CAPITULO 5

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Narra Anael:

-Te verá ahora. -Me indica Frida, señalándome que la siga. -Debes saber que no es la misma persona que recuerdas. Cada cien años el alma de la Pitonisa reencarna, ahora es una niña de cinco años, pero no te dejes envolver por su apariencia, sigue siendo la Mujer Sagrada y Sabia.

Asiento y la sigo hasta llegar al Templo de las Brujas, se encontraba sentada al fondo sobre una piedra, con las piernas cruzadas en posición de meditación. Mantenía los ojos cerrados pero al abrirlos vi que eran completamente blancos, algo que no esperaba.

-Sé porque has venido Guerrero del Señor. -Su voz sonaba como la de una niña mezclada con una voz de adulto.

Me incliné como saludo y espere a que continuara hablando.

-Las señas se están dando, deben detener a los Enviados de la Oscuridad, de lo contrario El Enemigo, será libre y destruirá a la humanidad.

-Lo sabemos, hemos hablado con los arcángeles pero ellos no conocen el paradero de las llaves, se supone que las ocultaron, pero sus memorias fueron borradas para que ni ellos mismos puedan encontrarlas. Se creyó una medida de seguridad para impedir precisamente que esto ocurriera.

La Pitonisa sonrió pero de una manera inexpresiva.

-Encuentra a la hija de Reivel y Agatha, ella es la clave de todo.

-Por eso estoy aquí, un demonio se la llevó.

-Ella es pieza importante de este rompecabezas, desde antes de nacer su destino estaba trazado.

-¿A qué te refieres? -Pregunto confundido.

-Jade es un arma de doble filo, ningún arcángel puede abrir los candados, son dos los designados. Uno representa el bien y el otro el mal, ellos son Los Ungidos, Jade es la representante del bien.

Me quedé perplejo al escuchar tal revelación, esto se ponía cada vez más interesante.

-¿Quién es el enviado del mal?
-Consulté

-Él lleva sangre de ángel y demonio en sus venas.

-¿Cómo es eso posible? -De verdad estoy sorprendido.

-Sus destinos estaban previstos a encontrarse, ellos son uno -Recalcó con severidad. -Él manipulará a Jade, quiere ser un demonio completo y hará lo posible para que esto suceda.

-¿Estás segura de esto? Si lo que me dices es cierto, es mitad ángel, quizás podamos encaminarlo a la luz.

-Ha sido criado entre demonios, su madre fue uno de ellos. Sin embargo... -Guarda silencio.

-¿Sin embargo qué? -Quiero saber.

-Hay una forma de impedirlo, y es matando al impuro, pero después de hayen las llaves.

-No es eso lo que me ibas a decir ¿Qué es?

-Hablaré con Jade únicamente.-Me informa. -No la podrán encontrar, porque no está en la tierra. Se encuentran en una dimensión alterna, ni siquiera yo puedo ver su localización.

-Tus palabras no me alientan.
-Sonrío para mis adentros.

-No soy portadora de buenas noticias. Y hay algo más que debes saber.

-¡Más! -Exclamo sin creérmelo.

-Jade y el joven, hay una conexión entre ellos, cuando estén juntos podrán sentir las otras llaves.

-¿Me estás diciendo que lo necesitamos a él para poder ubicar el resto de las llaves? -Pronuncio con ironía.

-Así es. Ellos ya tuvieron un primer encuentro sin conocerse, localiza a Jade, requiero hablar con ella.

-Pero ni tú sabes dónde está.
-Declaro frustrado.

-Tienes imaginación, úsala, para sacarlo de su escondite. Ponle una trampa, necesitas de ambos para cumplir tu cometido.

-Para ti es muy fácil decirlo.

-Anael, si no detienen esto a tiempo, no sólo la humanidad se perderá, corren en riesgo incluso, que las almas del purgatorio se condenen definitivamente. _Mueve la cabeza hacia los lados.

-Entiendo. -Respondí. -Gracias por la información, la encontraré.

-Sé que lo harás.

Me despedí y Frida me acompaña fuera del templo.

-Ten fe, los caminos del Señor nunca han sido fáciles de seguir.
-Trata de reconfortarme.

Sonrío con amargura y le respondo: -Gracias Frida, estaremos en contacto.

Ella me sonríe de vuelta y me desvanezco, apareciendo en la casa de Reivel encontrándome a Adriel dormido en un sillón.

-¡Por todos los Santos Adriel!
-Exclamo con voz potente. El aludido se despierta exaltado y al querer levantarse se cae del sillón quedando boca abajo en el mosaico.

-Regresaste. -Me indica bostezando y quejándose por el golpe recibido.

-Te di una orden, una simple orden que cuidaras el cofre y te duermes.

-No es fácil adaptarse a ser humano otra vez, estoy en un proceso de acomodamiento. ¿Me entiendes?

-No sé por qué el Creador te confió una misión tan delicada como esta.

-Porque soy capaz de llevarlo a cabo. -Me contesta serio. -Antes de conocer a Rievel y Agatha yo cazaba por mi cuenta brujas, y era bueno, no me alcanzan los dedos de las manos y los pies para contar a cuántas brujas y demonios eliminé. Soy bueno en lo que hago, dame un oportunidad de mostrártelo.

-Si él cree en ti, no me queda otra que hacer lo mismo.

Intercambiamos una mirada, me senté en el otro sillón.

-¿Qué averiguaste? -Inquirió.

Le conté con detalles todo lo que la Pitonisa me reveló y vi como sus facciones se endurecían.

-Dices que tienes un plan ¿Cuál es? -Me pregunta Adriel con el ceño fruncido.

Sonrío y mentalmente lo pongo al tanto de mis intenciones. Asiente y agrega: -"Hagámoslo".

Luz y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora