Orígenes

Capítulo tres.

Capítulo tres.

3 de Junio del 1998.

Estuvimos durmiendo tres días en las calles de chicago, realmente cansados de siempre estar durmiendo en una caja de cartón y comer lo que hay en recipientes de basura, aunque hayan sido solo tres días parecían años y me sentía realmente mal.

Sorbí mi nariz quitando las lágrimas de mis mejillas, odiaba en la situación que nos habían puesto nuestros padres. Si es así que se les puede llamar.

—¿Qué haces aquí jovencito? —Escucho la voz de alguien, me encojo en el cartón, la repentina imagen de mi madre lisa apareció en mi vista. —Tranquilo, no te haré daño. ¿Tienes hambre? —Rebusco en la cesta que colgaba de su brazo.

Mis ojos se iluminaron cuando asomó un sándwich y una manzana, realmente pensé que no comería de nuevo.

—Encontré algo de...—Lucas se trabó cuando me vio comiendo lo que la señora había sacado de su cesta.

Creo que una virgencita.

—¿Quién es usted? —Lucas le espetó a la virgencita y se arrodillo a mi lado dejando todo lo que había traído.

—Tranquila joven, soy del orfanato ¿Tú también tienes hambre?

Entretenido en mi comida no le presté mucha atención a lucas, estaba disfrutando de cuan bueno podía ser comer.

—No les haré daño, solo quiero ayudar. —Sonríe la señora mientras dejaba una especie de jugo delante de mí. —Ahora díganme, ¿Qué les ocurrió?

Lucas masticó de su manzana devorándosela pero no contestó.

11 de junio de 1998.

Olía bien, ambos estábamos vestido con ropa limpia y bonita. Ya no teníamos arena en nuestras pieles, las manos negras o el cabello mugre a diferencia estábamos muy aseados. Me miré el espejo, estaba dejándome peinar por la señora que nos recogió hace ocho días.

—Hoy viene una familia, dice que quieren dos hermanitos. Tal vez tengan la suerte y vayan con ellos, ¿Quieres Scott? —Pregunta la virgencita con mi nuevo nombre, la verdad no me llamaba de ese modo pero no diría mi verdadero nombre.

Me encogí de hombros restándole importancia.

No quería irme, realmente no. Había sido bueno convivir con niños de mi misma edad, compartían sus juguetes cosa que nunca había tenido. Me enseñaban a leer y escribir, y tu único trabajo era recoger frutas en un invernadero que tenían. Era divertido.

—¿Y no puedo quedarme? —Preguntó mirándole a través de espejo.

—Te gustará tener una familia, ya lo verás. —Se agacha colocándome de frente.

—¿Y Lucas?

—Irá contigo, sólo deben comportarse adecuadamente. ¿Está bien?

Asiento, está bien.

**

—¿Y qué edad tienen? —Pregunta la señora que lleva tacones rojos y cabello amarillo.

—Lucas tiene diez, Scott tiene solo siete. —Sonríe la virgencita.

—¿Y querrán venir con nosotros? —El señor pregunta ésta vez, mirándonos mientras juega con una liga en su mano.

—Sí ustedes lo desean, ellos estarán contentos de tener padres como ustedes.

Vi como Lucas tragó cuando escuchó la palabra Padres estaba asustado como lo estaba yo, no queríamos pasar por lo mismo, pero la señora virgencita dice que ellos no habían encontrado a nadie tan buenos como nosotros.

—Es un trato.

Las puertas se abrieron y nosotros nos levantamos de la banquita fuera de la oficina, acomodé mi camiseta, enserio queríamos dar buena impresión, a partir de ahora viviríamos bien.

O tal vez eso me hizo pensar.

Bueno bueno, aquí les dejo un corto cap de ésta fic. De verdad estoy sorprendida y agradecida con ustedes, hoy me metí en Wattpad después de seis días creo y vi el resultado de los leídos. De verdad muchísimas gracias por estar haciendo estas novelas posibles, sin ustedes no fuese encontrado el camino a otras lectoras. 

Gracias<3

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