Capítulo 34.

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*Narra Lucía*

Estaba tan enfrascada en mis pensamientos y en lo que estaba haciendo que me llevó unos instantes reaccionar ante lo que había oído. Dejé de besarle y saqué mis manos de sus boxers, le miré a los ojos y, efectivamente, su expresión confirmaba que lo había escuchado bien. Poco a poco me fui incorporando en la cama, era todo tan raro: una mezcla de sentientos se agolpaban en mí y casi no me dejaban respirar. Tristeza, miedo, rabia, enfado... No sabía cuál predominaba pero era una sensación horrorosa.

- Lucía, yo... - Comenzó a decir Niall cuando notó que yo estaba llorando.

- Cállate. - dije con un hilo de voz. - Ya has dicho demasiado.

Me incorporé y busqué mi ropa por las sábanas y por el cuarto. Me sentía utilizada, como una cualquiera y sobre todo, rota.

- Ha sido sin querer, de verdad... no... no sé qué ha pasado... yo sólo... de verdad que no lo sé.

- ¿Ah, no? Pues yo sí que lo sé. Has aprovechado el fin de semana en el que no estaba tu novia para follarte a la primera modelo que ha pasado por delante de tus narices.

- Lucía, no. Te prometo que no hice nada con ella...

- ¿Crees que soy tonta? ¿Que me puedes engañar una vez más? - dije mientras me secaba las lágrimas con mi ropa antes de ponermela.

- No llores, cariño. Por favor, déjame hablar. - dijo cogiéndome las manos.

-No hay nada que hablar, y yo no soy tu cariño. - y dicho esto salí de la habitación.

Las lágrimas en mis ojos no me dejaban ver con claridad, pero necesitaba salir y tomar el aire cuanto antes.

- Lucía, por favor. - dijo Niall parándome cuando estaba a punto de abrir la puerta principal de la casa. - Déjame explicarme. No tengo ni la más mínima idea de lo que acaba de pasar ahí arriba. Sólo sé que soy un gilipollas y un bocazas y que te quiero con locura. Jamás te dejaría por otra chica, joder llevo colado por ti toda la vida. Tienes que confiar en mí y creerme cuando te digo que no te cambiaría ni por todas las ángeles de Victoria's Secret juntas. Te quiero, y ese es un sentimiento muchísimo mayor a todos los demás y me parte el alma verte llorar por mi culpa. No merezco tus lágrimas, mi última intención aquí es hacerte daño.

El silencio inundó la casa y ahí estábamos los dos, yo llorando y él con las lágrimas saltadas.

- Entonces... ¿Estabas pensando en ella mientras lo hacíamos?

- No, no es eso...

- ¡¿Entonces qué, Niall?! ¡No puedes pretender que deje esto como si nada hubiera pasado! No es normal Niall. Al menos no para mí y creo que merezco una explicación.

- Simplemente... me he equivocado.

- Ya, bueno. Quizá la que se ha equivocado soy yo.

Salí de la casa aún sin saber muy bien a dónde ir.

- ¡Lucía por favor, vuelve!

Me gritó Niall desde la distancia, yo hice caso omiso a su llamada y oí cómo cerraba la puerta con un fuerte golpe.

Sabía que no tenía ni idea de lo que iba a hacer a continuación, que estaba andando sin realmente llegar a ningúm sitio y que mis maletas seguían en casa de Niall. Ni siquiera quería pensar en él, le he querido hasta la saciedad y así me lo paga. Aunque bueno, lo peor de todo es que sigo enamorada de él como el primer día. Entonces se me ocurrió a quién podía llamar en ese momento. Busqué en la lista de contactos de mi móvil y llamé a la persona indicada que me podría ayudar.

- ¡Lucía! ¿Ya has vuelto a Londres?

- Harry... - dije sollozando.

- Hey, ¿Te pasa algo? ¿Estás bien?

- No, Harry. No estoy bien.

- Voy a recogerte, ¿dónde estás?

- No tengo ni idea, en algún lugar cerca de la casa de... de Niall. Hay un parque con toboganes y demás cosas infantiles.

- Está bien, en quince minutos estoy allí. Sientate, respira hondo y no te preocupes por nada.

- Adiós Harry, gracias. - dije colgando el teléfono sin que a él le diera tiempo a despedirse.

Me senté en unos de los bancos del parque y recordé la vez en la que Niall y yo llamamos a un cerrajero para que abriera la puerta de mi casa, de camino pasamos los dos por aquí, vimos a la pareja anciana abrazados y él me dijo que nunca me iba a dejar caer. Adivinad quién se creyó como una tonta semejante mentira. Exacto, yo. Mi llanto se hizo más fuerte y no quería ser la protagonista de un numerito en mitad de la calle, así que saqué mis auriculares de la chaqueta y comencé a escuchar la música de mi móvil.

En el aleatorio la primera canción que salió fue "Amnesia" de Five Seconds Of Summer. Genial, totalmente dirigida a mí. Entonces me acordé de aquella vez que los chicos de aquel grupo y los de la banda de Niall salieron de fiesta, al igual que yo con las bailarinas del trabajo. Aquella noche en la que me protegió del pervertido que quería ligar conmigo y pasamos la noche juntos. Otra vez que caía como la idiota que soy.

Y así pasaron los minutos, con sus sesenta segundos cada uno, esperando a Harry y sintiéndome identificada con cada canción que al aleatorio le daba la gana de poner.

- Lucía. - Me llamo Harry permaneciendo de pie delante mío.

No tuve fuerzas para responderle, simplemente me levanté y le abracé.

- Vamos al coche. - me dijo mientras nos separábamos.

Una vez sentados me quité los auriculares y pasé todo el viaje en silencio mirando por la ventana con la mente totalmente en blanco. Era consciente de lo que acababa de pasar y no me lo podía quitar de la cabeza, pero ya no le daba tantas vueltas.

Al llegar a nuestro destino Harry me invitó a salir del coche y entramos en lo que supuse que era su casa.

- El salón está al fondo, puedes esperar en un sofá mientras te traigo algo de beber.

- Agua estaría bien, gracias. - dije mirando a un punto fijo en el suelo.

Fui caminando hasta el salón y me senté como él me había aconsejado.

- ¿Me vas a contar ya qué te pasa? - dijo acercandome un vaso lleno de agua.

La bebí de corrido y le expliqué todo a Harry. No solamente lo de esta mañana, sino también durante mi estancia en España.

- ...Y no puedo más Harry, no puedo más. ¿Cómo puedo tener una relación tranquila con el hombre al que quiero si en menos de una semana ha pasado todo esto?

- Oye, estoy seguro de que los dos habéis cometido errores y tal, pero seamos sinceros: si no los cometiéramos no seríamos humanos. La única cosa clara de todo este lío de historia es que los dos os amáis infinitamente. Y sí, puede que Niall haya sido algo mujeriego y tenga la oportunidad de ligarse fácilmente a las chicas, pero él es un tío legal, y te lo dice su mejor amigo. No tienes ni idea de cómo se le iluminaban los ojos cada vez que hablaba de ti, o de las maravillas que nos contaba de esa chica desconocida española. Creo que hubo un momento en el que llegué a odiarte por lo pesado que se ponía a veces.

Dejé al descubierto una pequeña sonrisa y rodé los ojos.

- Lucía, ninguna relación es fácil, sino sería todo muy aburrido, ¿no crees? Y es que esa es una de las cosas más bonitas del salir con alguien. Los quebraderos de cabeza, los enfados ocasionales... Todo eso implica que vuestro amor es de verdad. ¿No crees que si todo fuera ideal y perfecto habría una sospechosa insinuación de que algo va mal? Piénsalo.

Reflexioné unos largos segundos acerca de esto y casi estaba llegando a convencerme.

- Hazme caso. Niall te quiere a más no poder, por muy estúpido y metepatas que sea. Digamos que es un idiota enamorado, o lo que es lo mismo, un enamorado a secas.





Hola hola! Aquí estoy de nuevo con este cap que espero que os guste!!:) Recordad que cada vez nos estamos acercando más al final y votad y comentad para saber qué os parece xx

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