One Shots ▷ Pietro Maximoff

Tinder personal

Título: Tinder personal.
Parte: 1 de 1

Estabas en tu habitación leyendo un libro, mientras Pietro te observaba con aburrimiento, buscando una forma de molestarte, divago en su mente, hasta que recordó una de sus tantas pláticas, en su cara se posó una sonrisa zorruna.

— ¿Recuerdas de lo que hablamos la otra vez? —dijo llamando tu atención, despegaste la vista de la página y le miraste con el ceño fruncido.

— Speedy, tú y yo hablamos todos los días, por lo tanto hay muchas otras veces. —dijiste divertida.

— Aún no puedo creer que nunca hayas tenido novio. —dijo recostándose boca arriba en tu cama con los brazos detrás de su cabeza, le rodaste los ojos desde tu escritorio.— Eres bonita, no me explico el porqué.

Soltaste un suspiro, te levantaste de la silla en la que estabas, caminaste hacia él, y tomaste asiento a su lado.— Dices eso porque eres mi mejor amigo, incluso, casi como mí hermano, todos los hermanos le dicen eso a sus hermanas.

— No es por eso, —te miro— yo realmente creo que eres bonita.

— Lo que digas Maximoff. —dijiste en un bufido.

— Es la verdad. —dijo encogiéndose de hombros.

Negaste divertida mientras te cruzabas de brazos, para luego levantarte, lamentablemente no lo pudiste hacerlo, ya que la persona tras de ti te tomo de la cintura atrayéndote a él. Empezó a hacerte cosquillas en el abdomen, reías sin parar, rogabas piedad, sin embargo él no se detenía; pasó un tiempo, seguías riendo, hasta que las cosquillas cesaron, miraste los profundos orbes azules de la persona encima de ti, te perdiste en ellos, los segundos parecían horas, cada uno clavando sus ojos en el contrario, era extraño, los sentimientos que les encerraban, los conocidos y los desconocidos.

Carraspeo, desvío la mirada para después quitarse de encima, se sentó en la orilla de la cama.— Dime, ¿alguna vez haz querido conseguir una pareja?, ¿lo haz intentado? —dijo de pronto con tono serio, te sorprendió su cambio, hace unos momentos reían, y ahora el aire de la habitación era un tanto asfixiante.

— Claro que lo he hecho, sin embargo ha sido un fracaso, así que he llegado a una conclusión, si esta destinado a suceder, pasará y no me obligaré a forzar nada.

— Tal vez necesites un poco de ayuda, —respondió al instante.— seré tu Tinder¹ personal. —dijo regalándote una sonrisa burlona.

Le miraste incrédula.— Buena broma. —respondiste riendo, hasta que caíste en cuenta que hablaba en serio.

— Vamos, —negaste.— ¿qué puede salir mal?

— Todo, tal vez. —respondiste riendo.

— ¿Qué tal el chico de las pizzas?, parece que quiere algo contigo. —dijo moviendo sus cejas con complicidad.

— No puedo creer que realmente estés tomando en serio todo esto.

— No pierdes nada. —dijo como si se tratase de cualquier cosa insignificante, mientras se encogía de hombros.

— Mi dignidad, quizá. —viste como te rodaba los ojos, suspiraste derrotada.— Esta bien, lo intentaré. —dijiste antes de soltar un suspiro, observaste como sonreía, le devolviste el gesto.