CAPITULO 16

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No, no habían sido alucinaciones... Se lo volvió a repetir, casi a gritar...

F: yo te amo más que él. Más que cualquiera te podría amar.

Federico la hizo retroceder, hasta tocar la cama con la parte posterior de las piernas...

Los labios de Cristina se abrieron y él no perdió la oportunidad de explorarle la boca con su lengua... La probó y parecía querer castigarla con sus besos... ¿Cómo era posible eso??

No había retirado la mano de entre sus piernas... Y la otra mano se aventuraba en su pecho bajo el sujetador...

Ella dudaba que otro hombre la hiciera sentir lo que Federico le provocaba... Sus carias, aunque exigentes y poco tiernas la excitaban...

Un fuego la estaba consumiendo entre sus brazos... Y así era siempre...

La estaba tomando con un beso severo... Al punto de no darle tiempo a respirar...
Por eso Cristina lo agarró de la camisa y lo empujó ligeramente para así aspirar un poco de aire...

Pero Federico estaba decidido a no soltarla ni permitirle un descanso, apretó su cuerpo contra el de ella, mientras su boca recorría la suave piel de su cuello... Posiblemente se la irritaría con el rastro de barba, aunque en ese momento ni lo pensó...

Sí, sus manos le habían rasgado completamente la blusa, ahora le recorría la espalda con caricias apremiantes... No podía quedarse quieto... Desprendió el broche del sujetador...

Un gemido delirante se escapó de los labios de Cristina... Sintió la boca de él cerrarse sobre su pecho... Y no nada más lo besó, se detuvo a lamerlo y chupar del pezón...

Era como si el embarazo estuviera avivando su libido, se sentía tan deseosa... Y húmeda...

Por su parte, Federico estaba en su estado natural, por no decir salvaje, los cuidados para con Cristina habían quedado en el bolsillo del pantalón cuando se lo quitó y lo dejó en el piso...

Una dulce imprudencia en su forma de besarla, de acariciarla... ... Y rozar su entrepierna contra ella... Lo ideal hubiera sido hacerlo contra su pelvis, pero la existencia del vientre cada vez más grande lo impedía...

Ella recostada en media cama, él a su lado pero volcado sobre su cuerpo... Se alimentaba de uno de sus senos... Con una ansiedad indescriptible... El otro pezón ya erecto era un juguete entre los dedos de Federico... Amasaba el pecho sin despegar su boca del otro...

No era que estaba despejado como para pensar la posición en que lo harían... Pero no quería a Cristina sobre él, como últimamente lo había hecho...

Federico quería tener el control esa noche y así iba a ser, ya vería cómo... Porque colocar su cuerpo sobre el de ella sería poco efectivo... Tampoco quería aplastar a su hija...

Trazó un camino descendente... Pasando por su vientre, besando vehementemente hasta que sus manos le separaron las piernas...

No le dio tiempo a reaccionar, ubicado frente a la unión de sus muslos, le aprisionó las piernas, manteniéndolas abiertas para él...

Claro que sí, Cristina iba a recordar siempre que sólo él la podía hacer sentir mujer... Algo o muy arrogante de su parte, pero así era Federico Rivero.

Hundió la cabeza entre ellas... Y lanzó la primera lamida sobre la íntima zona... Pero no sería la única, pensaba volverla loca con su boca...

Cristina se recuperaba de su éxtasis, él todavía entre sus piernas... Lo veía con un poco de dificultad, pero esta vez producto del placer...

Sus manos fueron hasta las de él, posada una en su vientre y otra en un pecho... Y con ese contacto, supo que estaba tenso aún... Pero no por eso cansado...

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