Capítulo 31

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Notas:

Vean mi vídeo nuevo :D

Mañana estará el capítulo 32, el domingo a las 9:30 pm estará LA GRAN FINAL y una sorpresa para todos mis lectores fieles.

¡Sin más, pueden leer!

Los rayos del sol penetraron la cortina de la habitación de Linda, ella había caído en un sueño profundo que ni siquiera pudo taparse las cobijas, pero eso no era lo que le preocupaba, despertó con cierta extrañeza, miró por todos lados sin perder de vista nada, pero no estaba. Paul no se encontraba en la habitación.

Así que salió a su cocina, pero nada, ni en la sala, baño, azotea o en el cuarto de sus hijas. Fue algo que la preocupo terriblemente puesto que Paul no era de esas personas que sencillamente huían y sin más. Así que decidió llamar a John, probablemente había ido con él a tomar o a discutir sus "asuntos de hombres" como ella lo llamaba.

—Hola.

Bueno—contestó John somnoliento.

—Oh, lo siento si te desperté John, pero necesitó hablar contigo.

¿Qué pasa, Linda?

—Quiero saber si Paul está contigo.

No, él no está conmigo.

— ¡Diablos!—gritó desesperada— Ya le he llamado a George, Ringo y absolutamente nadie sabe nada de él.

¿Ya buscaste en el edificio?

—Sí, sí—aseveró—, pero nada de nada.

Mmm ¿Qué paso?

—No sé, en la noche yo estaba lavando mi cara. Paul ya estaba en nuestra habitación, pero de pronto escuche como salió de la habitación súbitamente, yo no le di importancia puesto que creí que tal vez había ido a ver a las niñas o por un bocadillo nocturno, pensé que volvería. Revise en las habitaciones de nuestros hijos y nada, ni siquiera pude percatarme que sus llaves no se encontraban. Así que intente mantener la calma pensando que fue por unos cigarros, dieron la una de la mañana y él todavía no volvía así que decidí esperarlo en la cama, pero me quedé dormida, acabo de despertar y todavía no ha llegado ¿Alguna idea?

No lo sé, pero descuida iremos de inmediato al departamento.

—Gracias—colgó el teléfono.

John hizo la misma acción y le pidió a Cynthia que la acompañara, los dos no perdieron tiempo así que tomaron sus abrigos, las llaves de la casa y empezaron su rumbo.

—Jules—dijeron casi antes de salir—, cuida a tus hermanos.

Entonces cuando abrieron la puerta, encontraron a alguien que ya no habían visto desde hace mucho... pero mucho tiempo.

—Hola—dijo la persona del otro lado.

—Susan—susurró John—. ¿Qué te trae por aquí?

—Quisiera—sonaba apenada—, hablar con los dos.

—Deberá ser en otro momento— John negó de inmediato—Lo que pasa es que vamos de salida.

—Por favor—pidió—, no les robare más de cinco minutos.

—De acuerdo—acepto Cynthia—, pero por favor, se breve.

La dejaron pasar al departamento como si no hubiera otra alternativa, los dos dueños caminaron hasta un cuarto privado y Susan fue más lenta, observando como los niños jugaban, Leopold la saludó a lo lejos y ella atendió su saludo. Pero finalmente llegó al lugar destinado.

El tercer hijo de John LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora