One Shots ▷ Pietro Maximoff

Piropos

Título: Piropos
Parte: 6 de ?
Serie: Textos

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Pietro:
No me busques, prefiero seguir perdido en tu mirada.

Petey, pero si estás viendo el teléfono.

Si cocinas como estás caminado, te juro de la casa hoy no salgo.

Estoy sentada...

Si tuviera un dolar por cada beso, que me das, sería un rico enamorado.

Nunca te he besado...

Si quieres saber lo que es un beso, te doy clases particulares.

Ésta es especialmente graciosa,
me esperaba que dijeras algo así.

Si quieres encontrar a tu príncipe azul, tendrás que besar a este sapo.

Si lo pienso, creo que no me molestaría.

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Pietro quitó la mirada azulada de su teléfono para luego observarte desde el otro lado de la habitación, una sonrisa se asomó en su rostro; por tu lado, arrugaste la nariz, mientras esperabas que te contestará, hasta que sentiste su fuerte mirada sobre ti, mordiste tu labio nerviosa mientras tus mejillas se transformaban en pequeños rubíes.

— Deja de verme, me pones nerviosa. —dijiste mientras le aventabas un cojín, que segundos antes estaba reposado en el sofá en el que te encontrabas. Te mostró sus deslumbrantes dientes en una sonrisa, mientras cogía el mismo cojín que le aventaste, negó divertido, lo dejo en donde el estaba sentado, para después acercarse a ti con rapidez y tomarte en brazos para de nuevo salir corriendo.

Cuando sentiste ya estabas en la azotea, con él a unos escasos centímetros frente a ti, tus mejillas ardían, le viste mirar tus labios sonriente, tomó tu rostro en sus palmas, acariciándote con sus pulgares, para después estrellar sus carnosos labios contra los tuyos, abriste los ojos como platos, mas te dejaste llevar por sus movimientos, y los cerraste lentamente, mientras le seguías torpemente el beso.

— ¿Te ha gustado el beso de este sapo? —preguntó mientras sonreía con autosuficiencia.

Negaste riendo.— No estuvo tan mal. —dijiste mientras posabas tus dedos en tus labios y barbilla pensante.

Arqueó una de sus cejas, sorprendido.— Te mostraré todo lo que puedo hacer, a ver si eso también "no está tan mal". —dijo imitando tu voz. Te tomo por la cintura, volviendo a unir sus labios, todo era más salvaje que la primera vez, como para dejarte sin aliento para la eternidad, y derretirte ante su toque.

N/a:
No he publicado en mucho tiempo, y esto es bastante corto, pero no tengo ni tiempo para lidiar con mi existencia, así que espero que les haya gustado a pesar de ser una nada; so... nos leemos luego.