Capítulo 5

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*Resubido*

Linda sintió como una parte de su alma regresaba completamente a ella en cuanto escucho las palabras del doctor, sabía que nunca debía subestimar el poder de la negación y ahora tenía sus frutos ¿Quién diría que realmente ese niño fuera dado a luz por Cynthia Powell? La ex mujer de John. Respiro completamente feliz, totalmente alivianada de saber que esto solamente era un trago amargo que nunca sería contado a sus nietos, se sentía la mujer más afortunada del mundo, Paul la abrazaba muy orgulloso.

— ¡Un momento! — gritó John, reclamándole al doctor. — Eso es estúpido ¡Cynthia no tendría ni un motivo como para abandonar a nuestro hijo!

El doctor esbozó unas pequeñas sonrisas en su interior, esto se les hizo bastante extraño a Yoko y Paul, hasta que finalmente...

—Mentí ¡Era una broma! Debieron de haber visto sus rostros. — el doctor comenzó a reírse graciosamente. — Pero si, la madre es Linda Eastman. — mostró los papeles que lo certificaban. — Y si no me creen, aquí pueden verlo.

La felicidad de Linda fue destruida con tan solo escuchar esto, Paul sostuvo el papel con total horror y unas lágrimas comenzaron a salir sin evitarlo, Yoko también contemplaba este documento y John actuaba completamente normal, él lo sabía, simplemente que no quería arruinar "la familia perfecta" de los McCartney. Eso es algo que solamente debía hacer Linda.

— ¡Es real! — gritó Paul con las esperanzas rotas. — ¡Este papel dice que eres su madre! — la miro con los ojos llorosos. — ¿POR QUÉ? ¿Por qué me engañaste?

—Esto... ¡Es una mentira! — Linda intentó defenderse. — ¡Se modificaron los resultados! ¡Señorita Bevans! — atacó directamente a Susan. — Si esto es una de sus artimañas déjeme decirle que...

— ¡Nada de eso, señora McCartney! — gritó con honor. —Yo nunca tendría razones ni motivos como para engañar a las personas ¡ENTIENDA! Y acepte de una vez que este hijo es suyo.

—Paul. — Linda ignoró sin importancia lo que Susan dijo. — Paul mi vida ¿Cómo podremos creerle a esta mujer? ¡Es patético!

—No quiero seguir aquí. — El pobre y dolido de Paul soltó los papeles en el piso y salió del hospital de inmediato.

Linda lo siguió, ignorando por completo la existencia de aquel niño indeseado, Yoko también se fue del otro lado, pero Susan detuvo a John y a su esposa.

—Señores Lennon.

—Disculpe pero somos los señores Ono-Lennon. — dijo Yoko poniéndose su abrigo.

—Como sea ¡John! — señaló. — ¡Usted no puede irse así como si nada! Tanto la señora McCartney como usted deben dar la cara por primera vez, por Leopold.

—Claro. — John admitió sin ningún problema. — Susan Bevans, dígame ¿Qué propones?

—Mañana ¿Podemos ir a su casa? Necesitamos hablar de esto problema, junto con Los McCartney. Esto no puede quedarse así.

—Tiene razón. Mañana vaya a nuestra casa a las 5 de la tarde, lleve al niño ¿Está bien?

—Sí señor Lennon, gracias.

John y Yoko subieron a su automóvil, y no dijeron absolutamente nada, tal fuera madre e hijo molestos por una mala calificación, llegarían a casa a "resolver" sus diferencias a la mala manera, porque ya ni siquiera les importaba el mal ejemplo que le daban a su hijo Sean.

Subieron con perspicacia hacía su departamento, donde May Pang desde hace tiempo que los estaba esperando.

—Gracias May. — dijo Yoko con indiferencia. — ¿Mañana podrías ayudarnos de nuevo? A las 5.

El tercer hijo de John LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora