capitulo 7

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Todo sucedió muy rápido, Diego se terminó yendo, pero el enojo no se le bajaba a Federico...

F: dime la verdad, Cristina... ¿Quedaste en verte aquí con es peón??
C: ¿Cómo crees?? Nos encontramos de casualidad...
F: ¿Por qué viene precisamente a este lugar??
C: porque es parte de la hacienda... La cascada queda muy cerca, a lo mejor...
F: es aquí donde nosotros siempre nos vemos.
C: Pero no es exclusivamente nuestro. Ya quisiera yo que tuviéramos un lugar privado... ¿Otra vez estás celoso??
F: la próxima vez que lo tenga en frente a ese tipo...
C: Federico...
F: no lo soporto, ni a ese ni al doctorcito...
C: pero yo si me tengo que aguantar que hables con cuanta mujer conoces, ¿no? Y que seas el galán del pueblo...
F: Cristina...
C: déjame...

Ella giró bruscamente y se mareó, perdiendo el equilibrio y hasta el conocimiento...

// Capitulo 7 //

Por fortuna, la cercanía que mantenían le permitió a Federico reaccionar de inmediato y recibir a Cristina contra su pecho...

La llevó hasta la sombra que un árbol les proporcionaba y se arrodilló con ella todavía inconsciente y entre sus brazos...

F: Cristina... Cristina... ¿Qué te pasa...? Despierta... Por favor despierta... ¿Qué tienes...??

Podría decirse que por primera vez en su vida Federico Rivero entró en tensión... Pero aquella producida por los nervios...

Ver a Cristina desmayada y no saber qué hacer cuando no reaccionaba era el peor miedo que había experimentado en su recién iniciada etapa adulta...

Se quitó el sombrero y empezó a ventearla para que recibiera más aire... Alternando aquello con darle leves y suaves palmaditas en las mejillas...

Hasta que de a poco fue reaccionando... Por supuesto ajena a lo que había pasado...

F: Cristina... (Atrayéndola contra su pecho) Qué bueno que despertaste....
C: ¿Qué me pasó...?
F: te desmayaste... No supe qué hacer... No lo vuelvas a repetir...
C: ya estoy bien...
F: ¿Por qué te pasó esto??
C: no sé... A lo mejor por el calor...
F: ¿El calor??

Federico volvió a darle aire con su sombrero... Lo menos que deseaba es que se desmayara de nuevo...

C: sí... Y eso sumado a que no he comido en todo el día...
F: ¿y por qué no comiste??
C: no tenía hambre... Ya me siento bien... (Intentando levantarse)
F: no... Espera un poco... ¿Y si te desmayas otra vez??
C: dudo que eso sea posible... De verdad... Deja que me levante...
F: mejor descansa un rato por lo menos...

Estuvo un rato más entre sus brazos... Disfrutando los 2 por igual...
Pero la alegría de Cristina se basaba en saber que Federico se preocupaba por ella...

>>>> El padre de Cristina dio su consentimiento para que fuera de paseo con Ángel Luis a Villahermosa, a fin de cuentas que mantenían un noviazgo.

A quien sí le pareció raro fue a Doña Consuelo, porque ella conocía la verdad, su hija amaba y se veía a escondidas con el joven Federico Rivero, aún así no dijo nada...

Ya en la capital del estado se dirigieron a una clínica privada, se la habían recomendado al joven estudiante y atendían aún los fines de semana...

Lo primero fue tomarle una muestra de sangre, un chequeo rutinario y a esperar...

>> En el pueblo, a Federico se le hizo bastante extraño la ausencia de Cristina... Según le dijo no se podrían ver hasta el lunes, porque tenía muchas cosas que hacer en Villahermosa...

Cepillaba su caballo y no dejaba de pensar en ella... Su piel, sus besos, sus ojos, su risa... Todo de Cristina le encantaba... Lo tenía completamente cautivado y ahora le sería muy difícil irse y dejarla...

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