Capítulo 16.

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Estaba corriendo y no tenía la intención de detenerme, las lágrimas caían por mi rostro al igual que el sudor, veía borroso gracias a las lágrimas que me impedían tener una buena visión y gracias a eso me tropecé.
-idiota, idiota, idiota, soy una idiota, ¿por qué tuve que ir a meterme a la casa de esos idiotas?.- golpee el suelo mientras lloraba.
-siempre arruino todo, ¿es que acaso nunca aprendo?.- me dolían las piernas y los nudillos de mis manos, ahora que los miraba estaban rotos, estaba tan enojada que no me di cuenta de la fuerza que ocupe. Me levante lentamente del suelo y me limpie las lágrimas con las mangas de mi abrigo, camine unas pocas calles más y pare un taxi para que me llevara a casa.

-hemos llegado señorita.
-gracias.- le pase el dinero y me baje del auto.
Saque las llaves de mi casa que estaban en el bolsillo de mi abrigo y abrí la puerta, al entrar un escalofrío me recorrió el cuerpo, las cortinas estaban cerradas y el olor a cigarrillo y alcohol se sentían fuertemente, tire mi bolso al suelo y me saque las zapatillas, me acerqué al refrigerador y tome una cerveza, la destape y tome un sorbo, me fui a sentar al sillón y observe a mi al rededor.

-Flashback-
-no me gusta estar sola papá.
-te irás acostumbrando.- su padre solamente la miro seriamente y se retiró de el living.

Solté un bufido.
-creo que nunca me acostumbraré papá.- mire el largo pasillo que estaba frente a mí y bebí otro sorbo de cerveza.
Saque un cigarrillo de la cajetilla que estaba a los pies del sillón y lo encendí, le di dos caladas y cerré los ojos.
-¿Qué es lo que debo hacer mamá?.
"Siempre haz lo que sea mejor para ti cariño"
La voz de mi madre resonó en mi cabeza, mire al lado mío y la vi sonriendo, sacudí mi cabeza borrando esa imagen de mi mente, tenía que aceptar que mi madre ya no estaba conmigo.
-mamá, ¿qué me dirías si me vieras así?, qué pasaría si...¿ya no sé qué es lo bueno o malo para mi?, ¿qué pasa si perdí todo el interés en mi vida?...creo...creo que ya no me interesa lo que pase en mi vida mamá y eso, me entristece tanto.
Empecé a llorar silenciosamente y de repente sentí unos golpes en la puerta, me asusté y mire el reloj que estaba al lado de la televisión. Rápidamente toda la tristeza que sentía paso a ser molestia y enojo.
-¿quién demonios toca a las 5 de la mañana?.
Los golpes se hicieron más fuertes y me levante malhumorada de mi sillón a abrir la puerta, en el camino apague mi cigarrillo.
-¿¡a quien mierda-
Cuando abrí la puerta me quede impresionada, no pensé que podían ser ellos, maldito Gajeel y maldito Laxus, ¿es que acaso les gusta fastidiarme?.
-Hola Lu.- Levy se encontraba en frente mío saludándome con una sonrisa, a su lado se encontraban Erza, Natsu, Gajeel, Laxus, Gray (este se veía bastante molesto, y ahora que lo pienso no le dije que me iría de su casa), Wendy y Juvia.
-¿Qué creen que hacen aquí?.- fruncí el ceño molesta.
-hemos venido a conversar contigo Lucy.- Wendy me miraba suplicante, solté un suspiro y la observe nuevamente, no podía negarme a ella, ni a esa mirada. Abrí la puerta hasta atrás y los deje pasar. Me di cuenta de que todos observaban impresionados el estado de mi casa, pero el único que no me quitaba la mirada de encima era Natsu. Me fui a sentar al sillón nuevamente y los observe.
-hablen.- tome mi cerveza a medio beber y me la lleve a la boca.
Todos se miraron entre sí y Natsu se acercó a mí quedando sentado a mis pies, nos observamos fijamente un momento hasta que él se decidió a hablar.
-queremos recuperar a la antigua Lucy.- lo observe sería y después observe a los demás, me di cuenta de que hablaban en serio y entonces abrí los ojos anonadada, impresionada, incrédula de lo que estaba diciendo, solté una carcajada y después me reí como si me hubieran contado el mejor chiste. Natsu frunció el ceño.
-¿es que acaso dije un chiste?.
-sonreí.- pues claro, me parece totalmente inútil que vengan aquí a pedirme algo así, ya que por mi estupidez le conté algo de lo que a sido mi vida últimamente a Gray, a Gajeel y a Laxus. Y obviamente estos les han contado a ustedes y ahora todos se han juntado para venir a "convencerme" para ser la misma Lucy de antes.- Natsu me observó entre impresionado y molesto.- Lo que no puedo deducir es...¿en serio creyeron que yo cedería a algo así tan fácilmente sabiendo por todo lo que pase?.
Todos me observaban y parecían haber caído en la realidad de mis palabras.
-mira rubia realmente no me interesa lo que tú pienses de esto, lo que me interesa es sacarte de la mierda en la que te haz metido.- Laxus me miraba fijamente.
-a nadie nunca le a importado lo que yo pienso, eso no es una novedad, pero dejando de lado eso...yo no te e pedido que me saques de mi mierda.
-no es necesario que lo pidas, se cuando alguien necesita ayuda.
-quizás la necesite, pero no la de ustedes.
-rival, digo, Lucy, no creo ser la más indicada para decir esto o quizás si, pero, a todos nos haces falta, me incluyo, a pesar de que quizás me quitaste a mi primer amor, yo nunca e dejado de verte como una amiga, quizás si te quise odiar por un tiempo, pero no lo logre, ya que te haz ganado un pedacito de mi corazón, aún que suene cursi, así es, así que por favor, vuelve a ser la de antes, yo sé que tú también lo deseas.- observe a Juvia intentando mantenerme seria.
-Luce...te extraño.- las palabras suaves de Natsu me tomaron desprevenida y me tense en mi lugar intentando no mostrar ninguna expresión que me delatara. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Natsu me estaba abrazando, abrí mis ojos enormemente.
-he estado tan triste sin ti Luce, no sabes cuánto- observe a Gray que parecía enternecido con la situación actual y empuje rápidamente a Natsu de mi lado y me aleje, corrí hacia la puerta y la abrí rápidamente.
-fuera.
-¿qué?.
-salgan de mi casa ahora.- no los podía mirar, sabía que si los observaba mi corazón cedería y volvería a ser la misma Lucy de antes, la inútil Lucy, la confianzuda Lucy, la débil Lucy, y no quería, no lo permitiría, había puesto una barrera a mis sentimientos y a mi corazón para que nadie volvería a dañarme.
-coneja no nos hagas esto.
-no te hagas esto a ti Lu.
-solo quiero que se vayan de mi casa.
-estoy preocupado por ti Lucy, siento que si pestañeo puedo perder a mi hermanita.- las palabras de Laxus me oprimían el pecho.- cuando "chocamos" yo logre verte y tú venías a una velocidad Wow, lo más probable es que venías a más de 180, y cuando te vi borracha, me sentí tan frustrado al no poder ayudarte, dime ¿que hubiera sucedido si no alcanzabas a frenar?, no quiero ni imaginármelo.- apreté mis puños al saber la verdad en las palabras de Laxus, yo podría haber muerto.
-esta es la última vez que lo repito, fuera.
-¡LUCY!.- la voz enojada y firme de Gray me hizo levantar la mirada.- ya termina con esto, estas siendo inmadura, necesitas nuestra ayuda y lo sabes, nadie te juzgará si nos aceptas, de hecho es todo lo contrario, nosotros adoraríamos que nos aceptaras.
Le lancé mi botella de cerveza furiosa, pero Gray la alcanzo a esquivar y esta se reventó en la pared que estaba detrás de él.
-¡CIERRA TU MALDITA BOCA!, ¡ustedes no saben lo que necesito o lo que quiero!, si yo les hubiera importado nunca me hubieran traicionado, ¡pero no fue así! ¡Ustedes no creyeron en mí!, ¡si hubieran pasado por todo lo que e pasado entenderían mis actitudes!, ¡y ni se les ocurra llamarme egoísta porque no lo soy! ¡Ustedes son los egoístas al venir aquí a imponerme sus ideas sobre MI VIDA!, ¿pero les cuento algo?...¡no saben nada de mi! ¡NADA!.- los observe furiosa y dolida, sentía mi corazón oprimirse, y nuevamente sentí las lágrimas caer por mis mejillas.- demonios, no crean que porque estoy llorando los necesito, es solo que, yo quiero borrar mi pasado y ustedes solo me hacen recordarlo.- Wendy se acercó a mí lentamente mientras lloraba.
-Lucy tu...¿tú me odias?.- Wendy estaba llorando en frente mío y sus ojos denotaban la tristeza más pura que e visto, primero la mire impresionada y después la abrace rápidamente, me puse de cunclillas para estar a su altura, con mis manos levante su cara y le seque las lágrimas.
-nunca más pienses eso Wendy, yo te adoro, eres como mi hermanita pequeña no podría odiarte jamás.- le sonreí y ella solo asintió y me abrazo.- pero por el momento quiero que no te acerques a mí, es lo mejor para ti, ¿has entendido Wendy?.
-pero tú no me harías daño, ¿por qué no quieres que estemos juntas?.- la observe triste y le bese el nacimiento de su cabello.
-porque es peligroso, te juro que cuando todo esto termine te iré a visitar ¿si?, solo hazme caso Wendy esto es lo mejor para ti.- revolví sus cabellos cariñosamente y le sonreí. Después me levante seria y observe a los demás.
-ya es hora de que se marchen.
-no, aún no va siendo hora.- Erza me miró sería.- por el momento solo nos iremos Wendy y yo, los demás se quedan.- levante una ceja retadora mente y Erza solo me ignoró y siguió de largo hasta llegar a Wendy, la tomo de la mano y se marchó.

-observe a los demás.-todos ustedes solo pierden el tiempo aquí.
-hemos hablado con tu padre.- Levy me corto rápidamente y yo la mire impresionada, mientras ella se acercaba a mi.
-¿tú hiciste que?.- apreté los dientes furiosa y me enterré las uñas en las palmas de mis manos para calmarme.
-llame a tu padre para contarle de tu situación y saber- en un movimiento rápido yo ya tenía mi mano estampada en la mejilla de Levy, la ira me consumió y el sonido que produjo el golpe estremeció a todos en la sala.
La tomé fuertemente de los hombros y le grite furiosa.-¿¡QUÉ DEMONIOS HAZ ECHO!?, ¡NADIE TE DIO EL DERECHO DE HACER ESO!.- Levy me observaba anonadada en su lugar y tenía una mano puesta en su mejilla que ahora estaba roja. Me sentía furiosa, yo no quería saber nada de mi padre por el momento, me sentía dolida y traicionada por el y lo que menos necesitaba era que el supiera de mi situación actual. Gray se acercó para calmar la situación.
-baja tus revoluciones Lucy.
-¡no me puedes pedir eso! ¡Tú sabes lo que mi padre me a hecho y aún así la defiendes!, yo aghhhh...- me jale mi pelo frustrada y empuje el florero que estaba en la mesita de centro.
-¡lárguense ahora! ¡No los quiero ver!.- en un ataque de furia empeze a romper y a lanzar al suelo o a las paredes todo lo que se me cruzara, cuadros, floreros, vasos, todo.
-¡Cálmate Luce!.
-¡No! ¡Fuera! ¡Lárguense ahora!.- le tire un vaso de vidrio a Natsu y este lo esquivo rápidamente.
Gray y los demás asintieron y salieron de mi casa lentamente, Levy fue la última en salir y antes de cerrar la puerta pronunció unas últimas palabras "a pesar de todo siempre te querré."
Me caí de rodillas al suelo y empecé a llorar, a gritar y a maldecir, me sentía tan...furiosa, dolida y más.
-¡LOS ODIO! ¡LOS ODIO, LOS ODIO!.

Azul y Chocolate [GRAYLU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora