Capítulo 15

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*N/A Aquí ya empieza lo bueno *o*

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Linda sujetaba los brazos de Cynthia e intentaba tranquilizarla antes de que cometiera otra locura, empezar una pelea con Susan Bevans y Yoko Ono no era nada conveniente para ninguno de los 3, las mencionadas anteriormente solamente se reían ante sus intentos burdos de defenderse.

—Además de rara, loquita—susurró Susan, no evitando la risa que congestionaba.

—Cállate—ella quería golpearlas, soltarse y darle su merecido a las dos mujeres—. ¡No tienen ni idea de con quien se están metiendo!

—Con una rara histérica como tú—Yoko también se burló.

—Mira Yoko—John se interpuso entre ellas dos y Cynthia—. Para raras e histéricas, será mejor que no digas tu nombre, ¿No te muerdes la lengua? Tú eres la reina de las raras.

—Defiéndela ahora si es lo que te agrada—Yoko no paraba—. Pero todavía recuerdo como la humillaste esa vez que regresó de Grecia por sus "vacaciones" —hizo una sonrisa malvada—. Así que a ti no te queda defender a nadie.

— ¡EL PUNTO ES! —Cynthia volvió a gritar, esta vez más controlada—. ¡No permitiré que se metan con mi hijo!

—Oh vaya, así que ¿No quieres eso, verdad? —preguntó Susan interesadamente—. Entonces ya sabes lo que tienes que hacer, aléjate de esta "familia"

—Tienes mucho miedo, lo notó en tu mirada, pero sabes perfectamente que yo tengo la razón—Cynthia la confrontaba sin temor—. Pero ya sé porque, tengo una teoría bien elaborada y hecha que salvara a John y a Linda.

— ¡SILENCIO! —Susan la aventó hasta la puerta—. Pondremos cámaras, todo lo posible para que no puedas decir ABSOLUTAMENTE nada a este par, mi versión es la original, Leopold es su hijo y tiene que estar con él ¡NADA DE LO QUE TÚ DICES ES CIERTO!—gritó histéricamente.

—La que nada debe, nada teme—dijo Linda, desde un principio notó que las intenciones de Bevans no eran buenas.

—Vamos todos a fuera, excepto los dueños claro está—ofreció Yoko como última estrategia—. De todas formas, está mujer—se refirió a Cynthia—. No puede entrar aquí.

Justo al momento después de que dijo está oración, unos trabajadores especializados en asuntos de seguridad en la casa, cámara, transparencia personal y electricistas llegaron, invadiendo así la privacidad, ellos configurarían las cámaras en todo el departamento Lennon.

—Mamá—Leopold salió aterrado de su habitación y abrazó a Linda—. ¿Qué hacen estos hombres aquí?

—N-no tengo idea hijo—tomó sus brazos—. Quisiera que ellas lo dijeran.

—Ya saben—Susan dijo en un tono tranquilo pero a la vez interesado—. Configuraran las cámaras de seguridad, si vemos entrar a está—las humillaciones para la pobre Cyn no se detenían—. Vendremos y le quitaremos la custodia de Leopold, hasta de Julian.

—No hables de esas cosas frente a él—dijo John furioso, realmente estaba suprimiendo todo lo que sentía.

—Esto no ha terminado—Cynthia tomó la manija de la puerta, pero antes de salir, exclamó—. Yo sé perfectamente tu trampa, Bevans, pero te aseguro que no vas a ganar, la verdad finalmente saldrá a la luz.

Yoko la vio sin preocupación, su mirada siempre era poco importante y desinteresada, ella ya no tenía miedo de que es lo que pudiese pasar, como su nueva aliada y amiga era Susan, ella tampoco temía por las consecuencias, las dos se habían vuelto en unas increíbles víboras.

El tercer hijo de John LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora