CAPITULO 49

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(Primera parte)

Estaba ansiosa por ver a mi familia, añoraba abrazar a mis padres y poder estrechar entre mis brazos a mi hermano. Se suponía que ellos regresarían cuando las pruebas terminaran, pero ya hacía dos días que esto sucedió y continuabamos solos. No era que no disfrutara de la compañía de Owen, pero extrañaba a mi familia como nunca creí, incluso al pesado de Adriel.

-Mi reino por tus pensamientos. _Owen se acercó por atrás, me abrazó a la altura de la cintura, colocando un beso en mi oído que hizo que un escalofrío me recorriera por completo.

-Es solo que hay demasiada paz, siento que en cualquier momento Yei aparecerá y nos dirá que debemos marchar a buscar la última llave.

-Esto no es una prueba, las llaves siempre se nos mostraron por medio de sueños, ¿Qué te parece si vamos a descansar? Con suerte soñamos con esta y se acaba la espera.

-No tengo sueño Owen. -Le indico sosteniendo sus manos entre las mías.

-No es necesario que esta vez duerman. -La voz ya conocida de Yeialel nos exaltó.

-Te tardaste. -Pongo lo ojos en blanco, desesperada porque todo terminara. -¿Dónde están mis padres? Se supone que ya deberían de haber regresado.

-Están con Mara y Sebastián, no te preocupes, te mandan sus saludos, al igual que Anael.

-¿Cuándo regresarán? -Quiero saber

-Pronto. -Me sonríe. -Ahora, deben partir ya, el tiempo es oro que nos podemos desperdiciar.

-¿A dónde ahora? -La cuestiono cruzando mis brazos.

-Bueno, Miguel tuvo mucho cuidado al ocultar la llave, es un lugar perdido en el espacio y el tiempo, es todo lo que sé.

-"Es todo lo que sabes". -Repito, volviendo a ver a Owen que se encoje de hombros.

-Yo no sé la ubicación de la llave Jade, pero ustedes sí, beban esto.
-Saca una botella de cristal con un líquido azulado brillante.

-¿Qué es? -Lo señalo.

-Un suero, ambos tómenlo, les mostrará la ubicación de la llave.

Sin cuestionar ambos consumimos el contenido, nos miramos y fue como si una voz nos hablara en el subconsciente diciéndonos donde encontrarla.

-¿Y bien? -Yei nos observaba con expectativa.

-Miguel tiene un terrible sentido del humor, ¿Por qué no la oculto en la ciudad perdida de la Antártida? O no sé, en el cráter de un volcán activo, hubiera sido más sencillo.

-Jade, lo lograremos.-Mi demonio acuna mi rostro entre sus manos.

-¿Dónde la ocultó? -Yei arquea una ceja con la curiosidad reflejada en cada facción.

-En el Triángulo de las Bermudas. _Contestamos los dos al unísono.

-¡Oh por Dios! -Exclama Yei alterada.

-¿Tan malo es? -Inquiero entrando en pánico.

-Miguel tuvo una razón para esconderla ahí, ahora lo veo. Todo lo que entra jamás sale, es una puerta dimensional, lleva a ningún lugar en particular, una mortal trampa magnética que arrastra todo a sus entrañas.

-Oh esto es genial, de lujo. -Casi grito. -Gracias Miguel. -Le digo a la nada.

-Escuchen no puedo llevarlos ahí.

-Ve al grano Yeialel. -Le indica Owen.

-Los puedo dejar cerca, en una embarcación pero es todo.

-Te refieres a que seremos succionados hacia al triángulo mismo. -Afirmo dejando de lado mi temor y tomando lugar un enojo que se acrecentaba.

-Lo siento, ustedes deben hacerlo solos. -Se excusa.

-Pero ya hemos recibido ayuda en el pasado, de mi padre y Adriel. _Me defiendo.

-Esta vez en diferente, yo me siento muy mal de verdad, pero tengo mis órdenes. -Podía distinguir que Yei en realidad lamentaba la situación.

-Bien, haz lo que tengas que hacer. _Le respondo bajando la mirada.

-Hay algo más que deben saber, no coman ni beban nada en ese lugar, no agua, no comida de ninguna clase, si lo hacen ya no podrán salir. En cuanto encuentren la llave, ella los traerá de regreso.

-Lo haces sonar tan sencillo. _Murmuro para mis adentros.

-Ustedes pueden lograrlo, han sido capaces de superar cada prueba, tengan fe.

-¿Y qué pasará cuando tengamos la llave? Todavía nos faltan tres. _Expreso desalentada.

-La llave de Miguel es la más poderosa, se puede decir que es el corazón mismo de las otras llaves, una vez que la consigan, reúnanlas con las otras, estas llamaran a las que hacen falta.

-¿Te refieres que no tendremos que ir a buscarlas? -Consulto asombrada.

-Así es. -Yei me sonríe y no puedo más que sentirme feliz. Owen me mira de la misma manera, sin creer que al fin recibíamos una buena noticia.

-Ahora deben irse, que El Supremos guíe su viaje. -Y diciendo esto aparecimos en medio del mar, flotando en una lancha pequeña, el sol brillaba con intensidad y el sabor salado del mar se coló por mi paladar.

-Jade mira. -Owen señaló una densa neblina que se acercaba aprisa.

-Tengo un mal presentimiento de esto. -Le hago saber tomando su mano.

De repente el cielo se oscurece, densos relámpagos lo golpean sin tregua, un fuerte viento mueve a la lancha como si fuera de papel, teniendo que sujetarnos para no caer fuera. El mar pierde su tranquilidad, las olas se forman amenazantes, comienza a llover y el pequeño bote se balancea hacia adelante y atrás con brusquedad.

Yo era intrépida, le tenía miedo a muy pocas cosas en la vida, pero lo que estaba ocurriendo me tenía aterrada pero no lo demostraba, no quería que Owen lo supiera.

-¡Demonios! -Exclamó Owen señalando como un gran remolino se formaba, dirigiéndonos nosotros directo a este.

Owen intentó encender el motor pero fue inútil estaba muerto, el bote se consumía en el primer círculo. Me demonio me sujetó por la cintura tratando de buscar un punto donde pudiéramos agarrarnos. La lancha se precipitó con violencia en el segundo círculo, iba tan rápido que la cabeza me empezó a dar vueltas.

Entramos al tercer aro y luego el segundo hasta estar casi en el primero, que formaba un embudo.

-Owen. -Grité cuando mi cuerpo fue jalado por una fuerza invisible.

-Jade resiste. -Me decía él, tomándome de la mano, pero me fui aflojando hasta solo tocar nuestros dedos. -No. -Expresó él cuando sentí caer al vacío, luego el agua nubló mi visión, luchaba por salir pero era arrastrada hacia el fondo, pude divisar un triángulo de piedra y una luminosa luz saliendo del centro, ahí era a dónde nos dirigíamos.

Entre en la luz y respiré oxigenando mis pulmones, no veía el bote ni a Owen por ningún lado. Fui transportada hacia su interior hasta que lo atravesé y salí nuevamente al agua, nadé con lo que me quedaba de energía hasta la superficie, el clima había cambiado, el mar otra vez lucía en calma, el sol centelleando, su luz era intensa.

-Owen. -Lo llamé y es cuando la vi, estaba segura que no estaba ahí antes, una isla, cubierta de bruma y una barrera de rocas. Comencé a nadar hacia su dirección, tenía la plena certeza que encontraría ahí a mi demonio.

***********

Hola, sí merezco que me cuelguen de los dedos por no haber actualizado la semana pasada pero me fue imposible. Sé que el capítulo es cortito, pero de verdad, estoy con el tiempo contado, sin embargo, los quiero mucho y no quería dejarlos sin nada.

Trataré de actualizar otra vez de aquí al viernes. ¿Qué les pareció el capítulo?

Un abrazo.

Luz y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora