Capítulo 20

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Hermione suspira de placer mientras cierra los ojos, dejando que todo su peso caiga sobre la hamaca paraguaya. Se encuentra recostada de tal forma que su espalda queda a disposición de la luz solar. Planea broncearse, Harry le había dicho una vez que le gustaba verla morenita.

El sonido del mar la hace suspirar una vez más, es como si dejara que todo el estrés que había acumulado por meses escapara de su cuerpo. Se siente tan bien... tan en paz. Harry por varios días había mantenido en secreto la ubicación de sus vacaciones, poniéndola bastante ansiosa y a pesar de que le había insistido miles de veces, su novio no había querido revelárselo. Sonríe recordando todo lo que lo había molestado, ahh... pero después de todo ha valido la pena. Se encuentran en Tailandia en una bonita y desierta playa llamada Koh Samui, es como si Harry le hubiera leído la mente, porque ha elegido el lugar perfecto: lejos de todos, rodeados de muggles que no tienen ni idea de quienes son.

-Si alguien te ve así... me pondré muy celoso -dice la voz de Harry despertándola de sus pensamientos. Hermione abre los ojos y le sonríe. ¿Cómo es que puede verse tan guapo con ese bañador? Se ve tan tranquilo y con una sonrisa tan jovial... como si el chico de Hogwarts hubiera vuelto a la vida...

-Quería broncearme para ti... -murmura ella provocativa y los ojos de Harry no tardan en recorrerla atrevidamente. Esa bikini naranja que es de infarto, hace que el corazón del Elegido lata con mucha fuerza.

-Debería aplicarte protector solar, tienes que cuidar tu piel.

Hermione alza una ceja desde esa posición, como no piensa moverse recibir un masaje de Harry le parece algo muy tentativo.

-Mmm... Sabes, podrías lanzarme un hechizo y ya -bromea mientras él deja dos vasos de juego fresco en una mesita. Lo ve tomar el protector con una gran sonrisa.

-Mmm... Eso no sería tan divertido.

Harry se coloca protector en la mano y se sienta en la cama paraguaya junto a ella. Hermione cierra los ojos y suelta un gemido apenas sus manos tocan la piel de su espalda. Lo escucha reírse bajito y sus manos comienzan a desparramar la crema en cada parte. Siente su toque en sus brazos como una caricia y como recorre su espalda completa hasta llegar a su trasero. Hermione da un saltito allí porque las manos descaradas de él, pasan por debajo de su bikini, para acariciar por completo sus nalgas.

-Voy a aprovechar que no hay nadie alrededor, Mione... -le susurra y baja por sus piernas para luego hacerla voltear. La bruja lo mira con los ojos entrecerrados y llenos de deseo, y aún más cuando sus manos se apoyan en su pecho y la masajean allí, tan cerca de... Oh por Merlín, siente tantas ganas de que la toque allí... en las curvas de su pechos en...

Harry baja sus manos y las pasa nuevamente por debajo de la delgada tela de su bikini, esta vez para tomar y apretar sus pechos. Hermione se muerde los labios y él no tarda en jugar dulcemente con sus pezones, haciéndole cosquillear cada parte de su piel. Se siente tan delicioso que apenas puede mantener los ojos abiertos, que apenas puede reprimir sus gemidos. Harry se detiene por un momento dejándola con la respiración agitada, la castaña lo mira con reproche y él sonríe colocándose más protector en la mano.

-Tranquila, todavía no he terminado contigo -dice gatunamente y vuelve a desparramar la crema por su piel, recorriendo sus costados, su vientre, sus caderas... lo hace con tanta dedicación y lentitud que la bruja se encuentra tan mojada como si ya hubieran estado haciendo el amor por horas.

-Eres malvado... -gimotea ella cuando Harry saltea su feminidad y pasa directamente a sus piernas -. Quiero que me toques allí...

-Pero ahí no llega la luz solar... -le discute traviesamente y la castaña lo rodea con sus piernas, haciendo que caiga sobre ella, atrapado. Harry se ríe.

Cincuenta Sombras De PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora