Capítulo 20

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¡Chicos! Perdón por haber demorado tanto, no era mi intención, pero ya saben, la maldita escuela arruina todo lo bueno :c Espero que disfruten el capítulo.

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Sin duda, lo que más le impresionó a Linda en ese instante no fue el hecho de que el padre de sus hijos haya sido acribillado a disparos, era lo importante. Pero sintió escalofríos y un dolor insoportable en su corazón cuando miro aquel anillo sobre el dedo de esa mujer desconocida, lo peor de todo es que usaba el anillo que Linda había usado durante 8 años.

— ¿Qué es esto?—susurró impotente.

—Mi anillo de bodas, me casare pronto con Paul, así que te exijo que te vayas.

— ¿Qué? ¿Por qué? ¡Yo no me voy de aquí! —gritó haciendo valer su posición.

—Suficiente—Jane detuvo la pelea. — Si van a discutir, vayan se de aquí.

—Mira pelirroja de porquería —Francie reaccionó violentamente—. No tienes derecho a hablar, ya que gracias a ti mi querido Paul esta así, la que debería estar fuera de aquí, eres tú.

—Soy capaz de reconocer eso, eso ocurrió la última vez— Jane no era de aquellas que se dejaba de nadie—. Por eso, yo le declaré lo que paso, y gracias a mi le devolvieron la custodia a Paul

— ¿Y debo aplaudirle? Eres una amante más, yo soy su mujer.

— ¡Ya basta!

Mientras Jane y Francie seguían discutiendo, Linda ni siquiera podía voltear a enfrente, cerraba sus ojos pensando que nada era real, no pudo más con la tensión que sufría, huyo corriendo del hospital como si no hubiera otra cosa que debiese hacer. Le costaba aceptar que ya había llegado el fin de si matrimonio, que ninguna cosa que hiciera podría lograr que Paul regresara a su lado, y ahora saber que ya se había casado de nuevo, era mucho peor. La hizo sentir como la peor persona del mundo. Debía de admitir que al casarse con un Beatle la había vuelto demasiado engreída, pero hasta ese momento no fue capaz de decir, que no se casó con Paul por prestigio, sino porque realmente lo amaba. Ahora lamentaba el momento ya que desgraciadamente no podría decírselo jamás.

(...)

Hay muchos puntos por las cual el disparo y regreso de Paul al hospital fueron malos, la primera no solo por su salud, sino también por lo que sus niños iban a vivir.

Presumida y creyéndose la dueña, entró Francie Schwartz a las 9:00 am del día siguiente, de los hijos McCartney era obvio que Heather es la mayor, por lo tanto sabe todo lo acontecido con su padre, así que cuando miró a aquella mujer entrando con tranquilidad y miedo aterrador, no dudo en preguntarle:

—Dime ¡Donde está mi papá! Sé lo que le pasó, así que dime que como se encuentra ¡Ahora!

—No le ha pasado nada grave a Paul—Francie respondió con una sonrisa de miedo—. Él está bien.

—. ¿Crees que soy idiota? —Heather frunció el ceño—. Sé lo que paso, así que te exijo que me digas su estado de salud ¡Rápido!

Francie no se encontraba bien, tenía sueño y nunca tuvo empatía o amor con los hijos McCartney, mucho menos con Heather, quien no solo era una hija adoptada, sino que tenía el apellido, pensaba que era una presumida oportunista y "que tenía el colmo de ser sumamente grosera", la miró con odio y le dio una fuerte bofetada.

—Eso no te importa, no me molestes.

—Claro que sí—se masajeo la mejilla—. Es mi padre.

El tercer hijo de John LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora