CAPITULO 18

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Una densa selva me rodeaba, puedo escuchar todos los sonidos y murmullos provenientes de los animales. El lugar es hermoso pero a la vez siniestro. Sé de inmediato que estoy soñando y mi corazón se regocija porque él está ahí. Me volteó y me lo topo de frente, me siento tan feliz de verlo.

-Owen. -Lo abrazo y él a su vez me estrecha con fuerza, encontrándose sin dificultad nuestros labios. Debo admitir que lo extrañé y mucho, su ausencia deja un vacío en mi interior.

-¿Estamos soñando? ¿Verdad? _Acaricio su barba de dos días, pero aun así es suave al contacto.

-Me temo que sí, y digo me temo, porque al despertar seguiré encerrado.

-¿Dónde estás?

-No lo sé.

-¿Algo que recuerdes? -Consulto.

-No, cuando desperté ya estaba ahí. Tu mamá fue a verme.

-¿Mamá? -Repetí con interrogación.

-Es muy hermosa, ahora sé de quién lo heredaste.

Me sonrojé sin poder evitarlo.

-¿Qué te dijo? -Inquiero curiosa.

-Técnicamente que yo estaba equivocado y que si continuaba con mis planes te perdería y destruiría a la humanidad, ah y tú amigo Anael me contó una historia muy entretenida.

-Anael _Repito.

-Sī, interrumpió mi conversación con Ágatha.

_¿No te gustan lo ángeles?  _Pregunto ladeando mi boca.

Él mueve la cabeza hacia los lados en negación.

-Tú eres el único ángel que me agrada y tiene mi corazón en sus manos.

Esas palabras me dejaron sin aliento, de inmediato lo rodee con mis brazos y besé sus labios como si no hubiera un mañana. Podía sentir como se aceleraba mi respiración y la suya, cuando nos separamos nuestras frentes quedaron juntas, sus ojos café me miraban con cierta devoción y me gustó.

-No continúes con esta locura. -Le rogué.

-Sí bueno, el alado me contó una historia que lastimosamente sé que es verdad porque me consta que ellos no mienten, lo cual me ha puesto a meditar un poco este asunto.

-¿Y? -Pregunto esperanzada.

-No lo sé, debo pensarlo con más calma.

-Me parece bien. -Ambos sonreímos.

-Cuarta llave eh. -Me afirma, separándonos.

-Sí, ¿Puedes sentirla? -Lo vuelvo a ver.

-Sí, está cerca.

Me extiende la mano, la acepto, entrelazando nuestros dedos, caminamos con dificultad sobre aquel irregular terreno hasta que la señal se incrementó. Lo extraño es que topamos con una pared rocosa, cubierta de maleza.

-Se supone que debería estar aquí._Pronuncia Owen tocando la pared.

-¿Nunca has visto Indiana Jones? _Pongo los ojos en blanco y empiezo a buscar algo fuera de lugar, después de tantear algunos minutos una roca se desliza hacia adentro abriéndose la pared y dejando una entrada libre al interior.

-Wow, diez puntos para ti. -Me sonrió.

Convoqué el fuego celestial y varias bolas de energía azuladas nos rodearon, iluminando la estancia. El aire olía a humedad no pudiendo evitar toser. Telas de araña nos cerraban el camino, pero Owen como todo un caballero fue de primero para quitarlas. Llegamos al final donde otra pared nos cerraba el paso.

-¿Es alguna clase de broma? -Me vuelve a ver.

-Esta es diferente. - Añado observándola, es completamente lisa.

-¿Entonces? -Me preguntó arqueando una ceja, hasta con un gesto así, lucía adorable.

Coloqué mi mano sobre la fría piedra, lo volví a ver, él entendió el mensaje sin palabras e hizo lo mismo, tal como lo esperaba una luz muy brillante resplandeció y la llave levitó fuera de la roca quedando flotando en frente de nosotros.

-La cuarta llave. -Owen la tomo.

-"La cuarta llave" -Repito.

-¿Van a venir por ella? -Me pregunta.

-Lo dudo, El Supremo ordenó que cesáramos la búsqueda.

Un extraño signo apareció en la pared, indicándonos a quién pertenecía.

-Es la de Uriel. -Hago la observación.

-Debemos encontrarlas -Me señala Owen.

-¿Para liberar al Oscuro? -Recalco.

-No, para destruirlas y que no sean más un peligro.

-¿Me estás hablando en serio? -Lo miré con duda.

-Sí, creo que la conversación con Anael me ayudó.

-Pero me acabas de decir que tienes que meditar las cosas.

-Sé que es lo correcto

-¿Cómo sé que no me estás mintiendo?

-Tendrás que confiar en mí.

Me perdí en su mirada, no estaba segura si creerle a Owen, pero si sus intenciones eran buenas, debíamos hacer esto solos, de antemano conocía que no tendríamos el apoyo de los demás.

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No me maten por tardar tanto en actualizar, véanlo por el lado amable, son tres capítulos por uno.

Un abrazo.

Luz y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora