Capitulo 13

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Harry abre los ojos de repente. La luz le daña, haciéndole fruncir el ceño. Su pecho desnudo sube y baja con fuerza. Se encuentra atado de pies y manos a una camilla. Otra vez.

Ve a los doctores rodeándolo con esas batas largas y blancas. Sus varitas le apuntan, mientras sale una esencia blanquecina, que se meten dentro de él como gusanos y lo recorren por dentro. El dolor es conocido, pero aun así, se siente más insoportable. Tiene que apretar los dientes para no gritar.

-Necesito ver... Necesito ver a Hermione -suelta intentando que su voz suene normal.

-Has tenido un ataque Harry, ¿lo recuerdas? -le pregunta suavemente la doctora.

Es demasiada luz. Cierra los ojos e intenta recordar por qué tiene la urgencia de ver a Hermione. Sus recuerdos no son claros, intenta unir los fragmentos, mientras el dolor incrementa en su pecho. Después de unos momentos, logra armar el rompecabezas. Un temblor de ira lo sacude.

Ron.

Ron Weasley.

-Doctora, su pulso está aumentando, ¡tendrá otro ataque! -exclama uno de ellos asustado-. ¡¿Deberíamos dormirlo?!

Harry ni siquiera escucha las voces. Sus puños se aprietan al igual que cada músculo de su cuerpo, porque tenía la imagen clara en su mente de Ron y Hermione sentados en un bar conversando. ¡Se lo había escondido! ¡Se había visto con ese infeliz y ni siquiera se lo había dicho!

-¡No! ¡Es peligroso ya en este estado! ¡Ajusten las correas! ¡Debemos dejar que pase! -grita la doctora y los enfermeros le hacen caso-. ¡Steve, mueve tu trasero y encárgate de preparar la poción!

-Sí, señora.

◦•●◉●•◦ ◦•●◉●•◦

El despacho se encuentra en un silencio absoluto. Hermione está inmóvil en su asiento intentando procesar lo que acaba de decir Marie. La miraba fijamente con las piernas cruzadas, lo vuelve a repetir:

-Fui su sumisa. Su primera sumisa.

"Es mentira", quiere pensar. Quisiera gritarle... pero hay algo en la mirada de Marie Ravenston que le dice que aquello es totalmente cierto. Si había creído que verlos a ambos dormidos junto a una botella de whiskey había sido doloroso, estaba equivocada. Esta confesión, unas simples pero arrolladoras palabras, la hacen darse cuenta de que Harry le había mentido, su amigo de toda la vida le ocultó algo realmente importante.

"No es mi culpa. Kingsley elige al personal". Hermione aprieta los labios, intentando no estallar en lágrimas delante de esa víbora. Se siente triste y engañada, porque ante la inseguridad que había demostrado a Harry aquella noche, él solo le respondió que no debía estar celosa, porque no sucedería nada.

Al ver a Hermione en ese silencio, Marie aprovecha para continuar:

-Dado que fui la primera y que ambos nos entendíamos perfectamente, Harry y yo aprendimos juntos a usar y disfrutar la sala de juegos. Entre los dos se formó un lazo muy fuerte que aún compartimos, Hermione. Volví por eso. En su momento se acabó porque tuve que irme del país, pero ahora... quiero recuperarlo.

-¿Algo más? -le pregunta la castaña.

Con cada palabra que dice esa mujer, el corazón de Hermione se encoge más y más, pero quiere escucharla para saber la verdad absoluta, porque parece que Harry nunca estará dispuesto a hacerlo.

Ella le sonríe.

-Ayer mientras trabajábamos, Harry y yo conversamos. Me dijo que lo habías convencido de hacerse tratamientos -mueve su varita y en el escritorio aparece una botella de whiskey y un vaso. Mientras se sirve, continúa-. Sabes, Hermione, cuando te vi por primera vez, creí que eras una oponente digna, pero luego de escuchar eso de la boca de Harry... me di cuenta de que no, quieres cambiarlo. Y eso es bastante estúpido.

Cincuenta Sombras De PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora