treinta y tres

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Me quedé en shock tratando de asimilar las palabras de la mamá de Gabriela.

—¿Qué? —Fue lo único que alcancé a decir—.

—No llegó a casa jamás, y los policías la encontraron por el quinto coño.

Creo que no debería hacerla hablar más sobre el tema, su voz se corta en cada palabra que dice.

—Tranquilícese, señora Emma, todo se resolverá, tranquila —Dije tratando de calmarla y, por una parte, también tratando de calmarme para no gritar ni matar a nadie—.

—Lo sé, linda, están en eso. Lamento arruinarte tu cumpleaños.

—No importa eso en este momento, son cosas que pasan.

Luego de intercambiar un par de oraciones finalicé la llamada y los chicos junto con Daniela, Danielle, Brooke, incluso Arzaylea me miraron extrañados.

—¿Qué pasó? —Preguntaron Niall y Daniela al mismo tiempo—.

—¿Quieren escuchar la noticia buena o la mala?

—La buena —Dijeron al unísono—.

—Olvídenlo, no hay buena... —Suspiré—. Sin muchos rodeos, chicos, Gabriela murió.

Noté cómo Brooke se tensó y se fue de la habitación, no le presté mucha atención.

Jalé mi cabello hacia atrás aguantando las ganas de llorar.

—Lo siento mucho —Murmuró Daniela—.

Miré a los chicos que toditos tenían cara de confundidos, los miré con curiosidad.

—Hablaste en español —Habló Michael—.

Rodé los ojos y repetí lo que dije pero en inglés.

Los ocho se asombraron... hasta Arzaylea.

—¡¿QUÉ?! —Gritó Niall—. ¡Debes estarme mintiendo! ¡No te voy a creer hasta verlo con mis propios ojos!

—¡¿Crees que jugaría con eso?! Piaso' e' gafo.


[...] 

Miré como poco a poco el ataúd bajaba hasta el hoyo que habían cavado previamente.

No había expresión alguna en mi rostro, solo ganas de llorar, he llorado como una Magdalena todo el día.

Era como un típico velorio, las nubes negras por todo el cielo y ese calor infernal que confirmaba lluvia para el final del día.

O quizás ese calor ya era de costumbre en Venezuela.

Marica, mi amiga, mi pana, mi convive, ya no estaba.

Osea, cuando éramos carajitas jugando...

Tampoco así pero ya ustedes entienden

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Tampoco así pero ya ustedes entienden.

O mariqueando por ahí...

Y si la Magdalena no era yo, entonces era Niall

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Y si la Magdalena no era yo, entonces era Niall...

—¡Era tan increíble esa chica! —Lloró y puso su frente en mi hombro—. ¡No puede haberse ido!

Hice una mueca mientras aguantaba las ganas de llorar.

—Si seguís diciendo esas vainas soy yo la que va a llorar contigo.

Era esa una de las razones por la que la gente nos miraba raro.

—¡Sólo hazlo!

—Niall, cállate, coño.

—¡¿Para qué?!

Suspiré.

—Niall, Gabriela no se ha ido, sigue aquí como una persona no visible, como un fantasma, y estoy segura de que te está mirando a ti.

Si la única forma de consolarlo es asustándolo, pues bueno, parece que funcionó porque volvió a como estaba antes.

Serios pues.

Luego de que todos se fueran y de despedirme de los padres de Gabriela y la familia que conocía, me quedé un momento y leí la lápida que la tía de Gabriela mandó a hacer en... ¿Granito?


❝  Gabriela Fernández

2000 - 2018

"When I close my eyes, all the stars align, and you are by my side"


Ambas compartían la obsesión por esa canción, no me pregunten porque.


Reí un poco.

—Chama, sabes que jamás te olvidaré. Pero si venís a espantarme a media noche lo que haré es darte un almohadazo —Mordí mi labio buscando algo que decir—. Parezco la propia loca haciendo esto pero sabes que siempre lo hago, y jamás pensé en hacer esto para ti —Suspiré—. Sea quien sea lo que hizo lo que te hizo las va a pagar porque eres mi convi y contigo nadie se mete sin pasar por encima de mí ya que eres como mi hermanita menor, así hubiera sido el hampa más arrecho de Venezuela —Fue ahí cuando comencé a llorar—. Sabes que soy es hampa —Reí un poco—,  esto es peor que graduarse de quinto año. Te quiero, pendeja, recuérdalo siempre.

No sé cuanto tiempo había pasado cuando Luke tocó mi hombro.

—Tenemos que irnos, está lloviendo, si no te has dado cuenta.

Lo miré.

—Debes estarme jodiendo, sabes por lo que estoy pasando y me preguntas si acaso noté la lluvia, lo sé, pero déjame ser rayita, coño.

Sonrió a medias.

Di una última mirada a la lápida y comencé a caminar junto con él hacia el auto.

Me detuve cuando recuerdé lo que dijo Brooke, a lo que Gabriela le temía tanto, como era ella tan huevona y yo tan ligh.

—¿Pasó algo? —Preguntó Luke deteniéndose a un par de pasos lejos de mí—.

Asentí con una sonrisa de querer matar a alguien mientras pasaba mi mano por mi cabello.

—Sí... Brooke es lo que pasa.

Just a Secret » l.t. ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora