CAPITULO 28

4.8K 537 31
                                    

Volaba con total libertad, mis alas me proporcionaban el placer de flotar por los aires, admirando el infinito manto azul, cruzando las nubes y consumiéndome en estas haciendo piruetas para luego descender en picada y volverme a elevar. La brisa acariciaba mi rostro y la calidez del sol me embriagaba.

Aunque me sentía muy bien, me di cuenta que estaba soñando, y eso solo significaba que otra llave pronto se nos iba a revelar. Aterricé y el calor se sintió sofocante.

-Te tardaste. -Mi demonio se encontraba sentado en una enorme cabeza labrada en piedra. Una amplia caverna cubierta de enredaderas, escondía lo que parecía ser una entrada. Al ingresar, miré los majestuosos pilares que daban la bienvenida y pronto un templo se descubrió ante nuestros ojos.

-Siempre quise conocer la India, no pensé que lo haría en un sueño.
-Sonrío, mientras él se acercaba a mí y me abrazaba. Le correspondí, luego besó mi mano para ingresar por una amplia entrada. Escuché un extraño zumbido pero quizás me equivocaba y solo fuera el viento. Sabíamos por dónde ir, era como si la llave nos llamara a encontrarla. Seguimos avanzando rodeando los escombros de estatuas y lo que alguna vez fueron paredes.

Continuamos hasta llegar a un altar de piedra y atrás reconocí la estatua de la diosa Kali, tenía sentido encontrarla ahí, ya que para los hindúes, ella era considerada la Madre universal. Representaba el aspecto destructor de la divinidad, es decir, de la maldad y de los demonios. En una mano sujetaba una espada y en la otra la llave.

Sonreí y quise alcanzarla pero una voz lejana me llamaba con insistencia, supe que despertaba y al abrir los ojos, me encontré con papá observándome con detenimiento.

-Buenos tardes. -Me saludó.

-Dirás buenos días. -Le doy la espalda para continuar durmiendo.

-No hija, buenas tardes, son las 2:00 p.m. empezaba a preocuparme, así que me atreví a despertarte.

-No puede ser, ¡Tan tarde! _Exclamé sobresaltada.

-Owen también sigue durmiendo, por lo que deduzco que ubicaron otra llave.

La sabiduría de mi padre me dejaba congelada, ¿Qué de cierto había en que tenían un sexto sentido?

-Sí, soñé con la quinta llave.

-¿Dónde esta vez?

-En la India, pero lo extraño es que creo que aún no ha sido descubierto el lugar, parecía protegido por la selva, sin saquear.

-¿Qué quieres hacer? -Me pregunta frunciendo el ceño y mirándome de reojo.

-Encontrarla, tenemos autorización divina para hacerlo.

-Comprendo, hablaré con Yeialel.

Me comentó dejándome sola. Me levanté estirándome para terminar de retirar los residuos de sueño, tomé una ducha con agua fría. Me mude con ropa de montaña en caso que decidieran ir y fui a la habitación de Owen, debí tocar pero no lo hice y cuando entré, lo encontré solo con la toalla de baño cubriéndolo y dejando mostrar aquel cuerpo por el cual suspiraba.

-¿Qué no te enseñaron tus padres a tocar la puerta? -Me sonríe de esa forma que me cautiva.

-Sí, pero de haberlo hecho me hubiera perdido el panorama.
-Sonrío mirando su trabajo tórax y dejándome sin aliento.

-¿Iremos a buscar la otra llave?
-Quiere saber.

-Creo que sí, mejor vístete acorde con la ocasión.

-De acuerdo. -Me mira y entiendo que desea que lo deje solo para mudarse, por lo que me dirigí a la sala de estar, me sorprendió ver a Yei con mi hermano en brazos dándole el biberón. Papá conversaba con Adriel al otro lado de la estancia

-Oh Jade.-Papá se acerca a mí.
-Partiremos hoy mismo.

-Entiendo. -Sonrío porque al fin saldremos de ahí, ese exilio no es de mi agrado.

-¿Por qué quitaste los cristales? ¿Lo visitaste anoche? -Adriel me miraba con los ojos cargados de acusación. El resto de las miradas también recaen sobre mí.

-Sí, y no entiendo tu desconfianza, no puede ir a ningún lado, ¿Por qué esas medidas de seguridad? Ya Owen ha demostrado que podemos confiar en él.

-Quizás tu familia sea tan ingenua para hacerlo, pero yo tengo mis reservas, así que, por favor no lo vuelvas a hacer si quieres que se siga quedando con nosotros.

Lo fulminé con la mirada pero no añadí nada, papá me observó con preocupación y mi madre con comprensión, el lado opuesto de la moneda. Owen no tardó en aparecer, noté que andaba ropa de papá, por lo menos tenían la misma talla.

-Tengan mucho cuidado. -Mamá me abrazó y a papá le dio un beso en plena boca. Es un poco incómodo esas demostraciones de amor delante de mí.

Como siempre tomamos las manos de Adriel y guiado por mis recuerdos aparecemos de inmediato fuera de aquella caverna.

-¿No entiendo como nadie la ha descubierto? -Adriel mira hacia arriba y a los lados, la jungla nos cubría por completo.

-Está estratégicamente construida para no ser encontrada. -Señala papá, para luego apartar las lianas que impedían nuestro paso.

Owen caminaba junto a mí, este templo en definitiva, fue construido, para adorar a la Diosa Kali. El calor es insoportable tal como en el sueño, el único que no parecía sentirlo era Adriel y Owen. Aquel extraño zumbido llegó a mis oídos, Adriel se detuvo y su mirada se perdió en las alturas, con ayuda de brillantes bolas de energía de fuego celestial, nos ayudamos a avanzar.

-Algo aquí no me gusta. -Mencionó papá, deteniéndose.

Pisé una sustancia pegajosa, la suela del zapato se quedó pegada al piso. Me agaché y tomé una muestra olfateandola luego.

-¿Qué sucede Jade? -Indagó Owen.

-Es miel. -Reconozco su aroma. -Y si hay miel, hay abejas. -Afirmo.

Adriel iluminó más la estancia y con asombro vimos a miles de abejas con sus colmenas que colgaban en lo alto de las columnas, arriba una grieta permitía que ingresara la claridad pero era tan profundo que no alcanzaba a llegar hasta donde nosotros estábamos.

Las abejas se fueron remolinando al notar la presencia de intrusos en sus dominios.

-No hagan ningún movimiento brusco.- Nos indicó papá. Pero era tarde, estos pequeños insectos se precipitaron contra nosotros y empezamos a correr, sintiendo su molesto zumbido en mis oídos.

Luz y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora