CAPITULO 10

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C: ¿Qué??
F: Tú y yo nos vamos de este lugar. Recoge tus cosas. (Abriéndose el primer botón de la camisa de cuadros, de pronto la herida le empezó a arder y fue al baño)

C: Mi papá te hizo eso... ¿...? (Viéndolo horrorizada)
F: debí golpearlo por lo menos...
C: déjame curarte con alcohol... (Buscando los implementos en un gabinete)

Cristina pudo sentir el dolor de Federico mientras pasaba el algodón empapado con alcohol por la herida... Por poco llora, pero él como todo un macho se aguantó.

F: No voy a esperar a que llegue tu padre. Nos vamos en este momento.

Él se dio media vuelta y pudieron mirarse a los ojos...

C: tú sabes que este matrimonio es una mentira... No existe...
F: por supuesto que existe. Somos marido y mujer. Y vamos a tener un hijo. Y si tengo que sacarte de aquí en brazos, lo haré. Pero no te quedas cerca de tu padre.
C: me iré contigo pero no para llevar una vida juntos...
F: ¿A qué te refieres...?
C: a donde vayamos, tú seguirás con tu vida y yo con la mía... Por separado...

A Federico en ese momento no le preocuparon las palabras de Cristina, con tal de llevársela, le prometería lo que fuera necesario...

>>>

Con: ¿Cómo que se van, Cristina??
C: mi papá no tenía derecho para golpear a Federico...
Con: ya sabes cómo es Severiano, hija...
C: y también sé cómo es Federico... Y aunque mi papá le pidiera disculpas, él no las aceptaría...
Con: pero, ¿Dónde van a ir?? Acaban de casarse... No tienen dinero, esperan un hijo, Cristina... No pueden ser tan impulsivos...
C: sabremos salir adelante por nuestro hijo...

O al menos ella lo haría, por Federico no ponía las manos al fuego...

Con: pero no estaré tranquila si saber de ustedes...
C: te hablaré apenas lleguemos...

Los pasos de Federico retumbaron por los escalones, bajaba con una maleta en cada mano.

F: ¿Estás lista, Cristina...?
C: le estaba dando la noticia a mi mamá...
Con: un peón puede llevarlos a Villahermosa...
F: no creo que a su marido le guste eso...
Con: yo me arreglo con él después...
C: voy a mi recámara para ver si se me olvida algo...

Doña Consuelo y Federico observaron a Cristina subir.

Con: hay algo que me gustaría pedirte, Federico...
F: usted dirá señora...
Con: cuida mucho a mi hija y a mi nieto... Eres todo lo que ellos tienen...
F: así lo haré, Doña Consuelo... Puede estar tranquila...

La promesa que acababa de hacer Federico le produjo ansiedad y temor... ¿Cómo podría hacerse cargo de una mujer y un bebé cuando no era responsable ni de sí mismo??

La diferencia debía marcarla algo... Que esa mujer y ese bebé eran suyos.

>> Madre e hija lloraron al despedirse, pero por un lado era esa la ley de la vida...

Federico pasó a recoger algo en "Ojo de Agua" antes de irse, llegaron a Villahermosa en la madrugada.

Ahora tenían que esperar un par de horas para tomar el primer vuelo con rumbo al DF.

Llegó a donde Cristina estaba sentada, con 2 vasos de cartón, el olor y el saber qué era, revolvió el estómago de la joven, le faltó poco para que su rostro cambiara de todos los colores...

Y antes de cualquier desastre, corrió al baño, dejando a Federico muy confundido, esperando que volviera...

F: ¿Qué te pasó...?
C: por favor mantén ese café lejos de mí...
F: pero... ¿por qué...? Creí que te gustaba el café...
C: antes de estar embarazada...

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