Frank estaba llegando tarde a su clase de literatura. No quería llegar tarde, mucho menos considerando que aquel era su primer día en esa escuela. Pero aquellos molestos chicos no parecían querer dejarlo ir pronto.
— ¡Parece un pitufo! —dijo uno, riendo.
— ¡Nunca vi a alguien más enano en toda mi vida! —exclamó el joven de los dientes torcidos.
— Por favor, sólo quiero ir a clase —murmuró Frank. Aquel grupo de chicos le habían acorralado en el pasillo y desde entonces habían estado llamándolo por apodos graciosos. En realidad no estaba intimidado por el trío, ya había lidiado con bravucones en el pasado pero no quería meterse en una pelea apenas el primer día en ese lugar.
— Tú no te irás hasta que nosotros lo ordenemos —espetó el más alto, quien parecía ser el líder del grupo, un muchacho de cabello rubio ceniza y bastante fornido.
— ¡Exacto! ¡Ahora muéstranos lo que tienes!
Frank miró a su alrededor en busca de un profesor o alguien a quien pudiera acudir, pero el pasillo estaba completamente desolado. Todo mundo debía estar en sus respectivos salones— No tengo nada de dinero.
— ¿Qué hay en la mochila, entonces? —el de dientes torcidos se la quitó y esparció su contenido por el suelo.
— ¡Oye! —intentó que se la devolviera pero fue empujado contra los casilleros de nuevo por el pelirrojo, con poca gentileza. Sintió como el metal se clavaba en su piel y soltó un alarido.
— Basura, basura, y más basura. ¿Qué acaso no tienes nada bueno aquí, nuevito? —se burló el rubio.
— ¿Por qué mejor no te vas a la mierda, idiota retrasado? —bramó Frank, hirviendo de rabia. No conocía a aquel chico pero ya lo estaba comenzado a odiar. No podía procesar su actitud.
— ¿Cómo me llamaste? —su expresión se endureció de inmediato y sus amigos retrocedieron unos pasos.
— Idiota retrasado. Por qué eso es lo eres, un idiota.
— Cierra la boca si no quieres recibir un golpe —amenazó, apretando los puños.
— Oblígame... Estúpido —puso especial énfasis en la última palabra.
Y quizás sí debió de haber cerrado la boca después de todo, por qué lo siguiente que supo fue que se encontraba sujetándose el dolorido estómago, pues le había dado un buen puñetazo. El aire abandonó sus pulmones.
— Veo que necesitas que te enseñen buenos modales —bufó luego el alto con petulancia— Verás, en está escuela nosotros mandamos. Tú estás abajo de la cadena alimenticia, nosotros arriba. Tú obedeces, nosotros ordenamos. No es difícil, creo que eres lo suficientemente listo como para comprenderlo. Y si no, entonces enfrentaras las consecuencias de tenernos como enemigos. ¿Has entendido?
— Pienso que... Pueden irse muy al demonio —Frank respondió luego de un momento. Sonrió, ignorando el dolor en su estómago y el hecho de que probablemente recibiría más golpes— Elijo consecuencia.
— Tu te lo has buscado, pequeña mierda —rugió el rubio.
Antes de que su cerebro pudiera siquiera procesarlo, un puño invisible fue dirigido hacia su mejilla derecha y el dolor no tardó en aparecer. Saboreó sangre, más no le dio importancia y contraatacó a su atacante, quien no se esperaba una reacción de su parte y se tambaleó hacia atrás al recibir el golpe.
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suicide club ↠ frerard
Fanfiction"I would drive on to the end with you." Gerard, Frank, Mikey y Ray son los parias de su escuela. Cada uno de ellos con peculiaridades diferentes, forman parte de un grupo conocido como "Suicide Club", el club de los suicidas. Juntos cometerán una se...