Con este pensamiento entré al taxi. Joder, no lo puedo creer. Es que no puedo estar ni un puto momento solo, siempre sale algún paparazzi. Levanto una piedra y hay cientos de miles. Intenté olvidarme de este incidente en el viaje del aeropuerto a la estación, sin éxito, claro está. Fui prácticamente corriendo para alcanzar el tren que salía a Mullingar, sinceramente no me apetecía esperar hasta mañana a que saliera el siguiente. Gracias a Dios llegué justo a tiempo, embarqué y ocupé mi asiento. Intenté dormir todo lo que no había dormido en el avión por culpa de Barbara. Puff Barbara, con todo el lío del paparazzi y de que perdía el tren me he olvidado de ella, pero también me he olvidado de otra persona más importante... Lucía. Que raro que aún no me haya llamado ¿y si le ha pasado algo? No por Dios, eso ni de broma. Me pregunto qué estará haciendo ahora mismo.
*Narra Lucía*
- ¡Ya estamos aquí! Bienvenida a casa. - dijo Leticia nada más abrir la puerta de nuestro pequeño piso.
No es gran cosa, incluso me atrevo a decir que mi apartamento en Londres se ve más espacioso. Nada más entrar ya está el salón, te encuentras con el perfil de un sofá y enfrente la tele. Mucha decoración, se nota que las chicas han pintado y decorado esto en mi ausencia. La cocina está a plena vista y la separa del salón unas encimeras que actúan como si fuera la barra de un bar. Un cuarto de baño pequeño y la habitación con tres camas donde dormíamos juntas.
- Iré a dejar la maleta al cuarto. - dije quitándosela a Jesús que, caballerosamente, se ofreció a llevarla.
Estaba en la habitación cuando oí al chico decir.
- Oye, el domingo, ¿a qué hora te vas?
- El avión sale a las doce de la mañana, creo.
- Vaya... Entonces sólo nos queda esta noche para ir de fiesta.
- Anda, anda... No me hables de fiestas. - dije entrando al salón mientras recordaba mi última fiesta...
- ¿Y eso?
- Bah, nada. Bueno, ¿qué tal vosotros? Estas dos no me han contado nada. - dije queriendo cambiar de tema.
- Oh, vaya, lo sentimos si no pasa nada interesante. En fin, aquí nadie ha empezado a salir con un miembro de la banda más famosa del mundo. - dijo Adriana.
Jesús me fulminó con la mirada. No era una mirada enfadada, sino como decepcionada y triste, sin embargo hizo nacer en mí una sensación bastante incómoda.
- ¿Cómo? - dijo sin salir de su asombro.
- Ay que ver Jesús lo anticuado que estás - dijo Leticia entrando en acción - Niall, el amigo de Lucía del que hemos estado hablando en el coche, es su novio.
Indiscutiblemente mis amigas no son para nada reservadas.
- Ah ya... Me alegro por ti. - dijo mirándome con una mirada difícil de descifrar.
- Ya, y yo... - ¿"Y yo"? Oh venga, ¿En serio? Lucía, cada día te superas.
- Bueno, vuelvo a casa. Llamo a estos y esta noche salimos de fiesta. Hay que celebrar que nuestra Lucía está de vuelta. - dijo intentando verse un poco más animado, pero se le veía confuso y eso me ponía nerviosa.
"Nuestra Lucía" eso me recordó a cuando decía "mi Lucía".
- ¿Quiénes son "estos"?
- Pues los de la academia de baile, Darío... Ya sabes, nuestro grupo de amigos.
- Oye, no va a ser buena idea. Mejor llama sólo a Darío, que tengo muchas ganas de verle y comemos aquí unas pizzas o lo que sea. Pero fiestas no, por favor.- dije necesitando que le pareciera bien.
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Our Little Secret.
FanficMe llamo Lucía Aguilar y desde pequeña me ha gustado bailar, pero no ballet ni nada de eso, lo mío era el breakdance. Mi madre nunca apoyó esto, ya que para ella yo tenía que ser una princesita, pero estaba mi padre que siempre me decía que tengo qu...