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Epilogo

8 años después...

Destiny y Jared no pudieron cumplir su promesa totalmente... solo los primeros seis meses, debido a la diferencia de horarios y su programa de clases demasiado apretado, al parecer el destino, no estaba a su favor, o quizá no por ahora.

Habían pasado 8 años desde la última vez que se vieron en persona...

No habían hablado mucho desde entonces, esporádicamente se mandaban e-mails, hacía cuatro años que ambos que habían graduado. Jared era ahora un excelente maestro de idiomas, por lo cual no había vuelto a Texas, él se había quedado en Londres y Destiny por otro lado había regresado a Texas después de la graduación, ella, Hannah y Henry habían estudiado negocios internacionales y habían encontrado un buen empleo en Dallas, aunque si quedaba algo retirado de donde vivían, valía la pena. Todo estaba bien con respecto a la vida profesional de ambos.

Pero aún se necesitaban, Jared había intentado estar en un par de relaciones, pero con ninguna duro ni un mes. Destiny, ella fue fiel siempre, no quiso salir con nadie a pesar de que Hannah insistía.

Pero quizá fuera hora de hacerle caso a su amiga... habían pasado ya 8 años...

•••

El verano había empezado y una clara señal de ello eran los hermosos arboles de cerezo del parque al que Destiny amaba ir, hacia mucho que no lo visitaba, pero ese día sintió la necesidad de hacerlo, camino hacia donde estaba su árbol favorito, aquel cerezo donde se le había ocurrido lo de la apuesta, aquel donde Jared la había besado por primera vez, aquel donde le había roto el corazón, aquel donde se habían despedido... tantas cosas pasaron debajo de ese cerezo, ese día había terminado pronto su trabajo en la empresa y fue directo al parque, no había querido pasar a su casa a cambiarse, así que iba con un vestido rosa fucsia entallado y una saco elegante negro con detalles del mismo color del vestido y zapatillas a juego, con las zapatillas se le hacía algo difícil caminar en el pasto y debido al vestido no pudo sentarse así que solo se recargo en el árbol, cerro sus ojos y comenzó a recordar, todo... extrañaba tanto a Jared.

Recordó su primera vez, ese día tan especial para ambos, la primera vez que él le había dicho que la quería, recordó el baile de graduación, cuando le dijo que la amaba, cosa que jamás pensó escuchar de sus labios, y aunque no quería, también recordó cuando lo vio besar a Zoe, el día que su mundo se derrumbó...

•••

Los padres de Jared estaban esperando por el en el aeropuerto, hacia un par de años que no los veía, había decidido regresar por fin a Texas, nadie sabía de su regreso, ni siquiera sus mejores amigos James y Andrew, quería sorprenderlos, pero especialmente había regresado para volver a verla, no había sabido nada de Destiny desde hacía ya 8 años... y esperaba que ahora que ambos eran más maduros, quizá el destino estuviera de su lado, no la llamaría aun, quería estar solo un rato y pensar lo que le diría cuando la viera, quería ir a aquel lugar donde todo había comenzado, donde él se había dado cuenta de que la quería.

Una vez que sus papas lo dejaron solo, el tomo su Camaro negro y condujo a ese lugar especial, al parque de Sugar Land, a pesar de que estaba algo cansado, algo le decía que fuera ahí así que aun en su traje negro, se fue, estaciono el auto donde lo estaciono la primera vez que estuvo ahí con ella, con el amor de su vida. No sabía porque su corazón latía muy rápido y sus manos sudaban, bajo del auto y se sorprendió al ver el parque lleno de cerezos floreados, la vista era hermosa, más con el lago y el sol ocultándose... Jared camino hacia su árbol, el árbol donde había probado sus dulces labios por primera vez, ese árbol de cerezo había pasado por su historia completa... suspiro y se puso a recordar todo.

•••

Destiny había caminado un largo tramo en el parque y había llegado al puente de madera, donde se podía observar mejor todo el parque, y el lago donde se reflejaban los aboles ahora rosas de los cerezos, se detuvo a la mitad del puente y se recargo en el barandal de madera y miro el horizonte, el sol estaba a punto de ocultarse, una lagrima rodo por su mejilla — ¿Cuándo te volveré a ver?— susurro.

Jared siguió su camino y llego al puente, el cual no conocía, Destiny solo le había mostrado ese árbol, al llegar ahí, noto al instante la hermosa vista y siguió caminando maravillado, sin duda ese lugar sería perfecto para llevar a Destiny cuando la viera de nuevo... se detuvo en seco cuando vio una pequeña silueta, su corazón dio un vuelco, ese cabello negro y largo lo conocía... se acercó sigilosamente a aquella chica y escucho su voz —Fue un error dejarte ir, el destino es una mierda con nosotros— su voz... era ella, era su chica, era... Destiny, su respiración se aceleró y cuando por fin encontró de nuevo su voz, hablo —No fue un error cariño— Destiny se enderezo ¿acaso estaba alucinando? Ella tenía miedo de voltear y darse cuenta que Jared no estaba ahí, poco a poco se dio la vuelta y los ojos de ambos se conectaron, el corazón de Destiny se detuvo por una milésima de segundo —Ja...Jared— ninguno de los dos se movió pensando en que quizá todo era un sueño, pero Jared se arriesgó y acorto la distancia entre ambos y la abrazo y aspiro su aroma, ella olía a vainilla —Destiny... dime que no es un sueño, que por fin estas en mis brazos— Destiny se aferró a los brazos de Jared, se sintió como hace mucho no lo hacía, se sintió protegida, él se separó de ella y tomo la cara de Destiny entre sus manos y limpio sus lágrimas —Estas aquí...— dijo Destiny después de un rato de contemplarlo —Estoy aquí Destiny, estoy aquí y esta vez, es para siempre— dijo Jared tranzando con sus dedos los labios de Destiny, ella cerro los ojos ante el contacto y Jared, no aguantando ni un minuto más, unió sus labios en un tierno beso, ambos se sintieron como a primera vez, Destiny enredo sus brazos alrededor del cuello de Jared y el la tomo por la cintura elevándola un poco, haciendo que el beso se profundizara, y en ese beso expresaron más que con sus propias palabras... su historia apenas comenzaba....

FIN

"Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia..."