Capítulo 24

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"No es así como mamá y papá nos enseñaron a afrontar los problemas."

Rompí finalmente en llanto hasta quedarme dormida.
Al despertar me sentia completamente abrumada, debía ser una completa mentira, debía estar teniendo una pesadilla, esto no estaba bien.

Estuve tirada en un rincón de la habitación por todo el día, Ariel y Rubí iban preocupadas e intentaban hablarme desde el otro lado de la puerta, pero no quería hablar con nadie, ni siquiera tenía apetito y cuando mamá iba con comida esta quedaba donde mamá la dejaba hasta que ella misma volvía horas después por el plato y lo encontraba intacto.
Apenas estuve así por dos días y en mi huelga de hambre perdí el conocimiento.
Desperté en el hospital con una intravenosa, mi huelga no había servía de mucho contra esto...

Nadie venia y no tenía fuerza para levantarme así que tome el control remoto y encendí el televisor, empecé a hacer zapping pero lo único que había era programas para niños, películas de los 80's y el noticiero, optaba mas por las caricaturas pero antes de poder cambiar el canal en las noticias apareció la foto de Lucia.

Subí el volumen para poder escuchar mejor, pero apenas y era entendible lo que la chica con falda realmente corta decía: "Lucia Martin; hija del reconocido Doctor y principal inversionista de la universidad hospitalaria, luego de haber sido reportada como desaparecida desde hace dos días, se encontró el cuerpo sin vida de la joven en una fosa común a las afueras del pueblo.
Fue vista por última vez por él dueño de un motel cerca del área donde fue encontrado su cuerpo, el dueño dice haberla hospedado por una noche a ella y su acompañante quien pago con su tarjeta de crédito y esta fue rastreada enseguida, dando así con la ubicación de quién es el principal sospechoso, el ya identificado Diego Miles, hijo del dueño del bufete de abogados Miles, con quien fue vista la joven por última vez, el joven esta siendo procesado actualmente en la penitenciaria del condado, y se niega a entregar información alegando no recordar nada, pero debido a lo brutal del asesinato se estipula podría llevarse una condena de entre 25 años a cadena perpetua; se rumora que su abogado y también padre del joven se encuentra haciendo un trato con la fiscalía debido a la poca cantidad de evidencia encontrada, pero el testigo quien lo ubica en la escena del crimen entre las horas de la muerte de lo hace aún más sospechoso..."

Nuevamente intente levantarme, realizaba todo mi esfuerzo pero solo logre que la máquina a mi lado empezara a hacer ruido hasta que unos minutos después llegó Ariel y una enfermera.

—¡¿Podrías quedarte acostada?! —Soltó al entrar, tomó un pequeño control e hizo que el ruido se detuviera pero entonces se percató de lo que estaba en la televisión.
—Oh... —Fue lo único que dijo.

—Dime que está pasando.

—El abogado Miles lo está resolviendo, no te preocupes.

—Llama al doctor, ya quiero irme.

—Aún no puede irse, deben verificar que todo esté bien antes de darle el alta. —Dijo la enfermera quien se me hacía familiar mientras cambiaba el suero.

—Mamá viene luego, tenía una clase y me dejó a cargo de ti, así que se un buen paciente y no molestes. —Dijo Ariel cambiando de canal a las caricaturas.

—Genial... —Fue lo único que pude decir.

—El Doctor vendrá luego, debe mantenerse recostada hasta entonces, por favor no haga fuerza innecesaria. —Dijo la enfermera para luego marcharse. Estoy segura de que la conozco de algún lado...

—Estas horrible. —Dijo Ariel a penas la enfermera se fue.

—Gracias Ariel.

—Es enserio Greta, estás actuando como una tonta y haciendo estupideces, esa no es mi Greta, no la Greta que conozco, la que va por lo que quiere y no se deja tan fácil. Sé que esto es demasiado drama para ti, pero todas estamos pasando por algo justo ahora, y no es así como mamá y papá nos enseñaron a afrontar los problemas.

—Ariel esto no es un problema, es la ruina de mi vida.

—Acabó de decir algo extremadamente sincero e inspirador, no me salgas con eso que voy a golpearte, no es la ruina de nada. Ya viste las noticias, y sí estás en el fondo, pero las cosas no pueden empeorar.

—Tienes razón. —Dije dándole una sonrisa.
—Eres toda una sabía, ¡¿Qué rayos hiciste con Ariel?!

—La maté...  —Dijo cambiando de expresión pero luego rió.
—Voy por tu gelatina, ya regreso.

Esperaba a Ariel e intentaba distraerme al menos por un rato viendo las caricaturas y cuando estás no fueron suficientes empecé a observar la habitación la cual también se me hacía parecida y mientras lo miraba todo la puerta empezaba a abrirse.

—¡Si derramaste la gelatina tendrás que ir por otra! —Dije en tono burlón para molestar a Ariel pero conforme la puerta se abría mi sorpresa aumentaba.

—No deberían darte gelatina por por no haber seguido la indicaciones del doctor. —Dijo Antonio al entrar.

Estaba en el área hospitalaria del la universidad y la chica que había visto antes era una superior, por eso todo se me hacía tan parecido... Trágame tierra.

—Hola... —Me limite a decir mientras intentaba esconderme bajo las sábanas.

—Así que finalmente colapsaste. ¡Sí, escóndete! Debería darte vergüenza, te lo advertí antes y no hiciste caso, ¿Y así es como quieres ser doctora y ayudar a otros? —Dijo muy serio; nunca me había hablado así y en verdad había resultado doloroso pero tenía razón. Recordé cuando papá me regañaba, en aquel entonces me gustaba porque tenía toda su atención, pero ahora es diferente, pensé en responder y defenderme pero preferí guardármelo.
—¿Qué ibas decir? Vamos, dilo.  ¿Acaso es así como eres? Esta no es la chica que vi en ti, no es la chica de quien me enamoré. No puedes dejarte derrumbar así de fácil. —Concluyó acercándose a la camilla.

—No es solo la universidad Antonio, son muchas cosas y ya estoy cansada... Espera ¿Cómo dijiste? ─Dije percatándome de lo que soltó con tal naturalidad.

—Sabes bien lo que dije, Greta, querer a alguien no sólo es darle tu amor, estoy aquí para ti y si puedo ayudarte en algo lo haré.

—Lo se, solo... Es complicado.

—¿Lo es, o solo no confías en mí? Quiero estar ahí para ti pero no me dejas; ni siquiera respecto a esto me hiciste caso, ¿Soy yo parte de esas cosas? —Preguntó apartando la mirada.





¿Qué hay de ustedes, confían en Antonio?

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