Capítulo 18.

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- Oye... Es que me quedan grandes los pantalones... Y me preguntaba si...

- Lo siento. - dijo cabizbajo.

- ¿Cómo?

- Siento lo de esta tarde, no debí haberte insistido con lo del hospital... En fin, si tú no querías, ¿quién era yo para obligarte?

¿Qué quién eres tú? La mejor persona del universo, por supuesto.

- La que tiene que pedir perdón soy yo, tú sólo quieres lo mejor para mi y... Bueno... Yo soy una cabezota.

- Bueno... Un poquito cabezota sí que eres...

Los dos reímos. Por fin, ahora estábamos riendo los dos juntos. Nos fuimos acercando el uno al otro lentamente hasta que nuestros labios chocaron y nos besamos. Yo solté la ropa que sostenía mi mano y di un pequeño saltito colocando mis piernas alrededor de su torso. Él me sostenía con sus fuertes manos por mis muslos y cada vez aumentaba la rapidez del beso. Me condujo hacia su cuarto, estaba todo oscuro, solo lo iluminaba la luz del pasillo y un poco que venía de la ventana, pero ya ni eso, cerró la puerta con una mano y me apoyó en ella, quedando así un poco más alta que él. La verdad es que nunca había tenido complejo de tener poca altura, pero sí es verdad que Niall me saca un par de cabezas...

Nos seguimos besando, cuando de repente baja hasta mi cuello y empieza a besarlo con fuerza mientras me aprieta más contra su cuerpo. Yo cogí los hombros de su camiseta y tiraba de ella, no podía aguantar más y de mi boca salió un fuerte gemido, así que le cogí la cara y ahora era yo la que dirigía el beso. Yo también quería hacerle "sufrir" así que mordí su labio inferior una vez acabado mi beso. Él golpeó con su puño la pared y me desplazó hasta su cama, me echó en ella, y con esto, la camiseta que llevaba se me quedó por encima del ombligo. Él se quitó la suya al instante y se echó encima de mí. Esta vez los besos eran más delicados y dulces todavía... Hasta que empezó otra vez a trastear alrededor de mi cuello, esta vez en el lado contrario. Yo le arañaba levemente la espalda como señal del placer que sentía en ese momento y él pasó sus manos delicadamente por debajo de mi camiseta haciendo suaves caricias como para que me sintiera relajada, pero era imposible, ya que se me puso el vello de punta y yo metí mis manos por la parte trasera de sus pantalones. Él rió levemente y yo pensé en qué se me pasaba por la cabeza para hacer eso... Pero... Ya estaba siendo demasiado perfecto todo como para que siguiera...

*DING-DONG*

¡no, no! me niego totalmente a que esto se acabe aquí.

Él separó su cabeza de mi cuello, me miró a los ojos y me dijo:

- Hoy no estoy en casa.

Y seguimos besándonos. Yo volví a rodear su torso con mis piernas y le agarré con mis manos su cara y él se llevo las suyas a sus pantalones dispuesto a quitárselos... Cuando...

- ¡Niall! Vamos ábrenos antes de que nos pillen aquí. - se oyó una voz que me resultaba familiar por la ventana.

Eran los chicos de la banda. Comenzaron como a gritar en voz baja, y Niall se incorporó y dijo:

- Mierda, se me olvidó que hoy había quedado con los chicos para pasar la noche jugando al FIFA y eso...

Su cara reflejó una expresión de desilusión y confusión.

- Niall, no pasa nada, ve y ábreles la puerta, yo estoy muy cansada así que me iré a dormir, solo tienes que enseñarme donde esta...

- Pff, no, dormiremos aquí. - "Dormiremos" perfecto. - pero claro que la idea no era esa de dormir exactamente.

Reímos, porque en verdad, pensábamos lo mismo.

- Iré a saludarlos y después os dejaré solos. - dije dándole un pequeño beso en la mejilla y levantándome de la cama.

Our Little Secret.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora