Desperté por la maldita alarma que es la que esta encargada de arruinar todos los días los hermosos sueños que estoy teniendo, enserio fastidia.
Hoy es Lunes... ¡Lunes! Dereck pasará por mi dentro de poco, debía levantarme enseguida para poder alcanzar a estar lista y no llegar tarde.
Me levanté de la cama y me metí enseguida a la ducha. Cuando salí me seque el cabello y comencé a vestirme, me puse todo el uniforme y dejé mi cabello suelto. Me enchine las pestañas y me puse un poco de máscara de pestañas. Por último aplique un labial que era un poco mas rojizo del color de mis labios, pero me encantaba, porque al momento de que se secaba el color quedaba en mis labios y no salía con nada por 24 hrs, entonces al momento de besar a Dereck, pues no habría problema.
Luego de estar lista bajé, mamá tenia listo el desayuno entonces me senté a desayunar. Cuando ya iba en la mitad de mi desayuno alguien tocó la puerta.
-¡Voy yo!-Dijo mamá
-Está bien.-Seguí comiendo.
Cuando me estaba metiendo una cucharada de cereal a la boca alguien cubrió mis ojos y paré en seco.
-Adivina quien soy.-Dijo Dereck.
-Dereck, enserio no tienes porque hacer eso, obviamente eres tu.-Era obvio.
-No estés tan segura.-Dijo Dereck.
Tomé las manos que me cubrían los ojos, miré hacía atrás y no estaba nada mas ni nada menos que mamá.
-!Mamá!, no me hagas esas bromas.-Dije fingiendo que secaba una lágrima.
-Lo siento, es que con mi yerno somos geniales haciendo bromas.-Chocó el puño con Dereck.
-Tu madre es genial.-Me dijo Dereck.
-¿Y tu no piensas saludarme?-Dije cruzándome de brazos.
-Oh, lo siento, hola.-Dijo y me levanto los dedos con el signo de amor y paz.
-Muerete.-Dije levantando el dedo del medio.
-Son bromas chiquita, sabes que te adoro ¿no?-Dijo apretando mi cara contra su pecho.
-Pues no lo parece.-Dije fingiendo que estaba enojada.
-Ya, ven aquí.-Tomó mi cara y la acercó a la de el, uniendo sus labios y los mios en un dulce beso matutino, el cual no pudo seguir gracias a mamá.
-Ya ya, tortolitas vámonos o llegarán tarde.-Dijo cruzada de brazos.
-Está bien.-Dijimos al mismo tiempo con Dereck.
-¡Chicle!-Dijo Dereck golpeando mi hombro.
-¡Hey! ¿¡y a ti que te pasa!?-Dije sobando mi brazo.
-Dijimos lo mismo al mismo tiempo, ahora me debes un chicle.-Dijo encogiéndose de hombros.
-Pero que tierno eres gatito.-Dije rodando los ojos.
-Ya lo sabia chiquita.-Dijo lanzándome un beso.
Nos subimos al auto y fuimos todo el camino al colegio jugando, cantando, haciéndonos cosquillas, y ya saben... Todas esas cosas cursis, que con él, no me parecen tan cursis.
Mamá estacionó en frente del colegio, y Dereck se bajó enseguida. Me abrió la puerta y dijo.
-Damisela, me permite por favor.-Dijo extendiendo su mano.
-Pues, claro.-Dije fingiendo delicadeza.
-Ya Ali, tu no eres así, vuelve a como eras antes.-Dijo Dereck cruzándose de brazos.