Cincuenta Sombras De Potter

Capitulo 12

-¿Y si vienes a vivir a la Mansión conmigo? -le pregunta Harry, sorprendiéndola.

La castaña se queda inmóvil mientras él la examina con esos ojos verdes, intentando buscar una respuesta en los de ella. Ambos se encuentran acostados en la cama de Hermione, solamente tapados por una delgada sábana blanca.

-¿No sería muy pronto?

Harry sonríe y la estrecha en un abrazo, haciendo que sus cuerpos desnudos entren en contacto. A la bruja se le eriza la piel, sus pezones reaccionan ante el roce. La mira con una expresión divertida.

-Es eso o me mudo yo aquí -le advierte.

Hermione lo mira con la boca abierta.

-¡Harry!

-¿Qué? Sabes... creo que Crookshanks estaría encantado de tenerme aquí -dice mirando hacia un costado, desde donde el gato los mira enrollado en su pequeño almohadón y maúlla-. ¿Ves?

-Solo te quiere porque le das trozos de tu cena a escondidas -responde frunciendo el ceño-. No creas que no me doy cuenta.

Harry se ríe y la besa en la boca, colocándose sobre ella. Hermione se queja entre besos, pero el elegido continúa hasta que se convierten en gemidos.

-Di que sí, que tú y Crookshanks se mudarán conmigo -gruñe mordisqueando sus labios y sus manos las posiciona en el trasero.

Hermione jadea al sentir su dureza pegada a su feminidad, se siente tan duro contra ella... Levanta sus caderas hacia su erección y comienza a moverse, torturándolos a ambos entre gruñidos.

-E-Es muy pronto... -suelta con la respiración agitada, sin poder dejar de moverse, la sensación es tan deliciosa que siente que podría estar así todo el día.

Esta tan mojada... Hermione se muerde los labios cuando Harry se mueve aún más duro contra ella y su boca viaja hasta su cuello para darle una suave mordida que la hace sacudir.

-Voy a convencerte, ¿lo sabes, verdad? -susurra en su oído con esa voz ronca que la vuelve loca-. También te había prometido que te cogería en cada parte de tu departamento, ¿recuerdas?

-Vamos a llegar tarde al... al trabajo Harry -articula con dificultad.

Por Dios, le encanta lo que le hace, pero su parte responsable se resiste... ¿Cuántas veces ya habían llegado tarde por tener sexo?

-Harry... tengo que ducharme, cambiarme. N-No podemos otra vez...

-Entonces estrenaremos la ducha -gruñe levantándola de la cama a horcajadas de él.

La besa una y otra vez, mientras caminan hacia el baño. Harry abre la ducha para meterse adentro. El agua caliente comienza a recorrer sus cuerpos, se siente tan bien... Ver a Harry lleno de gotitas contra ella es la imagen más sexy que ha visto en su vida.

¿De verdad le había pedido vivir juntos? Hermione siente el corazón latiéndole como loco al traer nuevamente ese pensamiento. Es tan extraño en Harry, aunque no puede negar que la idea le ilusiona mucho. ¿Pero cambiaría su relación al verse todos los días? ¿Y si se peleaban? ¿Y si él dejara de desearla?

-Lo estas pensando demasiado -suelta Harry tomándola del mentón. Hermione lo mira sorprendida. ¿Cómo puede interpretarla tan fácilmente?-. Puedes tomarte el tiempo que quieras para pensarlo. Lo siento si te asusté, estoy demasiado ansioso.

A Hermione se le escapa una sonrisa. ¿Realmente lo desea tanto? Siente que se va a morir de ternura.

Harry comienza a pasar el jabón rosado por el cuerpo de ella, suave, sexy, calentándola otra vez. En el momento en que lo pasa por sus pechos, se encuentra jadeando. La mira con esos ojos oscuros y posesivos. Suelta el jabón y comienza a manosearlos con sus propias manos. Hermione gime ante aquel contacto resbaloso de Harry tirando sus pezones, sintiendo que su feminidad se aprieta, demasiada mojada e hinchada para resistir más.