Capítulo 30

567 40 83
                                    

La civil war llegó

Peroo no te preocupes, ya que aquí está para que apoyes a tu favorita:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Peroo no te preocupes, ya que aquí está para que apoyes a tu favorita:

Fue justo en ese momento, que John Lennon sintió el dolor más fuerte que alguien pudiese sentir, mucho peor que la muerte de su madre Julia o la de Stu Sutcliffe, era su hijo quien estaba en peligro ahora, empezó a reír deliberadamente hasta que hizo tantas carcajadas que su estómago se endureció tanto y por ende salieron lágrimas, un montón de ellas, caían sobre diluvio sobre su rostro y toda su chamarra, no sabía qué hacer, cubrió su rostro con sus dos manos, estaba inconsolable.

—Lo siento mucho, señor Lennon—el doctor afligido intento darle ánimos.

—Mi hijo no merece estar aquí, esto no puede ser cierto—siguió sollozando—, lo peor es que no sé...

—. ¿No sabe qué?

—Cómo demonios se lo diré a Linda—sonó su nariz—, debe estar en camino, rápidamente preocupada por la salud de su hijo y ahora que sepa de esto ¡Nadie sabe que pueda hacer!

—Descuide señor Lennon—el doctor le dio un par de palmadas sobre su espalda—, ¿Quisiera que se lo diga yo?

—N-no—talló sus ojos—, no podría soportarlo. Debe venir abatida, triste, inconsolable ¡No puedo decírselo! Pero tengo que...

John miraba al suelo, sus ojos parecían caérsele por instantes. Cuando de pronto escucho algo que perturbo su tristeza por completo, eran unas risas ¿Risas? Se preguntarán igual que él, alzó el rostro violentamente y fue su sorpresa ver a Linda y Paul caminar tranquilamente por el hospital, tomados de la mano, con una sonrisa de mejilla a mejilla. ¿Qué diantres estaba viendo?

Así que se levantó bruscamente de la cama, camino en dirección a ellos con los puños cerrados y reclamo sin pensar:

—Este es el colmo—gritó—. Digo ¡Nuestro hijo está en coma! Y ¿Tú vienes a celebrar? ¡Eres el colmo!

—. ¿Qué?—ella pregunto inquisitiva—. ¿En coma?

—. ¡Sí, maldita groupie de mierda!—alzó su mano—Y a ti se te ocurre venir celebrando tu amor ¿No?

En una parte John le reclamaba eso a Linda, usando esos argumentos pero por otra parte se estaba muriendo de celos al haber que ellos dos habían vuelto.

—Oye John—Paul se entrometió—, no te permito que le digas eso a Linda.

—Eres un imbécil, McCartney—dijo aún más grosero—. El idiota del siglo si a mí me lo preguntan, no solo te mintió, te estafó ¿Cuánto pagaste por el divorcio? Y ¿Vuelves con ella? Realmente son tal para cual.

El tercer hijo de John LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora