Our Little Secret.

Capítulo 9.

-Lucía, ¿te importaría salir al balcón?

-Claro, ahora voy.

Salí y justo él salió de un coche negro, bien arreglado, con traje y todo. Seguramente en el momento en el que salió gritarían algunas fans que estaban allí, pero yo solo estaba pendiente de Niall. Cómo salía del coche, cómo me buscaba con la mirada, cómo sus ojos pararon de buscar al encontrarse con los míos y cómo una sonrisa se dibujaba en su cara. Yo me quedé embobada y sonreí.

-Bueno, ¿a qué esperas para bajar? - Me dijo por el móvil.

Yo colgué y bajé las escaleras a toda prisa, abrí la puerta que da a la calle y antes de darme tiempo a reaccionar ya había algunos fotógrafos, no muchos, echándome fotos.

-Estás preciosa. - susurró Niall.

Entonces, me acerca a él y me abraza para protegerme de la prensa y me abre la puerta del coche para que entre, él da un rodeo y llega al asiento del conductor.

-Cambiaremos de coche a mitad del trayecto, para despistar a prensa y fans, Louis lo tiene todo preparado.

Yo sonreí y asentí. Estuvimos todo el camino callados, pero para mí no fue un silencio incómodo, sabía que Niall estaba nervioso y yo no paraba de mirar por la ventanilla. Se metió por una callejuela y condujo rápido hasta llegar donde estaba Louis con un coche, no recuerdo la marca, pero no tenía pinta de ser caro y tenía los cristales tintados.

-Señorita Aguilar. -Dijo Louis abriendo mi puerta y ofreciéndome su brazo sonriente.

-Señor Tomlinson. - Dije tomándolo y saliendo del coche.

- Eh Louis, que la cita es mía. Ja, ja, ja -Dijo Niall mientras se acercaba nosotros.

-Tranquilo, toda tuya Horan. Y Lucía... No hace falta que te diga que cuides de Niall eh, que no lleguéis tarde y que no hagáis ninguna tontería.

-Ja, ja, ja vale papá. -le dije.

-No en serio, pasadlo bien.

Y después de darle las gracias vi como le dijo algo a Niall en el oído mientras sonreían. Louis se montó en el coche negro y Niall y yo entramos en el que trajo.

-Wow, los famosos sí que os lo montáis bien eh.

-Ja, ja, ja pobre Louis, en verdad él no quería venir, pero al final le obligué. -Dijo sonriéndo.

Este viaje fue muy distinto al otro, no paramos de hablar y reír. Dios mío, si hay algo que me puede más que su sonrisa, es el sonido de su risa, y más cuando sabes que tú eres la causante de eso.

-Ey Lucy, hemos llegado a territorio prohibido, ponte esto en los ojos. - dijo sacando un pañuelo de la guantera.

-¿Para qué?

-Tú póntelo, pero póntelo bien eh, que no me fío ja, ja, ja.

-Esta bien... Niall me asustas ja, ja, ja.

Supuse que el viaje estaba a punto de de concluir, y menos mal, porque me estaba mareando con tanto coche... o eso... o tenía el estómago lleno de mariposas. ¿Pero qué digo? lo que yo tenía era a un zoo armando jaleo dentro de mi estómago. De repente, el coche se paró. "¿Ya hemos llegado?" Pregunté, pero no me contestó. Entonces se abrió la puerta de mi lado, me desabrocharon el cinturón de seguridad y me cogieron de la mano para ayudarme a salir. Alguien se colocó detrás mía y me susurró:

-Ahora tienes que estar atenta a lo que te diga - era la voz dulce y tierna de Niall. - y bajo ningún concepto se te ocurra quitarte el pañuelo.

-Sí, mi capitán. - Contesté.

Y pude oír su risa otra vez. Entonces me cogió de la cintura y me acercó a él tanto como pudo, mientras con la otra mano sostenía la mía dándome confianza. Después de andar no mucho rato llegamos a nuestro destino.

-Vale, ahora siéntate aquí. - Dijo mientras me colocaba suavemente en una silla, me dio un beso en la mejilla y se fue.

-Vale, ya puedes quitarte el pañuelo. - me dijo cuando se sentó delante mía.

Cuando por fin pude ver, vi que había una mesa preparada para una comida de dos, algo así como un desayuno, en el mismo sitio donde cené con Leeroy. Me sentí algo incómoda al principio, pero después ese sentimiento desapareció.

-Sé que hubiera quedado más bonito si llega a ser una cena o una comida, pero sinceramente, no podía esperar. - dijo Niall.

-Niall...yo... - dije sin poder articular palabra, pero no se me notó mucho ya que apareció un camarero para tomar nota. El mismo chico que nos atendió a Leeroy y a mí. Dios, ¿qué pensará de mí al verme con otro chico?

- ¿Saben ya qué van a tomar?

- Emm... acabamos de llegar, si espera un momento, ya le avisamos. - dijo Niall.

El camarero hizo un gesto afirmativo con la cabeza y antes de irse se me quedó mirando unos segundos. Yo cogí el menú y empecé a leerlo sin darle importancia.

- Ogg, ¿lo has visto?

- ¿Que si he visto qué?

- Cómo te miraba el capullo ese.

- Niall, no exageres.

- No estoy exagerando. Incluso se ha girado para verte otra vez cuando ya se había ido.

- Deja de decir tonterías. No es lo que parece.

- Eso espero, porque como me enfade...

Adoraba ver a Niall así. Me recordaba a cuando éramos niños y él se enfrentaba a los típicos matones en el colegio cuando yo apenas sabía defenderme en otro idioma. Al rato llamamos al camarero y pedimos nuestro desayuno: dos cafés, uno solo para Niall y otro con leche condensada para mí, acompañados de dos trozos de pastel de chocolate al que llamaban "Caprichio".

Fue un desayuno divertido, estábamos prácticamente sólos, así que nuestras voces inundaban todo el salón.

- Deberías haberte pedido un café bombón como el mío, está buenísimo y no es tan soso como el tuyo.

- ¿Para qué quiero más bombones si ya te tengo a ti?

Los dos reímos animadamente. Y así fue el desayuno, entre bromas y bromas, aunque, para ser sinceros, a veces se me escapaba algo de verdad en forma de chiste.

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