veinte

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—¡Oficialmente faltan tres meses para tu cumpleaños! —Anunció Daniela feliz entrando a mi habitación—.

—Uh, sí, que felicidad, un año más vieja —Dije sin rastro de felicidad mientras leía Buscando a Alaska—.

O en venezolano sería "Buscando a Yusinarlay"

—¡Al fin serás mayor de edad!

—Ya soy mayor de edad —Reclamé y dejé el libro a un lado—.

—We, ¿Desde cuándo?

Suspiré.

—Olvídalo. ¿A que quieres llegar con esto? 

—Pooooorqueeee, ¡Hoy es mi cumpleaños!

Repasemos, son las dos de la madrugada, estamos en Bélgica, no me sorprendería que hiciera un par de grados bajo cero, ella usa short cual playa, soy yo la que parece bolita de tantos abrigos.

—Naaah, ¿Enserio? —Seguí con mi libro—.

Se quedó estática en su lugar mirándome con mala cara.

Se acercó a mí, me quitó el libro y me lo pegó por la cara.

—Pero coño —Le arranqué el libro de sus manos—. ¿Sabes cuánto tiempo estuve buscando esta vaina? Como tres meses, y ni siquiera cuenta porque está en ingles, leo y después pierdo el hilo.

—Que raro, porque no fui yo la que se fue de tour con One Direction.

—Raspé cinco veces ingles, no te sorprendas. Nos pedían cantar, ¿Que voy a cantar yo en ingles? Kiki ma jans tu maself —Hice una mueca—. No me sorprendería haber dejado a los carajitos esos sordos.

—Podías haber cantado Sorry, eras bien fan de esa cancioncita.

—Is it tu lait tu sai sorri nauw —Ladeé la cabeza—, no, no creo.

—¿Cuando tenei' sueño eres medio mongólica, verdad?

—Seh, compatriota —Reí—. En fin —Miré el reloj y conté las horas de diferencia—, aún no es tu cumpleaños, son las once y cincuenta allá.

—No, son las doce y veinte. ¿Estás perdia?

—No, recuerda los treinta minutos de aumento.

—¿Qué?

—¿Eres de la que cambió la hora o la que dejó la hora igualita?

—Verga, supongo que la cambié —Dijo mirando su reloj y su teléfono al mismo tiempo—.

—Ah, feliz cumpleaños entonces —Sonreí—, vete pues, tengo sueño.

—Eje, pero ti tuvieras a Lo... —Le lancé una almohada antes de que siguiera—.

—Te callas —La señalé—.

[...]


Las tres entramos como divas al estadio.

Con tres me refiero a Daniela, Danielle y yo.

Y con "Entramos como divas" me refiero a aquellas dos, yo me doblé un pie.

Quiero odiar a Danielle pero no puedo coño, creí que resultaría ser toda así, diva, Regina, Chanel, Harry, pero no.

No sé, no me lo esperaba.

Por allá estaba Brooke, recién iba saliendo al estadio, ya estaba vestida como seguridad.

Debía ejercer su empleo como compatriota de la República Bolivariana de Venezuela protegiendo a los cantantes y a las cantantas. ahre.

Just a Secret » l.t. ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora