"Yo no te tengo miedo."
─No sé por que vine aquí, Es solo que... No tenia donde más ir... No dejabas de pasar por mi mente y al darme cuenta ya estaba aquí. ─Balbuceé tan rápido que no estaba segura de si me había entendido o no.
─No me hagas caso, ya no se ni que es los que digo... ─Dije para darme la vuelta e irme pero él me retuvo.
─¿Estás ebria?
─¡No! A menos que el pastel de zanahoria cuente. ¿Sabes que? Sí lo estoy, olvida que vine.
─Solo ven aquí. ─Dijo y me abrazo fuertemente y luego beso mi cuello. Entonces las lágrimas empezaron a salir...
Estuvimos así por un rato y antes de darme cuenta me había quedado dormida y quería permanecerlo por mucho tiempo pero desperté horas después con los ojos hinchados por tanto llorar lo que me hizo entrar en razón... ¿Por que me estoy comportando así? ¿Por que mierda vine aquí?
A mi lado estaba Diego quien también lucía cansado.
Iba a levantarme pero me atrajo hacia él dándome un susto de muerte, ¿Qué acaso no estaba dormido?─Aún es temprano. ─Dijo adormecido.
─S-sí... pero, debo irme. ─Abrió apenas los ojos y me pego más a él.
─No te vayas aun. -Dijo rodeándome con sus brazos.
─En el estado en que viniste no podría dejarte ir.─No es nada, hice un remolino en un vaso de agua. ─Intenté excusarme.
─Creí que ni siquiera responderías mi mensaje de felicitaciones, y no creí adecuado llevarte un regalo por lo de... Ya sabes. Quédate a dormir un rato mas, hace mucho no te tengo tan cerca. ─Dijo y cerró nuevamente los ojos.
─¿Tu no debes ir al bufete? ─Pregunté.
─Puedo faltar, y nada más de lo que digas lograra que te suelte así que ponte cómoda. ─No dije nada y me mantuve recostada en su pecho sintiendo como su respiración subía y bajaba haciéndose más pesada. Sabía que iba a arrepentirme, pero no quería irme.
Volví a despertar unas horas después, al lograr salir de entre sus brazos fui a darme una ducha y al salir empecé a recorrer el apartamento y recordar las veces que estuve allí, y u recuerdo de la última vez arruinó la magia...
─Hola. ─Dijo Diego abrazándome por la espalda.
─Lo siento, no debí venir; Fue mi error, por completo.
─No digas eso, si viniste a mi fue porque aún queda algo.
─Si vine a ti fue porque no tengo a donde ir Diego, esto no cambia las cosas. ─Dije mientras caminaba hacia la puerta.
─De nuevo, lo siento. Creo que ya entiendo a Hanna. ─Agregué y reí. Vaya que la entendía ahora...
─Greta, no te vayas. ─Alcanzó a decir mientras salia, pero sabía que si lo hacía, si me quedaba, no volvería a irme.
Estuve dando vueltas hasta que el hambre me ganó y fui a un restaurant café que conocía y quedaba en la mitad del camino a casa, Diego a diferencia de nosotros vivía mucho más acercado al centro de la ciudad, prácticamente todo nos estaba lejos, apenas habían tres casas más cerca de la nuestra y ni siquiera era lo suficiente como para considerarles vecinos, nuestro patio era literalmente una entrada al bosque.
Al llegar allí pedí el especial del día y un café, me senté en una de las mesas que daba vista a los demás lugares de aquella plaza.
Voltee creyendo que era la pequeña y no muy amigable señora con mi pedido pero al hacerlo me encontré con el rostro de Antonio.
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Niña Grande.
Misterio / SuspensoGRETA. La mayor de las niñas escarlatas. Con un objetivo claro desde que nacio. La atención de los hombres y probar que es una niña grande. Pero, ¿Que pasa cuando se da cuenta que ha tenido siempre la atención de quien no debe? El peligro la rodea y...