O en que todo pasa porque así debía ser? Yo no... Yo siempre creí que todo ocurría porque nuestras acciones nos llevaban a eso. Pero el amor siempre se ha comportado diferente... Dicen que...