Capitulo 16

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-Por Merlín, Hermione. ¡No quiero irme justo ahora que las cosas se han puesto interesantes entre ustedes dos! -exclama Maya haciendo puchero, que se encuentra guardando sus cosas en la maleta de mala gana.

-Te contaré todo por carta -intenta tranquilizarla abrochándose la camisa blanca para ir a trabajar.

-Está bien, pero tendrás que contarme cada detalle. Y sabes a lo que me refiero -dice alzando una ceja pícaramente. Hermione se sonroja mientras se pone los aretes.

-Eso no va a pasar. Harry y yo hemos dejado claro que esta vez no nos apresuraremos.

Maya no puede evitar soltar una carcajada haciéndola enfadar.

-Con el historial que tienen ustedes dos, ¿cuánto tiempo crees que podrán aguantar?

La castaña recuerda lo difícil que fue soportarlo el día anterior, casi estuvo a punto de lanzarse a él y pedirle que entraran a su departamento. Aun así, siente la esperanza de que la próxima vez se sabrá controlar.

-¡Te has quedado callada! ¡No puedes contradecirme Hermione! -chilla levantándose de la cama y abrazándola desde atrás -. Yo he visto cómo te mira nena, ¡te folla con la mirada!

La bruja no puede evitar reírse porque en cierta manera es verdad. Se gira y abraza a su amiga con cariño.

-No sabes todo lo que te voy a extrañar -suspira cerrando los ojos.

-Oh nena, voy a echarme a llorar -se lamenta pero luego la suelta para mirarla con travesura -. Pero piensa en lo bueno preciosa, ahora tendrás el departamento libre para invitar a Harry Bien Sexualote Potter.

Hermione se queda con la boca abierta y termina tomando una almohada para pegarle, Maya se ríe a carcajadas y toma la otra para así empezar una guerra de almohadas.

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El día estuvo tan complicado y lleno de trabajo que Hermione no pudo salir ni una sola vez de su despacho. Entrevistas, papeles, informes y más problemas, la bruja siente que no da abasto. Encerrada en esas cuatro paredes no tiene idea de la hora que es, si de día o de noche o si ya tiene que marcharse.

Lo peor es que su secretaria ha desaparecido. Ya ha perdido la cuenta de cuantas veces la ha llamado para que le traiga los papeles que Kingsley le envió.

Exhausta y con los cabellos despeinados por una larga jornada laboral, se levanta del escritorio y camina hacia la puerta. Al abrirla se encuentra con una escena que la deja atónita.

-Se-Señor Po-Potter usted... usted no tiene que disculparse... -dice Sarah clavando la vista en el suelo y con las mejillas muy rojas.

-Tengo que hacerlo, esta vez he sido muy... violento -suspira El elegido llevándose una mano al cabello claramente avergonzado -. A veces tengo días donde me cuesta controlar mi mal genio... Si he roto algo o si incluso te he hecho daño...

-¡N-No! Solo... solo se rompió una silla, señor. Pero ya la han repuesto -la secretaria se encuentra con la mirada de Hermione -. Señorita Granger, ¡aquí tiene los papeles! Es tarde ya, me retiraré.

Sarah prácticamente sale huyendo de la oficina haciendo que Harry mire a Hermione preocupado, esta no puede evitar echarse a reír.

-Creo que la he asustado -dice Harry con una sonrisa dudosa.

-Creo que lo has hecho pero fue muy lindo de tu parte pedirle disculpas -sonríe y el mago se acerca para rodearla por la cintura.

-Por dios, Hermione, no sabes lo mucho que te he extrañado.

Cincuenta Sombras De PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora