veinticinco

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Estaba limpiando la casa, estábamos de vuelta a Londres ya que los chicos iban a asistir al Summertime Ball de Capital FM, y como los desgraciados no se niegan a nada, y hablo de los ocho.

Mi mamá y Gabriela llegaban hoy, yupi —Noten mi sarcasmo—.

Daniela está bien cómoda viendo televisión en la sala, kike me iba a ayudar.

—Yo siempre limpio, te toca a ti —Alzó la voz—.

—Yi siimpri limpii ti tici i ti —La imité mientras me subía a la cocina para limpiar la ventana—.

Habían pasado un par de días desde los premios, nadie me había preguntado nada de Brooke desde entonces, eso sí, ese día la vaina en Twitter y en todas las redes sociales que existan se prendió.

Twitter es mi prioridad... Después de Wattpad, obviamente.

Ni Gabriela, la bicha esa que está pendiente de un chisme me ha preguntado, a lo mejor quiere enterarse de la vaina en persona, cómo siempre, aah, pero soy yo la que se tiene que calar diez minutos de una nota de voz por WhatsApp.

Escuché que tocaron el timbre y le grité a Daniela.

—Anda a abrir la puerta, hacé algo por la patria.

Bufó y se levantó para ir hacia la puerta.

A continuación escuché la voz de mi mamá y Gabriela.

Me bajé de la cocina y fui para allá.

—¡Chamá! —Gabriela me abrazó—. ¿Por qué hueles a desinfectante de cocina?

Reí nerviosa y fui a lavarme las manos para volver rápidamente.

—Pero si aquí está mi bebé, la que metieron presa pero no importa —Mi madre me desordenó el cabello—.

—También te quiero, má —Murmuré—.

—Y la que me da dolor de cabeza con mis yernos —Hizo esa cara que sólo ella sabe hacer cuando me jode—.

—Tú y yo tenemos que hablar —Gabriela me jaló del brazo hasta la cocina, se sentó en una silla—. Ay chama, yo te iba a llamar cuando lo de los premios, te has ganado mi corazón cuando le metiste la cachetada a la tipa esa, marica, yo grité. Después la vaina en Twitter, ¡Dios! Sí que fue un gran día.

—De pana. Ah, y es hija de Maduro.

—¡¿QUIÉN?! —Pegó madre grito—, marica, que pena.

—Brooke.

—Ya va, ¿es venezolana?

—Si te pones a ver, más bien es colombiana. Ni le creí, a lo mejor lo dijo pa' picarme más.

—Impactada. Dios, que beta.

—Coño, sí.

La dejé sola y volví a la sala donde estaban Daniela y mi mamá, a los pocos segundos Gabriela vino.

—Así que, ¿Cuándo conoceré a mi yerno? —Preguntó mi madre mirándome—.

—Ajá, Daniela, ¿Cuándo va a conocer a Ashton?

Mamá miró seria a Daniela, esta sólo sonrió.

—Hablando de Ashton, ¿Qué hay de Luke? —Dijo sin dejar de sonreír—.

Ahí fue cuando recibí las miradas de las otras dos presentes en la sala.

—De hecho hoy se presentan en el Summertime Ball —Mencioné—.

—¡Perfecto! Que buen lugar para conocerlo, ¡Una playa!

—Eh, mamá, es un estadio.

—¡Mejor aún! Por supuesto, tú tienes permiso para entrar, eres la estilista.

Just a Secret » l.t. ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora