CAPITULO 37

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Algo alejada del centro de la ciudad, pero en una zona exclusiva... Se erigía la nueva casa de los Rivero...

Desde fuera se podía ver el amplio jardín, con varias bicicletas, pelotas y triciclos regados...

Ya en el interior, ninguno de los antiguos muebles ocupaban la nueva casa... Al contrario, la decoración era un poco más moderna...

Se vislumbraban los lujos mientras se recorría el recibidor y la sala... Pero lo mejor estaba en el segundo piso...

El niño más grande de todos, que tenía el cabello recién recortado se acomodó el puente de los anteojos en su nariz... Recostado, hacía las tareas de matemáticas, sus favoritas...

Elena, con el cabello más largo y facciones ya no de bebé sino de la una niña de su edad... 5 años... Estaba más hermosa y alborotada... Corría de aquí para allá por el pasillo...

Y los mellizos, con 2 años ya, seguían e imitaban las travesuras de su hermana mayor, más espabilados que nunca... Pao muy parecida a Elena, y Sebas una mini copia del papá... Intentaban trepar a todo lo que pudieran...

Aunque una nana los supervisaba, fueron sorprendidos por otra persona cuando los 3 sacaban todos los juguetes de la caja...

Xx: ¿para qué están sacando todos los juguetes cuando necesitan nada más 3??

>>> ¡Mami!! ¡Mami!! <<<

Cristina quien se había deshecho de su bolsa y las llaves en la planta baja, lucía muy cambiada... En 2 años la moda había evolucionado mucho, aún más en la capital, nadie podría decir que la mujer que ahora veían provenía de un pueblo...

Aunque quizás todo tenía que ver con el círculo social en el que ahora se desenvolvía... Por su mismo trabajo y por supuesto, debido a Federico...

Era toda una señora a sus veintitantos años... Pero sobre todo madre...

C: sí, ya estoy aquí... ¿Los sorprendí...? (Cargando a los 3 con mucha dificultad)
Pab: ¡mami! (Llegando desde su recámara) Hasta que por fin llegaste...
C: se me hizo tarde, lo siento... Niños, déjenme darle un beso a su hermano mayor...
Ele: mami, hice mis tareas con Pablo...
C: ¿la ayudaste, mi amor...?
Pab: sí, son bien fáciles...
Seb: mami, quiero leche...
Pao: yo tamben... Leche, leche, leche...

Su hermano mellizo no tardó en unirse al coro, aclamando por leche...

C: está bien... Pero antes vamos a bañarlos...
Ele: Pablo, ¿por qué los bebés piden mucha leche...?
Pab: pues tienen que crecer... Además es muy rica... (Casi que lamiéndose los labios)

Y como ya los niños lo habían convertido en regla, cada vez que uno de sus padres no estaba en casa, se instalaban todos en la recámara más grande...

Cristina no se había cambiado ni desmaquillado, apenas se quitó los zapatos y ahora con su cama llena de niños los contemplaba...

También sentía la textura del nuevo colchón... No había tenido casi nada de tiempo para disfrutar de ese confort con Federico... Y pensar en él todavía la hacía entrecerrar los ojos y suspirar...

Cerca de una hora más tarde, la puerta de la recámara se abría, y todos los que estaban acostados en la cama matrimonial, inmediatamente alzaron la cabeza...

El hombre de pie frente a la puerta tenía un semblante serio, podría que decirse de enojo... Por lo que todos se sorprendieron, no le habría ido tan bien en el viaje de trabajo...

Ele: papi, ¿qué te pasa...? (Siendo la más valiente por el momento)
F: ¡conseguí los caballos que quería! (Sonriendo y cambiando por completo su expresión, dejó la chaqueta y la maleta en el piso y fue hasta la cama)

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