Mas Allá Del Destino (Yaoi/Gay)

Capitulo 15: Recuerdos Amargos

Primero que nada feliz año nuevo!!! :D, espero que se lo hayan pasado genial con sus familias, para mí el 2015 fue un año genial por el simple hecho de descubrir wattpad, aún recuerdo cuando por el mes de marzo comencé a leer yaoi (aquí), y por los meses de abril y mayo me cree una cuenta y comencé a escribir de nuevo, que ya hacia un tiempo que lo había dejado. No saben lo genial que me lo pase leyendo tantas historias de autores tan buenos, sentir tantas cosas al leer y ahsghshd (¿) Amo wattpad (y también lo odio). Les agradezco por leer esta historia que no se hace cuanto comencé a escribir (6 meses quizá, o menos), ya llegamos a las 1.7 K de lecturas, gracias por sus lecturas, votos y todo. Que sepan que ustedes son la motivación de prácticamente todo e.e, y mejor me callo o terminare escribiendo muchísimo más.

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CAPITULO 15:

JAYDEN

«Vas a morir»

Aquellas palabras seguían resonando una y otra vez en mi cabeza, como si de un eco sin fin se tratase. Un sonido atrapado entre vibraciones que se tornaban cada vez más agudas en mi cabeza, hasta desaparecer. ¿Cuántas veces me había dicho eso ya? Y aún más importante, ¿Cuántas veces lo había tolerado?

A decir verdad me molestaba, me molestaba el hecho de que insistiese siempre en ello. En mi constante autodestrucción inconmensurable, que a fin de cuentas era voluntaria. Así lo quería y así lo seguiría haciendo. La idea de sufrir en vano no me agradaba, pero la de sufrir por otros me resultaba aceptable. Pero el problema era que su constante voz no me ayudaba del todo a cumplir con lo que quería. Incluso si el rey del infierno frente a mi tuviera buenas intenciones, me molestaría, porque aquello era cierto y yo lo sabía de sobra. Sati solo me buscaba e intentaba cuidarme o «mantenerme vivo» -como yo decía- para que su fuente de poder no se le escapara de entre las manos. El pelinegro era oportunista y yo lo había sabido desde el día que estreche su mano con sangre en aquel parque.

Di media vuelta al mismo tiempo que remarcaba cada uno de mis pasos como si de una orden marcial se tratase y me dedique a mirar a Sati fijamente a los ojos, desde el otro lado de la calle. Contuve las ganas de lanzarme a uno de los coches que se movían de forma rápida en la calle frente a mí, y cuando una de las luces de un auto ilumino todo mi cuerpo y me cegó por unos segundos rechine mis dientes a tal punto que creí que estos se romperían. Sino fuera porque estaba clavándome las uñas en la mano que ocultaba tras mi espalda habría perdido la razón.

-Mira, Sati.- Intente hablar apacible aunque un tonto más amargo que dulce salió de mi boca.- Quizá vaya a morir y termine de la misma forma que todos los anteriores a mí. Quizá me traicionen mis seres más queridos. Pero eso no me importa, si ellos viven que te entre en la cabeza que no me importa. ¿Escuchaste Satán? ¿Lo escuchaste? No me importa.- Me miro restándome importancia y no pude evitar gritar colérico en mis adentros.- Claro, lo escuchaste. Pero dudo que lo haigas entendido, porque eso es lo que eres por naturaleza ¿No? Un ser egoísta y lleno de maldad. Probablemente por ello te arrojaron del maldito cielo y te convertiste en un ángel caído.- Un destello de algo que no pude reconocer se vio en sus ojos, pero siguió sin moverse.- Pero aunque no lo entiendas, solo toma en cuenta esto, voy a seguir mordiendo a cuantas personas quiera, destruyéndome cuando quiera y haciendo lo que quiera, así que cierra la boca. Si tengo que aplastar cabezas mientras lo hago, lo hare, soy un Tenno después de todo ¿no?- Me siguió mirando un rato más con los brazos cruzados. Termino encogiéndose de hombros, tragándose aquel sermón egoísta que probablemente pretendía decir. Aunque en sus ojos solo podía ver reflejado a un niño haciendo un berrinche, a mí para ser exactos.