Orígenes

Capítulo veintinueve

Capítulo veintinueve.

Lucas.

Embisto una vez más al cuerpo de Mandy alias ya Emily y colapso dentro de su cuerpo dándome por vencido al igual que ella, deja caer su cuerpo suavemente encima del mío e inhala y exhala para recuperar el aire que acabábamos de perder. Retiro el cabello que le cae por el hombro y dejo un beso con cuidado, alza su cara sin una gota de maquillaje y me sonrió ajustándose el escote que le llegaba por la barriga.

—Siento que debería estar sintiéndome mal. —Susurro pasando mis dedos con delicadeza por sus piernas.

Emily me ajusta la camiseta y la alisa un poco sin abrochar los botones.

—No tienes la cul...

—Sí la tengo. —Aseguro descansando mis manos sobre su cintura. —Sí estuviera con él no pasara tanta mierda, además de que ya se está agregando otro con esa chica...

—Sabes que sí pudieras tampoco podrías estar con él, Rob está detrás de todos nosotros y no parará hasta tenernos entre sus dedos sangrando.

Suspiro.

— ¿Por qué tienes tanto rencor hacia él? —Pregunto severamente cogiéndole el pelo para que se haga menos dura su respuesta.

Emily me mira antes de bajar la mirada y suspirar, relame sus labios antes de hablar. Siento que realmente le cuesta hablar de ello, por eso no la quiero presionar pero la verdad necesitaba saberlo.

—Mató a mi hermano justo cuando cortaba con Harry, fue algo como chantaje. Pensó que entonces yo cedería o me volvería más fuerte al saberlo, y así fue hasta que me enteré que fue él el causante de su muerte.

— ¿Y cómo lo supiste?

—Harry. Él no sabía realmente lo malo que era su jefecito, simplemente acataba ordenes como pelear por dinero y eso. Le gusta ser rudo y descargarse en sus contrincantes y eso era lo que le gustaba a Rob por eso acudí a Liam entonces... Pero Liam no es ningún imbécil, también sabe defenderse encontrando el punto débil de los demás, no puse ningún esfuerzo porque yo misma sabía que no cedería. Terminé investigando su vida, y la tuya... cuando descubrí que tenía un hermano yo sabía que estabas siguiéndolo esa noche así que me enfrenté a ti y te seguí. Desde entonces no he hecho más que investigarte, entonces aquí estoy... enredada contigo. —Sonrió de último.

Acaricio su mejilla con mis pulgares, la acerco y la beso.

—Eres tan dichosa de estar aquí, recién follada por este hombre...

Se ríe y se separa de mí sentándose a un lado. Pero entonces la cojo de nuevo subiéndola encima de mí, siseo por el contacto.

— ¿Ya te dije que me gusta tu pelo? —Emily se alzó un poco pero se detuvo al mismo tiempo.

— ¿Cómo te gustaba más, así o antes? —Murmura mirándome.

Arrugo el ceño.

— ¿Qué clase de pregunta es esa, Mandy?

Alza las cejas: —Ah ya veo.

Suspiro un poco y me intento acomodar los pantalones.

—Perdona, no me acostumbro con tu nuevo nombre... No es lo que quise... Mira, no puedes lanzarme una pregunta cómo esas, solo cambiaste tu apariencia no como eres. No puedes decir sí me gustaste antes o... Ay diablos, nena, me pones en una situación difícil. Nunca pude evitar mirarte, me provocas con o sin cabello rubio eso no tiene nada que ver. Ni siquiera definíamos contacto alguno antes de que cambiaras.