Capitulo 5

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Hermione se cruza de piernas. Intenta concentrarse en su cena, pero Harry Potter, quien está del otro lado de la mesa, no deja de mirarla.

Johnson, el pobre auror que Kingsley había contratado para vigilar al elegido, se encuentra comiendo junto a ellos, a pesar de que tiene un aspecto terrible, y que apenas puede mantenerse sentado, comienza a hablar, rompiendo ese silencio rotundo que se había formado apenas se habían sentado para la cena.

¿De qué está hablando Johnson? Hermione cree haber escuchado algo sobre una misión en España, pero no tiene idea. Es que, la mirada verde de Harry completamente fija en ella no la deja pensar en otra cosa, le cuesta hasta tragar.

A su mente vienen una y otra vez, las imágenes del cuarto de "juegos", aunque la bruja prefiere llamarlo "Cuarto de morbosidad", porque aquello de juegos no tiene nada. Todavía continúa shockeada por los gustos de su mejor amigo y por lo que ha visto. Sabía perfectamente que a algunas personas les gustaba la violencia en el sexo, pero eso que vio... las tablas colgadas en las paredes, los látigos largos y puntiagudos... eso es algo mucho más profundo.

Lo peor de todo no era solo eso, sino que la había invitado. Harry desea que Hermione sea su compañera en aquella habitación, la invitación que le había hecho había sido muy clara. Se había negado rotundamente, pero al parecer, su amigo no parece querer darse por vencido.

La castaña se atreve a devolverle la mirada, desafiante. Harry se reclina en la silla, con aquella mirada oscura de siempre, y su mandíbula tensa.

-En fin, fue una gran noticia que Mike estuviera vivo. Creo que me iré a dormir antes de caerme de la silla -suspira el auror, que se levanta con dificultad y sale de la sala, ignorante de esa atmosfera tan pesada entre los otros dos.

-¿Sientes dolor, verdad? -le pregunta Hermione sacando de su bolsillo la pócima, la hace rodar por la larga mesa de madera y Harry la atrapa -Deberías dejar de ser tan terco y tomarla por tu bien.

-Eres la primera que se tarda tanto en decirme que sí... -confiesa el elegido con una curiosa sonrisa, hace rodar la pócima otra vez hacia Hermione, sin intenciones de beberla.

-Ya te respondí. Es un no Harry -dice remarcando muy claro lo último.

-¿Por qué te siento tan dudosa Hermione? -le pregunta, la diversión es visible en sus ojos.

Otra vez ese rubor molesto aparece en las mejillas de la bruja. Harry se levanta con la botella de vino y camina hacia ella hasta sentarse a su lado, demasiado cerca para los nervios de Hermione. Le sirve en su copa vacía.

-A veces... cuando sufro los ataques, al día siguiente no recuerdo nada de lo sucedido -dice en una voz baja, íntima -Pero esta vez... lo recuerdo todo Mione.

La bruja da un trago al vino, sintiendo ese calor por tenerlo tan cerca, por escucharlo hablar del beso.

-Estabas fuera de control. Me obligaste a hacer algo que no quería -suelta jugando con su copa, intentando mostrarse impasible.

-Mientes. ¿Sabes? Estoy muy sorprendido Hermione, antes solías decirme siempre la verdad -murmura, su mano va a su mentón y la obliga a mirarlo directamente. Ese simple toque activa todas sus hormonas, aquellos ojos café lo miran furiosos.

-Dime. Dime la verdad por una vez -musita él, sus rostros demasiado cerca -, ¿Quieres seguir fingiendo? ¿Quieres seguir creyendo que nuestra relación siempre fue como la de dos hermanos?

Los ojos de Hermione brillan, tristes.

-Con el Harry de siempre, el real, así era -contesta, necesita creerlo, lo necesita.

Cincuenta Sombras De PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora