Mas Allá Del Destino (Yaoi/Gay)

Capitulo 26: Llorón

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CAPITULO 26:

JAYDEN

Me resultaba increíblemente irónico que después de incontables días de querer regresar al instituto, me hubiera acobardado a tan solo un día después de asistir. Quizá se trataba del hecho de que Declan hubiera golpeado a Elijah y siguiera molesto con él.

Pero no...

En el fondo sabía que la verdadera razón era Ryder. Me resultaba impensable el hecho de verlo al rostro después de todo lo que había sucedido ayer. Por más que intentaba pensar y buscar una razón lógica por la que en aquel momento en ese callejón no morí de vergüenza, era incapaz de encontrarla.

Me había sentido tan temerario y seguro de mí mismo frente a él en aquel momento, como si tuviera el completo control de la situación. Pero después de repasar los hechos con más detenimiento simplemente no lograba una forma de imaginarme hablando con Ryder sin morir en el intento.

¿El resultado? Fácil. Ser un cobarde y faltar al instituto.

-¿Y se supone que tu hermano vendrá por ti?- La voz de Jommun me saco de mis pensamientos.

Tomo la cafetera y vació su contenido en la taza, volvió a ponerla en su lugar tras una estela de vapor.

-Ah... ¿Te refieres a Albert?

-Si, como se llame.- Le restó importancia y se llevó la taza a los labios. El agradable olor a cafeína inundo todo el comedor.

-Pues se llama Albert - Rodo los ojos y siguió disfrutando de su cálida bebida.- Pero si, no debe tardar.

-¿Por qué yo no te llevo?

-Porque prefiero ir con Albert, hace mucho que no lo veo y quiero conversar con el.- Asintió dándome la razón.- Aun así no me esperaba que el gran oficial Jomi se ofreciera a hacerme un favor.

Sonreí socarrón y él puso los ojos en blanco. Una acción recurrente que hacia cuando hablábamos.

-No me llames así.

-¿Cómo? ¿Jomi?

Me levante de la silla y así comenzó una divertida discusión en la que Jommun reafirmaba una y otra vez su nombre sin ningún mote.

Desde el día en el que Kaito había enfermado y lo había podido cuidar, mi relación había mejorado considerablemente. Ya no parecía odiarme sin razón aparente y ahora podía bromear con el sin miedo a que me diera una paliza.

Las reclamaciones del rubio fueron interrumpidas por unos tenues pero perceptibles golpes en la puerta del apartamento. Los ojos dorados de Jommun se dirigieron hacia la entrada y yo aproveche su distracción para quitarle las esposas que tenía adheridas al cinturón.

-Jayden...- Me llamo con voz irritada. Le respondí sonriendo burlón y dirigiéndome a la puerta principal. Estire la pieza de metal en mis manos y la observe con detenimiento.

Habría preferido un táser o algo más interesante.

-¡Yo abro!- Anuncio la infantil voz de la «versión pequeña de Jommun» pasando con rapidez a un lado mío.

Kaito giro el pomo de la puerta con algo de dificultad y al ver a la persona tras la puerta, entrecerró los ojos y ladeo la cabeza.

-¿Quién es el señor desconocido?- Señalo a Albert con el dedo índice.

-Es mi hermano.

Kaito abrió la boca sorprendido y me miro a mí y al rostro inexpresivo de Albert una y otra vez.