Con solo una mirada conquistaste mi corazón

Capitulo 15: Arrastrado por el corazón

Emma

Todavía con el móvil en las manos no puedo dejar de pensar que el que estaba al otro lado del teléfono era Alan. No ha dicho nada pero el corazón me dice que era él.

Me dejo caer en la cama con mi pijama de nubes y me siento cansada y sola, terriblemente sola. Aunque aún sea de día, solo quiero olvidarme del mundo y cansada de llorar me relajo.

Un golpe me sobresalta, alguien llama a la puerta de mi casa de manera insistente. En un primer momento decido hacer como si no le hubiera escuchado, cansada de oír como la puerta no deja de ser golpeada, me levanto y abro la puerta sin esperar a quién se encuentra al otro lado. Es Alan, sin pensarlo me lanzo sobre él enredando mis brazos alrededor de su cuello y hundo mi nariz en su el hueco de su cuello. Adoro su aroma y aunque la última vez que nos hemos visto no ha sido muy agradable, me doy cuenta de que le he echado de menos más de lo que pensaba.

-¿Me dejas entrar?- le oigo decir e incluso en su tono de voz detecto que hay una sonrisa en su rostro. Aunque de repente siento miedo, no quiero que me mire como lo hizo en su casa yo quiero ser algo para él. Aunque un hombre tan importante, guapo, sexy, interesante y rico se pueda fijar en una simple estudiante normal como yo. Ese pensamiento me hace volver a la realidad y soltar su cuello.

Nos miramos y en sus ojos veo anhelo, ¿es posible que él también me haya echado de menos?

Entro en mi casa y me hago a un lado dejando que pase dentro. Su sola presencia ya hace que todo parezca un mal sueño y que nunca me haya gritado. Hace unos momentos estaba hecha un desastre emocional y ahora solo quiero sonreír y abrazar a este hombre. Debo estar volviéndome loca.

-Emma- cuando oigo que dice mi nombre no puedo evitar estremecerme, no sé si quiero escuchar lo que me va a decir o tan siquiera si estoy preparada para ello. Aunque no tengo ni la más mínima idea de lo que saldrá por sus labios. Le miro y cruzo mis brazos sobre el pecho. Tengo que parecer fuerte, no soy una damisela en apuros, él es fuerte yo también. Temo que si no soy lo suficiente para él, haya venido a alejarme de su lado. Y no puedo imaginar una vida sin él. Soy una tonta, me he abierto a él y no sé nada de su vida. Ahora mismo corro el riesgo de que rompa mi corazón, pero los pocos momentos que he compartido con él, los guardaré siempre en mi mente.

-Lo siento, no suelo pedir perdón. Bueno para serte sincero nunca he tenido que pedir perdón pero a ti necesitaba pedírtelo. No he actuado bien, me he dejado llevar por mis sentimientos y no debería haberlo hecho. Lo último que quiero es alejarte de mí, por favor, dame otra oportunidad. ¿Serás capaz de olvidar y perdonarme?- de repente mi corazón que pensaba que iba a ser roto está dando saltos de alegría. No quiere alejarme de él, quiere que esté a su lado. ¡Me pide otra oportunidad! No lo puedo creer, me observa sin apartar sus ojos de los míos y entonces caigo en la cuenta de que está esperando una respuesta por mi parte.

-Sí que te perdono, pero voy a necesitar algo a cambio- digo sabiendo que está es mi oportunidad, si no es capaz de abrirse a mí como yo lo hago con él, no sé si voy a poder seguir con esto. Con la incertidumbre de no saber si le volveré a ver. No quiero perderlo como cuando perdí a mi hermano.

-¿Qué necesitas? Si está en mis manos te lo proporcionaré- dice seguro de sí mismo, siempre está seguro de que lo tiene todo bajo control y esto también me asusta. ¿Cuán poderoso es?

-Necesito que me digas cosas sobre ti, conocer algo. No te pido que me cuentes toda tu vida pero tú sabes todo sobre mí, sin embargo yo no sé nada. Me siento expuesta y desnuda ante ti. Vulnerable- decido ser directa y sincera con él. Por lo poco que le conozco también es directo aunque se le da demasiado bien cambiar de tema o distraer mi atención.