-¡Ya despierten dormilones!-Dijo mamá sacudiéndonos.-¡Ya es hora de desayunar!
-No molestes mamá.-Dije entre dientes.
-No seas desobediente Ali, es tu madre.-Dijo Dereck despertando.-Ah por cierto, buenos días.-Deposito un suave beso en mis labios.
Estábamos en el sillón, cubiertos por una de mis mantas, abrazados.
-Por favor chicos, no en frente mio.-Dijo mamá tapándose los ojos.
-Ya mamá, no seas así, yo debo aguantar ver los tuyos con papa y no digo nada.-Dije sacándole la lengua.
-Si, tienes razón, solo era una broma.-Dijo sacudiendo mi pelo.-Ahora levanten esos traseros y vallan a vestirse, deben desayunar.
-¿Que hora es?-Dije enderezándome.
-!Pues ya es medio día Ali!-Oh, ya era tarde.
-Pero, yo no tengo ropa.-Dijo Dereck rascándose la cabeza.
-No te preocupes hijo, llamó tu mama temprano, y le dije que te trajera ropa, aquí tienes.-Le estiró un bolso donde seguramente estaba su ropa.
-Gracias.-Dijo Dereck sonrojándose.
-Ahora si, vallan a vestirse. Dereck tu puedes usar mi cuarto.
Genial no podré cambiarme ropa con Dereck. ¡Que dices Ali! Es obvio que tenemos que estar en piezas distintas.
-Está bien mamá.-Tomé a Dereck de la mano y lo dirigí al cuarto de mamá.-Es aquí. Yo vuelvo enseguida, iré a cambiarme.-Me di media vuelta para irme pero el me retuvo tomando mi mano.
-Ali espera.
-¿Si?-Dije dedicándole una sonrisa.
-Te amo.-Dijo acariciando mi mejilla.
-Yo te amo mas.-Dije sacándole la lengua.
-Eso ni lo pienses, yo más.-Dijo, y se fue acercando a mis labios.
Estábamos como a un centímetro de distancia y yo hablé.
-¿Que no vas a besarme ya?-Dije cruzando mis brazos.
-Iba a hacerlo justo cuando hablaste.-Dijo Dereck cruzándose también de brazos.
-Oh, rayos, yo siempre cargándola.
-Ya ven aquí.-Me dijo sonriendo.
Me acercó a el tomando de mi espalda, y una vez que ya estuve cerca subió su mano a mi mejilla y se fue acercando lentamente, hasta que por fin, después de esos segundos que parecieron siglos esperando a que me besara, pegó sus labios con los mios y comenzó a besarme. En verdad nuestros labios estaban hechos el uno para el otro. Sus besos eran algo que no podría describir. En una palabra eran maravillosos.
-Te amo.-Dijo después de besarme.
-Yo más.-Dije dando un último beso, ya que mamá nos gritó desde abajo que nos apresuremos.-Ya, no me distraigas Dereck Grimes, debo ir a cambiarme.
-Había olvidado lo puntual que eras Alisson Mcall.-Dijo aún abrazándome.
-Ya enserio, me voy a cambiar, no tardes tanto.-Le guiñe un ojo y me fui a mi habitación.
Me puse unos jeans negros rasgados en las rodillas, una blusa a cuadros rojos y verdes que me quedaba holgada, y mis vans negras. Luego de esto peine mi cabello y lo dejé suelto. Y simplemente bajé. Dereck ya estaba abajo, sentado en el comedor conversando con mamá.
-Y así me dijiste que no tardara tanto.-Dijo Dereck rodando los ojos.
-No es mi culpa, los hombres siempre tardan menos.-Dije sacándole la lengua.