CAPITULO 39

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F: ¿qué pasa Cristina?? (Sentándose de pronto)

Ella le hizo señas de que bajara la voz, pero ya lloraba, estaba de la nada angustiada...

C: nana, habla por favor...
Vicen: es el patrón... Le dio un infarto... Está muy mal, mi niña Cristina... Parecía como muerto...
C: pero no lo está, ¿verdad?? ¿Mi papá está vivo, nana??
Vicen: sí... Son los niños quienes están tristes... Pablito y Elenita lloran sin parar por el abuelo...
C: ¿lloran por mi papá?? (La sorpresa le hizo frente a su preocupación)
Vicen: es que han estado muy cerca estos días...

Cristina pensó que aquello era una confusión de su nana, o quizás mal interpretó el comportamiento de los niños, porque ella les pidió tanto que se portaran bien con el abuelo y que NO lo molestaran...

Le contó toda la situación a su marido mientras se vestía y se disponía a empacar...

F: Don Severiano va a ponerse bien, mi amor... Tienes que calmarte... Él es un hombre fuerte...
C: lo sé... Pero no pudo dejar a mi mamá sola... Los niños están intranquilos también...
F: me imagino... De seguro se asustaron...
C: tengo que regresar con ellos, Federico...
F: Cristina... Yo tengo varias competencias todavía...
C: entonces me iré sola y tú me alcanzas... Me entiendes, ¿no es así?
F: créeme que quiero volver contigo... Pero no puedo renunciar...
C: te comprendo de veras... Es tu responsabilidad, parte de tu trabajo y tienes que cumplir...
F: ya verás que cuando vuelva, todo estará bien, ni siquiera tendré que pasarme por la Hacienda...
C: espero que tengas razón...

Recogieron todo y salieron juntos para el aeropuerto, a pesar de la hora... Se sentaron a la espera del primer vuelo hacia México...

F: toma esto, mi amor... (Llegando con 2 vasos)
C: ¿qué es...?
F: té para ti y café para mí...
C: necesito un café... (Tomando el vaso de Federico)
F: está muy fuerte para ti, Cristina...
C: no importa...
F: pues... Bien... (Mirando con algo de descontento el té)

C: vete a la hora programada...
F: no. Voy a esperar hasta que tú te vayas...
C: si mi papá se muere, Federico...
F: no pienses eso, mi amor... (Abrazándola y haciéndola recostar en pecho) A lo mejor y todo es falsa alarma...

Estuvieron algunas horas así, Cristina en brazos de su marido, siendo consolada por él... Hasta que les anunciaron que había un boleto con destino al país azteca...

C: gracias por apoyarme en esto... (Abrazada a Federico, antes de pasar a la zona del chequeo)
F: cuando me instalé hablaré a la Hacienda y dejaré los datos del hotel... Así podrás hablarme apenas llegues...
C: pasaré antes por el hospital... Luego iré por los niños...
F: diles que los quiero mucho... Y a Doña Consuelo que siento lo de tu padre...
C: no quisiera dejarte...
F: ni yo mi amor... (Besándole una mejilla antes de llegar a su boca) Te amo... Mucho, Cristina...
C: y yo a ti... Más...

Un último beso en el que Federico pareció absorber el alma de Cristina... Porque no quería quedarse solo...

>>> Unas horas después, Federico con todo su equipo y a tiempo desembarcaba en otro país del continente europeo...

Preocupado todavía, y pensativo también... Por cómo le estaría yendo a su esposa... Se mostró callado pero amable con la prensa que estaba expectante al recibirlos...

Incluso tuvo que aceptar por cortesía a dejarse fotografiar con las personas que se lo pedían... Por supuesto que las mujeres no se quedaban atrás...

^^ Pasó un día entero para que Cristina llegara a "El Platanal" y se encontrara con sus hijos...

Ya había pasado por el hospital en Villahermosa, comprobando que efectivamente el invencible Severiano Álvarez estaba en estado crítico...

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