41.Nahuel IV

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#Elartedenegar #SegundaParte
Cap 41.
Viajamos ahora al 2016. Nahuel está llegando tarde a encontrarse con Ana en la plaza. Desde que le dijo de verse no puede pensar en otra cosa, ni comer y menos dormir.. se siente mal por la conversación que tiene por delante pero debe hacerlo. Él todavía no puede entender bien qué siente por ella pero sabe que esa chica no es como las otras, Ana no le da lo mismo. Tal vez sea su mirada, su paciencia, su perseverancia.. Tiene algo especial, algo que lo atrapa. Es de esas personas que uno puede tener lejos durante mucho tiempo pero que de un día para el otro necesita desesperadamente.
Pero si algo sabe es que tiene que dejarla ir, no puede seguir lastimándola, nunca va a poder darle lo que ella merece. Y la oportunidad que surgió de trabajar en el colegio no sólo es útil para independizarse de una vez por todas de su padre, sino que también es una buena excusa para poner un punto final a su historia con ella.
Cuando se acerca, ella lo recibe cariñosamente con una merienda y una sonrisa, eso lo hace sentir peor. Piensa que debería haberle advertido el motivo de la charla pero estaba convencido de que había hecho bien en tratar el tema en persona. Era lo mínimo que ella merecía. "Va a ser mejor que lo resuelva rápido", piensa Nahuel.
Finalmente le dice que no puede estar más con ella mientras por dentro sufre sabiendo que se va a poner mal. Pero sabe que Ana es fuerte, lo va a superar y va a encontrar el chico que merece; uno sin tantas, sin complicaciones, sin tanto por resolver antes de poder entregar su corazón honestamente.
De repente empieza a dudar ¿Y si ella era su salvación? ¿Y si estaba perdiendo la chance de cambiar la historia?
A-Podés contarme si querés.
N-No hay nada que contar.
A-Ojalá confiaras en mi, te darías cuenta que no estás solo, no te puedo ayudar pero te puedo escu..
N-¡ANA TE DIJE QUE NO PASA NADA!
"¿Le grité así?", pensó. Y ahí se dio cuenta de que estaba acertado. No podía luchar contra su esencia, llevaba el temperamento de su padre en los huesos, y por más que quisiera escapar ese era él: Ana estaba mejor lejos suyo.
**
Voy a tener a tener que detener acá el relato, querido lector, porque veo que estás creyendo cada palabra de lo que te cuento. Es natural, ¿por qué desconfiarías de la palabra del narrador? Sin embargo, lamento comunicarte que caíste en mi detector de negadores. Si lo que leíste desde hace tres capítulos hasta recién te resultó verosímil, debo confirmarte que sos uno más como Ana... otro especialista en el arte de negar.
No te aflijas, la buena noticia es que estas leyendo en el lugar correcto y, esta historia, es definitivamente para vos. Te pido disculpas si te ofendí, no quise engañarte pero fue necesario. Simplemente quería demostrarte que cuando uno quiere creer algo, puede.. y esa, es la esencia de la negación. Nosotros mismos nos ponemos los obstáculos sin saberlo.
Lo que te conté estos últimos capítulos no es mentira, pero tampoco es la realidad. ¿Entonces?
Entonces, es la historia de Nahuel TAL CUAL se la imagina Ana en su cabeza. Ella fue tomando comentarios, anécdotas e historias que le contó Nahuel -a medias- y las completó a su favor. ¿Por qué? Porque ella, como buena negadora, necesita creer que hay una razón poderosa por la cual Nahuel no está con ella.
La mayor habilidad del negador es esa, encontrar responsables y adjudicarles el poder de decisión.
Espero me disculpes por este truco literario pero lo sentí necesario para empezar a poner luz en el camino. Las cosas no siempre son como pensamos, como queremos que sean ni necesariamente tienen un motivo que nos sea suficiente. Hay una frase que dice "hay tantas verdades como personas en el mundo." Y realmente creo que es así: todo depende del cristal con qué se lo mire. En el caso de Ana, desde el de la negación.

El Arte De Negar - Todxs tenemos un InnombrableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora