Capitulo 34

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(Jared)

No estaba enojado con ella, estaba enojado conmigo mismo por haber desperdiciado los malditos tres años pasados ignorando a Destiny.

Estaba tan enojado y avergonzado que no podía verla, ni siquiera tuve el valor de contestar su mensaje. Me pase el resto de la tarde y todo el sábado en mi recamara lamentando lo idiota que fui, Charlotte fue a verme un par de veces pero solo la ignore. Por la noche, por primera vez en mucho tiempo, mi madre fue a mi recamara —Charlotte me dijo que no has comido nada desde ayer Jared... ¿Qué pasa?— estaba tendido en mi cama, me di la vuelta para que viera lo mierda que me sentía —Hijo... ¿Por qué... estas así?— veía la preocupación en sus ojos y se acercó a mí, me abrazo y yo acepte su abrazo —La perderé mama, se ira de mi lado, soy un idiota— beso mi frente —Jared... si me explicas que pasa quizá pueda ayudarte cariño— y le conté mi problema, mi mama me escucho muy atenta y no me hizo preguntas hasta que termine de contarle, las respondí y luego me dio un consejo —Ella te dijo que te ama, a pesar de todo y por lo que escuche, sé que es verdad, esa chica me recordó a tu padre ¿sabes?— fruncí el ceño —¿Por qué?— mi mama suspiro —Ethan no fue el chico más guapo en la universidad ¿sabes? Era muy tímido y yo era la chica aplicada de la clase y tampoco muchos chicos me hablaban más que para pedirme tareas y cosas por el estilo, pero más de una vez lo encontré mirándome y apareciendo por los lugares que yo frecuentaba, pero nunca me hablo, no fue hasta que un día David Holder me invito a una fiesta en su casa, él era el chico más popular del curso y bueno yo fui... no sabía que todo era por una apuesta, el solo quería llevarme a su cama, cuando vi sus intenciones, quise huir, pero él no me dejaba, pero Ethan llego, tu padre llego a salvarme. Después de eso fuimos amigos hasta que él se decidió a decirme que me quería desde que iniciamos la preparatoria y esa es parte de nuestra historia hijo... tu llegada nos hizo querer llenarte de lujos y creo que nos hemos perdido gran parte de tu vida y no sabes cuánto lo siento— dijo con voz entrecortada —Te quiero mucho Jared, y no quiero verte sufrir, y mi consejo es que, si la amas tanto como ella a ti, no la dejes ir tan fácil, no sin luchar, no sin dejarle claro todo hijo, el amor es de dos, así que los dos tienen que resolver esta prueba— acaricio mi mejilla y luego me arropo como cuando era un pequeño de cinco años y me dejo descansar.

•••

Me despertó porque mi celular sonó avisándome que tenía una llamada de Andrew —¿Qué pasa?— conteste, eran once menos cuarto —¿Has hablado con Destiny ya?— suspire —No... ¿Por qué?— dije y entonces recordé —¡Mierda!— escuche el chasqueo de lengua de Andrew —Si Jared, se va hoy a las tres de la tarde... me acaba de avisar Kayla la hora, por si querías saberlo—gruñí —Deja de gruñirle al estúpido teléfono, levanta tu trasero de la cama y ve a verla— dicho esto colgó y yo me levante dela cama y avente el teléfono, fui a ducharme rápidamente y me puse lo primero que encontré en mi armario, tome el teléfono de nuevo pero me detuve porque vi mi guitarra. Siempre me había gustado tocar la guitarra y la sabia tocar un poco, pero en las ultimas clase de música, en las clase que no estuvo, la miss Mónica nos dejó tocar un instrumento y había escuchado una canción y me la aprendí en ese lapso, sin pensarlo más, la tome y corrí al Camaro y conduje a Sugar Land.

Cuando llegue, Kayla estaba a punto de tocar la puerta y la detuve — ¡Kayla espera!— dije y ella volteo a verme —Pensé que no vendrías... ¿sabes? No sé cómo ella puede amarte tanto a pesar de tus desplantes Jared— suspire —Solo... ayúdame a que ella salga de su casa, no quiero hacer lo que voy a hacer delante de su mama y su hermano— ella rodo los ojos —Por favor Kayla... te lo suplico— suspiro resignada —Si la haces llorar de nuevo... te juro que te vas a acordar de mí el resto de tu vida Collins— dijo y solo asentí, ella toco el timbre e Ian abrió, Kayla entro y espere.

Veinte minutos después, Kayla salió con Destiny, le había vendado los ojos con un pañuelo negro —Kayla estás loca— dijo Destiny riendo, yo estaba frente al Camaro y Kayla la llevo frente a mí, yo tome la guitarra y Kayla dijo —Espero esta vez no recibir ningún pellizco o golpe D— y luego le quito el pañuelo y comencé a tocar los acordes de A gritos de Esperanza de Alex Ubago, ella se quedó mirándome y Kayla poco a poco se fue de vuelta a la casa de Destiny.

Puse mi alma y corazón interpretando esa canción... mi corazón estaba rompiéndose con cada frase, yo no quería dejarla ir, no quería que estuviera tan lejos de mí.

"Que tu luz brille por siempre, porque tú te lo mereces y perdona si algún día pretendí que no fueras, tu misma... si preguntan por ti, solo diré que te vi en mis sueños una noche y solo sueño desde entonces para verme cada día junto a ti..."

Cuando termine la canción, me derrumbe, no quería llorar, pero fue inevitable —Te amo tanto— ella se acercó a mí y me abrazo —Pensé que... no vendrías— dijo la acerque más a mí —No te dejaría ir sin que dejáramos todo claro aquí... ¿quieres ir al parque conmigo?— pregunte y ella asintió.

Only You. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora