Capítulo 16: Quiero dejarte entrar

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Erica

No lo puedo creer, este idiota me está besando, y lo peor es que le estoy respondiendo el beso. Siento como va aflojando su agarre en mi cintura, poco a poco y entonces soy consciente de lo que ha pasado. Un desconocido me ha insultado y besado en medio de la calle. Esto no va a quedar así.

Levanto mi mano dispuesta a darle un buen bofetón y cuando creo que mi mano va a impactar en su cara, retrocede y golpeo al aire. Me siento más enfadada y frustrada que nunca. Solo quiero golpearle. Veo como en su rostro de dibuja una sonrisa burlona y solo quiero matarle.

-Lo siento Barbie, no dejo que nadie me golpee, ni siquiera una rubia explosiva como tú- dice burlándose de mí.

-Te mataré, juro que lo hare. Eres el hombre más despreciable de la tierra- digo con todo el odio del que soy capaz, me saca de quicio.

-Nena, ambos sabemos que este beso te ha gustado, tu cuerpo y tu lengua me lo han hecho saber- me guiña un ojo y con su sonrisa socarrona coge las bolsas que llevaba y se va. Desaparece riéndose y yo no hago nada, me quedo como una completa estatua parada delante de mi coche. Odio sentirme así, frustrada, vulnerable.

Doy media vuelta y vuelvo a subir en el coche. Me voy a casa, ahora mismo quiero ducharme y olvidar a ese energúmeno, esperando no volver a verle jamás.

Alan

Tener a Emma entre mis brazos es la mejor sensación del mundo. Me encanta sentir su respiración en mi pecho y saber que no me teme. Que me da otra oportunidad y está dispuesta a conocerme aunque yo no sé si voy a ser capaz de dejar que me conozca.

Si supiera como soy y todo lo que he hecho no querría conocerme más. Siento como su respiración se vuelve muy lenta y miro su rostro.

La pobre se ha quedado profundamente dormida. No quiero despertarla así que la acomodo contra mi pecho y cierro los ojos relajándome. Sintiéndome querido y protegido por primera vez en muchísimo tiempo.

Abro los ojos de repente cuando oigo la cerradura de la puerta, aprieto a Emma contra mi pecho, sigue dormida y una leve sonrisa ilumina su rostro. Mi corazón palpita fuertemente y siento que quiero protegerla, tenerla a mi lado para siempre. Ese pensamiento me asusta un poco y yo jamás he tenido miedo.

Miro la puerta de la entrada y veo a Eric, el compañero de Emma, entrar por la puerta cargado con un par de bolsas. Cuando me ve se queda parado mirando la escena que protagonizamos Emma y yo. Una sonrisa enorme se forma en su rostro.

-Será mejor que la lleves a su dormitorio, no creo que estéis cómodos ahí toda la noche- dice el chico mientras coloca lo que hay dentro de las bolsas en la cocina. Me sorprende su actitud porque sé que solamente quiere cuidarla y protegerla, pero no entiendo porque se fía de mí.

-¿Confías en mí?- Sin pensarlo, e verbalizado mis pensamientos. Él me mira y sé que va a ser sincero.

-Confío en Emma y si ella te ha elegido es porque debes ser bueno- pero después de decir eso se pone serio y me mira con mayor intensidad- Si le haces daño te mataré y será una muerte lenta y dolorosa.

Sonrío ante su amenaza, me gusta este chico. Creo que nos llevaremos bien.

-Eso espero, si le hago daño te buscaré para que me patees el culo- sonrío ante la conversación que estamos teniendo y siento a Emma moverse. No debe estar muy cómoda.

-Esa es su habitación- miro hacia donde su compañero me indica, la cojo y la llevo a su dormitorio. Jamás he dormido con ninguna mujer, pero no me puedo ir.

Con solo una mirada conquistaste mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora