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"Querido diario:
En el colegio como  estamos en la semana de la orientación vocacional fueron días tranquilos.. hoy por ejemplo nos llevaron al salón de actos y nos hicieron escuchar charlas de algunos profes del cole sobre cómo eligieron su vocación. Creo que la intención fue buena pero dado que la docencia era la única vocación presente en las charlas, daba más la sensación de que nos estaban tratando de reclutar para cuando se jubilaran los más viejos que otra cosa. Igual estuvo bien porque me pasé toda la mañana sentada al lado de Gael dándonos la mano y boludeando... cada tanto me acariciaba la mejilla y me daba un beso cariñoso en el cachete. Cada vez que hace eso le sonrío, me fijo que nadie esté mirando y le encajo un pico. Él se pone colorado, se ríe y me mira con cara de "cuando lleguemos a casa te mato". Pero cuando llegamos a su casa me cocina, me hace mate, hacemos la tarea... pero no me "mata." Entendés a qué me refiero ¿no? No quiero sonar ninfómana pero estoy pensando en ESO todo el tiempo: ¿Cuándo pasará? ¿Le gustará? ¿Le gustaré? ¿La pasaré bien? ¿Dónde será? Son preguntas que dan vueltas en mi cabeza desde que nos pusimos de novios y no puedo sacármelas. Tati me dice que tenga paciencia, que ya se va a dar (Sí, ya sabe todo, después te cuento cómo fue eso).  Cami me dice que deje de perder tiempo y lo avance yo.
Encima estuve haciendo cálculos y este fin de semana ya no va a ser porque nos vamos de viaje, después en la semana va a ser compliAY ANA PARÁ DE CALCULAR TODO. 

YA VA A PASAR, CALMATE.

Ah, casi me olvidaba.. ¡no sabés lo que pasó hoy! La cosa es que volvíamos del cole y fui con Gael a almorzar a su casa como casi siempre. Estábamos ahí, en la cocina, tratando de googlear cómo armar esa cosa, cuando llega el papá de Gael con una sonrisa de oreja a oreja.
GAEL - ¿Qué pasó? ¿Te ganaste la lotería?
LEANDRO - Mejor..
G -¡Contá!
Leandro respiró profundo con aires de superioridad.
L -Costó pero, después de muchas tratativas, lo logré.
Se notaba que disfrutaba del suspenso.
G - Daaaale viejo dejá de hacerte el misterioso.
Leandro se acercó, lo palmó en la espalda y finalmente dijo:
L - Hijo... te van a probar para jugar en River."

El Arte De Negar - Todxs tenemos un InnombrableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora