Capítulo 32

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  "Te seguí." 

El chico que apareció de la nada se levantó y alzó las manos dejando al alto tirado en el suelo, no se movía. Quien me agarraba empezó a temblar, tal vez el veía algo que yo no.

—Agáchate y corre. —Escuché y luego le vi bajar las manos y lanzar un golpe, sin saber porque obedecí, sentí el filo de la navaja pasar por mi cuello mientras lo hacía pero no me importó. Esa voz... La conocía.
Corrí sin saber hacia dónde, no veía nada, estaba muy oscuro.
Sentí un leve ardor y mi cabello mojado, alguien tomó mi mano y me hizo correr aún más rápido pero llevándome en dirección contraria a la que yo iba, me detuve con miedo, ¿Y si era uno de ellos? No podía ser, por supuesto que no, no me tomaría la mano y correría conmigo.

—¿Tobias? —Pregunté intentando soltarme de su agarre, este era firme pero no me lastimaba.

—Lamento decepcionarte. —Dijo alzando la mirada. La parpadeante luz del farol había decidido finalmente encenderse pero ya no era necesario, sabía quién era.
Sin pensármelo dos veces me lancé a sus brazos, él se tensó ante mi acto pero no me importó. Empecé a llorar y sentí una de sus manos rodear mi cintura y la otra acariciar mi cabello.
Cerré los ojos con miedo. Su aroma y su tacto me calmaban, maldición como lo extrañaba.

—Tenemos que irnos de aquí. —Dijo apartándome, entonces note que tenía mi bolso. Mire el alrededor por si aparecían.
—Ya no están. —Me aseguró. Tomo mi mano y a paso rápido fuimos hasta su auto, me abrió la puerta y luego entró él, se recostó contra el espaldar y respiró hondo, abrió la boca con intención de decir algo pero volvió a cerrarla y se quedó callado.
Arrancó el auto y nos pusimos en marcha.
—Te llevo a casa.

—No puedo ir a casa así.

—Bien, a casa de tu novio.

—¿Estás idiota? —Solté sin pensar.

—¿Qué? ¿No es así? Es con él con quién estabas antes también ¿No?

—Es el novio de Hanna, que si no lo notaste está desaparecida y por eso he estado con él para intentar encontrar a mi amiga.

—Bien, vamos a mi casa. —Dijo deteniendo la conversación. Tenía muchas preguntas en mente pero no sabía cómo formular ninguna.
Nos detuvimos frente a unas tiendas y él se bajó.
—Espérame aquí. —Fue lo único que dijo. En ese momento saque mi móvil, debía hablarle a mamá, seguro estaba como loca, y para mí suerte me encontré con la pantalla rota y no encendía... Cada vez más genial; seguramente con todo esto la había quebrado en algún momento.
Me di un susto de muerte cuando entro al auto, no lo había visto regresar.
Puso las bolsas con que vino en los asientos de atrás y sin decir nada arrancó e íbamos en dirección a su casa, pensé en preguntarle que había comprado pero no lo creí conveniente.

—¿Como... —Dije tomando valor.
—...Me encontraste? —Finalmente solté sin notar que ya habíamos llegado. Se estacionó y me miró, entonces mi miedo ya había pasado, me había salvado pero cómo sabía que estaba ahí y por qué sabía que había estado con Toby.

─¿Y cómo me viste con Tobias? Así se llama por cierto.

—Te seguí. —Respondió sin más, tomó las bolsas y se bajó. Baje también y le seguí con muchas más preguntas.

—¿Desde cuando? —Pregunté siguiéndole el paso.

—Todo el día. —Dijo abriendo la puerta, estaba por cuestionarle nuevamente cuando encendió la luz, le tome del brazo para verle de frente pero me encontré con su camisa llena de sangre.

Niña Grande.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora